Por Editorial Sudestada
En una sobada de lomo al estilo “Su”, se dio la entrevista super promocionada, pero que la mayoría de las personas prefirieron cambiar de canal. Cara a cara para charlar “amigablemente” -entre tantas cosas-, la mayoría repetidas y sin importancia, como su relación con Yuyito o las predicciones de su hermana; de los jubilados. Porque Milei retomó -otra vez- la teoría absurda de números que no encajan, volviendo a afirmar que “las jubilaciones se triplicaron en dólares”, y que “subieron un 10% desde diciembre”. Solo algunos datos como respuesta: la inflación desde diciembre para acá superó el 144%. La mínima que cobran nuestros viejos ronda entre 234 mil pesos y 300 mil, cuando para no pasar hambre deberían tener un ingreso superior a los 800 mil pesos mensuales. Es tan burdo el dato que brinda el presidente, que él mismo -segundos después- afirma que los precios de los alimentos aumentaron un 80%.
El discurso no quedó ahí, a pesar de que Susana ante los pifies del presidente le fue tirando una especie de “salvavidas”. En una de esas “escapatorias”, le habló de la Cultura y el desfinanciamiento, y Milei con una caradurez que sigue asombrando, volvió a hablar de los pibes del Chaco, y de que “quieren que le saque la comida a los pibes para financiar la Cultura”. No olvidemos que desde el 10 de diciembre que el gobierno nacional mantiene secuestrados a más de 6 millones de kilos de alimentos de los barrios, que la pobreza crece de manera abismal, que la indigencia trepó a un índice del que costará recuperarse, y que hoy en día 7 de cada 10 pibes no cenan, la mayoría solo come en la escuela. Que no hay una sola ley, decreto, ni programa, que atienda a las infancias rotas y condenadas. De eso no se habló. Pero sí, los pibes olvidados del Chaco que el gobierno no pisó esa provincia ni para la foto.
Con promesas agotadas, con una economía devastada -que Milei define como en “alza”-, con 10 millones de “nuevos pobres”, con 1 de cada 5 personas indigentes en el país, los dos armaron el relato para intentar levantar la imagen del gobierno.