Por Editorial Sudestada
El gobierno con otro ataque a la Memoria. Ahora a través de Libarona, que en sus redes publicó: “El gobierno anterior le regaló a las Abuelas de Plaza de Mayo el equivalente a hoy de $2.300 millones. Esta administración no va a permitir que se malgaste la plata de los argentinos. Decidimos rescindir el contrato y terminar con ese curro”. Porque para ellos la búsqueda de los bebés es una piedra en el zapato, porque defienden a genocidas, porque el mismo Cúneo pretende liberarlos, porque cada nieto o nieta restituida abre nuevas investigaciones, porque desprecian a la lucha del movimiento, y porque Abuelas de Plaza de Mayo sufre las consecuencias de que estos “infiltrados” de la democracia -junto al partido militar-, den un paso tras otro.
Desmantelaron a Conadi, lo intentan con los Espacios para la Memoria, desfinancian a todos los organismos de ddhh, pretenden cortar de cuajo las investigaciones, que nadie encuentre a las víctimas de un plan sistemático de robo y apropiación de bebés, niños y niñas, incluso de personas nacidas en cautiverio. Más de 300 que todavía no sabemos dónde están, pero que los monstruos que el bloque de La Libertad Avanza visitó en el penal de Ezeiza, o los laderos de Petri en el penal de Campo de Mayo, sí lo saben.
La búsqueda del gobierno es que ni uno solo de esos “botines de guerra”, conozca su verdadera identidad, pero por sobre todo, que la Justicia mire para otro lado, que la Verdad sea anulada, y poder reescribir a la Memoria. Porque bien saben que en los campos de concentración implantaron maternidades clandestinas, con médicos, parteras y “servicios de entrega”, la enorme mayoría civil. Muchísimos sin haber pisado un solo Tribunal de Justicia. Porque fueron alrededor de 500 bebés robados, y se restituyeron 133 al día de hoy. Porque para ellos los fondos para Abuelas es “un regalo”. Porque desprecian a los derechos humanos, a la vez que protegen a los monstruos de la historia. Porque siguen con el curro de hablar del “curro”, y desde ahí vuelven a atacar a la Memoria.