La negociación eterna con el FMI

El gobierno nacional llegó a un acuerdo con el Club de París para diferir los pagos de deuda hasta el 30 de septiembre de 2024, intentando cerrar el acuerdo para mediados de junio de 2022, mientras en paralelo, sigue en pie la negociación con el FMI. Pero ¿es realmente una novedad? 

Por Mauro Ancona

Tal como menciona Willem H. Buiter el reconocido economista estadounidense-británico que ejerce como docente adjunto de Asuntos Internacionales y Públicos en la Universidad de Columbia. “Será disfuncional [el acuerdo realizado con el FMI] porque no habrá una reestructuración inmediata de la deuda externa de Argentina”. 
El economista también mencionó los “criterios de acceso” que el FMI tiene en cuenta a la hora de un préstamo y remarcó que Argentina tan solo cumplía con uno de ellos a la hora de iniciar el nuevo crédito estos fueron: 

● Que el país tenga grandes necesidades de balanza de pagos 

● Una deuda pública sostenible 

● Perspectivas de recuperar el acceso a mercados de capitales privados
● La capacidad institucional y política de implementar un programa apoyado por el FMI. 

Tal como menciona el economista,  Argentina solo cumplía con el primer punto de los requisitos para el acceso al préstamo, “grandes necesidades de la balanza de pagos”. motivo que nos hace pensar sobre la falta de “juicio” del organismo al otorgarlo 
A primera vista podríamos decir que venimos de una historia de malabares con el endeudamiento, con gobiernos que siempre parecieran buscar la aprobación de los “prestamistas” apuntando a copiar el “paquete primermundista” que nos venden “como lo mejor”, pero ¿hasta qué punto lo es? Porque para aplicar la receta, necesitamos tomar deuda, someternos a revisiones trimestrales como “seguimiento”, sin olvidar la condición necesaria, que es, básicamente, realizar medidas de recorte presupuestario y achique estatal permitiéndole “a la JEFATURA DE GABINETE DE MINISTROS a efectuar las modificaciones presupuestarias que resulten pertinentes para dar cumplimiento a las disposiciones del presente decreto. La realidad es que se busca maniobrar dentro de la deuda previa y el pago a futuro”. Según sostienen en el DNU lo que implica directamente en la posible pérdida de derechos adquiridos por la sociedad, que merece un estilo de vida más digno. 
Pero estas entidades ¿ciertamente buscan ayudarnos a salir del pozo financiero? Porque si ese fuera realmente su objetivo ¿existirían tasas de interés que ahogan países? ¿requisitos imposibles de cumplir? e incluso ¿tomar nuevas deudas para pagar las anteriores? Por eso, si fuera “noble” su cometido como lo disfrazan, básicamente apuntarían a un mundo que nos abra las puertas a nuevas oportunidades de competitividad en ese “mercado que siempre encuentra el equilibrio”, pero ¿realmente buscan ayudar a estabilizarnos? o ¿solo buscan lograr sacar “ganancias”? Siempre a costillas de un pueblo cansado de deber plata, porque pareciera que nunca llegamos a disfrutar los frutos de nuestro esfuerzo, porque siempre estamos preocupados por pagar una nueva deuda 
Tenemos incluso generaciones que siguen pagando las promesas de muchísimos años atrás con un modelo que “prometía la libertad financiera” ¿Será esta realmente una historia diferente?

Anterior

Martha Ferro: La justiciera del gatillo fácil

Próxima

“El lenguaje poético para mí tiene que ver con el pensamiento crítico”