“La muerte de Berta no fue en vano. Les enseñó a luchar”

Recorrer América Latina es volver a vivir las historias que allí ocurrieron, que a nuestros hermanos y hermanas han pasado por su cuerpo y el territorio que compartimos. “Nos vamos a recorrer Latinoamérica con todo el laburo de Sudestada en la espalda. Pa que no quede chango ni chinita sin conocer lo que Hugo nos dejó.”, dijo Emilio Mendoza. Como corresponsal de Editorial Sudestada llegó a Honduras para rescatar el testimonio de una madre, la de Berta Cáceres: mujer, dirigente indígena lenca, feminista y luchadora por el medio ambiente asesinada el 3 de marzo de 2016 en manos de unos hombres que irrumpieron en su casa. Compartimos sus palabras y un diálogo que nos trae de nuevo una luchadora latinoamericana.

Por Emilio Mendoza

¿Qué recuerda de aquel día 3 de marzo?
Bertita era amenazada desde hacía muchos años. Desde que empezó a luchar para que no se construyeran esas grandes represas que destruían los bosques. Aquí la dictadura y los grandes empresarios, empezaron a poner aserraderos, a exterminar los bosques, a posesionarse en las tierras de los lencas. Entonces, yo la acompañaba siempre; ella llegó a ser coordinadora general del Copinh, y así pudo conocer como vivían las mujeres y las familias de los indígenas. Decidieron organizar el Copingh, que dio resultado para que ya se liberaran un poco y recuperaran todos sus derechos.
Esa noche me llamaron unos amigos como a las dos de la mañana y me dijeron: “Berta… mataron a Bertita”. No les pude decir nada. Pueden imaginarse, en medio de la madrugada, una noticia tan horrorosa… Fue así como le hablé a mi hijo y le hablé a mi familia. Ahí se fueron a ver a dónde la habían asesinado, en una casita que tenía ella. Aquí vivía conmigo y un día le pregunté “¿Por qué te vas?”, “porque me van a matar y yo te quiero proteger”. Esas fueron las últimas palabras de ella. Pueden imaginarse que no hay palabras para describir ese momento. Fue un momento horroroso. Todos tenemos que morirnos, pero por lo menos en cama, cuidados por su familia, pero no por un asesinato a través de un gobierno. Por que fue una escolta militar la que la asesinó. Desde luego organizados y preparados por quienes estaban destruyendo el río.

¿Qué piensa de la llagada de Xiomara?
Yo desde muy joven trabajé en organizaciones de mujeres, de los frentes femeninos y fue así como se logró organizar el Frente Femenino. Se convocó a una asamblea donde se propuso que una mujer debía ir como candidata. Fue así que me eligieron en el Municipito de las Esperanza en dos mandatos. Éramos siete mujeres y tres hombres. Nos manejamos con mucho respeto y dignidad y con el pequeño presupuesto que había. Luego se hicieron muchas obras, se abrieron centros de salud, una casa para la mujer maltratada, se daban capacitaciones y fue así como fuimos reanimando para que las mujeres participaran en política. Después de 200 años de República, para mí es muy importante que una mujer (Xiomara) pueda seguir el destino de un país. Las mujeres tenemos una capacidad de sabiduría y también mucha sensibilidad humana.

Nosotros vivimos una pérdida hace poco, del Director de nuestra revista, y sabemos que cuesta. ¿Cómo se sigue, Berta? ¿De dónde se sacan fuerzas?
Es muy difícil, pero uno tiene que entender que esto que pasó vino a levantarles más el ánimo, a los pueblos, a la humanidad para luchar y proteger sus ríos y sus tierras. Creo que la muerte no fue en vano. Dejó capacitada a mujeres, hombres, pueblos indígenas, Los preparó para que se organizaran y que lucharan para defender la madre tierra.

¿De qué manera desde América Latina, desde Argentina de donde venimos, podemos continuar la lucha de Berta?
El mundo entero me ha dado un apoyo de un valor incalculable. Quiero hacer un llamado para que no la olviden, para que siempre estén organizadas, luchando, batallando, para que demostremos que sí podemos. Y también así podernos defender, poder denunciar que es una de las cosas más valiosas para nosotras


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