Por Editorial Sudestada
El fuego no cesa. Ayer informamos que los focos de incendios se dirigían a San Marcos Sierra, y la localidad se vio cercada por el fuego. Los bomberos no dan abasto. Casas enteras destruídas. Familias evacuadas. Y una realidad que golpea duro, mientras el gobierno solo marca en su agenda cómo levantar su “imagen positiva”, y cómo canjear una nueva deuda en la desesperación de una economía que de promesas ya está agotada.
“Con la baja humedad que hay, sumado a que está todo muy seco, ahora estamos peleando contra la naturaleza, no solo con los idiotas que pueden prender fuego”, afirmó Roberto Schreiner, vocero de la Secretaría de Riesgo Climático de Córdoba. Y el Estado ausente. Y el gobierno que ni siquiera asoma la nariz y mucho menos la palabra sobre el desastre que están sufriendo en aquellos pagos. Ellos en Wall Street, en EEUU, jugando a mostrar la falsa “libertad” del déficit por sobre todo, de las millones de excusas y los datos irreales sobre “un país que está creciendo”. Y con otro DNU para un canje de deuda con el FMI sin control, sin ataduras, con el “deseo” de otros préstamos, de las inversiones que no llegaron nunca, y sin mencionar dónde están los más de 1.500 millones de dólares -en lingotes de oro- de nuestras reservas del Banco Central que Caputo fugó a Londres. De hecho en el primer momento, el gobierno sostuvo que enviaba 500 millones de dólares para recibir mil millones. Y Caputo otra vez, sin rendir cuentas, con la fuga, la timba, y el “segundo semestre” más desplomado que el primero.
Es decir que una provincia se incendia, y el gobierno ni para la foto. Pero sí para dar piedra libre a los negocios inmobiliarios, a los “libres incendios intencionales”, a la eliminación del fideicomiso para la administración del Fondo Nacional de Manejo del Fuego -dentro del paquete de la Ley Bases-, para corta de cuajo la prevención de los desastres ambientales, y que cada uno se arregle como pueda.
Quizás poco a poco, los que todavía aplauden a este gobierno comprendan lo que significa que un Estado ausente.