Los pibes no comen, pero el “problema” es la ESI y PakaPaka

Por Editorial Sudestada

En un país en el que 7 de cada 10 pibes comen una sola vez por día, entre ellos muchísimos solo se alimentan en la escuela, el gobierno larga un spot recalcando en el “Día del niño”, con el ataque directo a la ESI, y el caradurismo de afirmar -similar al discurso militar- que “Nuestro propósito es que todos los niños crezcan en un ambiente sano y seguro”. El mismo gobierno que multiplicó en 8 meses las infancias pobres. Que secuestra la comida de los barrios. Que no entrega viandas ni bolsones de alimentos en los comedores barriales. Los que promueven el laburo infantil, la venta libre de órganos, los que miran para otro lado -o siempre para el mismo- en relación a la trata. Los que levantan las banderas de la meritocracia, siempre desde el lugar de privilegios y de contaminación intelectual. Los que no dicen palabra ni acción para solucionar una realidad que lastima en todo el territorio: Hoy, mañana, pasado -y todos los días-, millones de pibes se acuestan a dormir sin cenar, con la panza que duele.

Los mismos que de manera permanente hacen analogías con la pedofili4, con todo lo que eso implica.

A su vez -porque ante un ataque utilizan la distracción- venden la publicidad del relanzamiento de PakaPaka, cuando meses atrás la intención fue cerrar el canal. Como no pudieron, ahora “avisan” que cambiarán los contenidos y que serán “menos politizados”.

¿De qué hablará San Martín, Belgrano, Juana y Zamba? ¿Saldrá Astiz como protagonista? ¿Contarán la historia de Margaret Thatcher, o le contarán a los pibes que los realistas en realidad eran libertarios? ¿Se viene un nuevo PakaPaka fascista y cipayo?

En el día de las infancias, mientras el hambre abunda, el Estado de ausente pasa a ser criminal, y niños y niñas se van a dormir sin comer, el gobierno de “los niños envaselinados”, provoca y apunta a la ESI y a los contenidos. Porque para ellos el problema no es el hambre y la miseria, sino la “ideología de género” y la historia que intentan reescribir.

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