Por Editorial Sudestada
Más de 6 millones de kilos de alimentos siguen secuestrados por Pettovello y los funcionarios del hambre, que luego de ocho meses siguen jugando a la apelación y a ignorar las órdenes de la Justicia, mientras 7 de cada 10 pibes comen una sola vez al día en Argentina. Secuestran comida y se atrincheran hasta que se pudra.
Los galpones no abren las puertas. Muchos de los alimentos que ellos mismos aseguraron que se vencían el 31 de julio, ya vencieron. Entre idas y vueltas con una Justicia que solo le “pide que repartan la comida” pero no interviene como debería ser, la comida se pudrió y se pudre.
Para la Justicia “no hay fundamentación” para no repartir los alimentos. Pero para el peor gobierno democrático de la historia, sí. Pero a la altura de la mentira y la falsedad. ¿Cuáles fueron los argumentos que brindaron desde un Ministerio inventado y con enormes casos de corrupción que la prensa no menciona?
“No había alimentos”, “la gente se los roba”. “Que vengan de a uno”, dijo la Ministra y hubo más de 10 cuadras de fila, y la respuesta: represión. “Comedores fantasmas”, “lo guardamos para catástrofes”, “es solo yerba-mate”, “ahora los repartirá el ejército”, “van a iglesias evangélicas”, “no tienen vencimiento”, fueron algunas de las respuestas para evitar entregar la comida y seguir secuestrando los más de 6 millones de kilos de alimentos. El tiempo pasa y están logrando el cometido.
Solo el 30% del país se salva de estar bajo la línea de la pobreza. 7 de cada 10 pibes comen una vez por día, muchos de ellos solo comen en la escuela, y el sábado y el domingo… duele más. Millones ya no toman leche ni comen carne. Como sucede en la mayoría de los barrios, que cada vez están más a la deriva.
Para simplificar la cuestión: Más del 70% de pobreza, afinando números. 1 de cada 5 personas es indigente. Y el gobierno secuestra alimentos desde hace 8 meses, y apela para no repartir y dejar que esos millones de kilos de comida se pudran. ¿Qué más se puede agregar?
