Por Editorial Sudestada
Ante la falta de respuestas del Ministerio de Capital Humano, docentes universitarios se movilizan en todo el país -martes y miércoles- por el reclamo de mejoras salariales. “Contra la Ley Bases y en defensa de las Universidades públicas. Sin salarios dignos, no hay Universidad posible”, sostiene el lema que se expande en todo el territorio.
Los salarios de docentes universitarios se devaluaron un 50%, mientras que Milei asegura que “le ganan a la inflación”, con la hojita de excel sobre un solo mes -incluso con números falsos- e ignorando la inflación acumulada de los últimos meses.
Pettovello, que “mostró” llegar a un acuerdo con las Universidades nacionales luego de la enorme movilización de abril, solo destinó fondos para “gastos de funcionamiento”, lo que equivale aproximadamente al 10% del presupuesto universitario. El 90% restante es para salarios. El gobierno incumple con el acuerdo, anula toda respuesta, profundiza el ajuste a la educación pública, utiliza fondos del Estado para beneficios personales, y asfixia a los docentes, que para ser más precisos perdieron -en este último tiempo, como la gran mayoría del pueblo argentino- más de la mitad de su poder adquisitivo.
“La Ministra Pettovello, en la última reunión paritaria, se comprometió a tramitar los fondos ante Economía y no cumplió: prometió una propuesta que contempla el reconocimiento de la pérdida salarial, la actualización de la garantía salarial, una pauta de incremento mensual acorde a la inflación y fondos de capacitación y a la fecha no ofreció propuesta alguna”, sostuvo el Frente Sindical.
Hoy y mañana docentes y no docentes se movilizarán en varios puntos del país para visibilizar lo que el gobierno intenta tapar. El ajuste. Los salarios desplomados para que una enorme parte de los trabajadores -entre ellos docentes- estén bajo la línea de la pobreza. Una educación pública contra el paredón y en peligro. Una ejecución que “blanquea” que este gobierno pretende privatizar la educación, la salud, y que todo lo que sea un derecho para el pueblo pase a ser un negocio para el séquito empresarial.
Imagen: Doris Sanabria