En Argentina una de cada cinco personas es indigente

Por Editorial Sudestada

Como dato agregado a semejantes cifras, se calcula que más del 57% de la población utiliza sus ahorros para poder llegar a fin de mes, como había anticipado -extrañamente como “premonición positiva”- Luis Caputo. 55% de pobreza. 1 de cada cinco personas en Argentina es indigente. Y el gobierno nacional sigue en su manto de privilegios festejando números que ni un solo ciudadano de a pie puede ver y sentir.

Hambre en los barrios. Miseria planificada que se expande en todo el territorio nacional, con enormes ejemplos como que en Chaco la pobreza trepó al 80%, y la indigencia pisa el 40%. Sin embargo las políticas que lleva adelante el grotesco con sus cómplices funcionales a una economía devastada, recién ahora comienza a ejecutarse la Ley de Bases, que seguirá impactando directamente en el pueblo argentino, con un horizonte mucho peor del que ya estamos sufriendo. ¿Hasta dónde van a llegar? ¿De qué manera es posible caer en semejante pozo con un silencio que aturde? O en todo caso, ¿cuál es la ejecución del gobierno para mejorar la calidad de vida de la gente, para asistir al hambre en los barrios, para que dejen de cerrar pymes, para que no siga aumentando el desempleo, y para “solucionar” que una enorme parte de las personas que están bajo la línea de la pobreza -incluso en la indigencia- son trabajadores registrados?

Milei y sus secuaces continúan de viaje por el mundo, recibiendo consejos de Cavallo, con los decretos de Sturzenegger, con los balances de Caputo, con un Congreso que apoya y mira para otro lado, y con una parte de la ciudadanía que a pesar de tantos golpes mantiene una “esperanza” ya ridícula que preocupa aún más al futuro cercano.

1 de cada 5 personas en Argentina es indigente, y más de la mitad del país es pobre. ¿Qué responden a estas cifras en La Rosada, en el Congreso, en las redacciones aliadas al gobierno, y en la calle?

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