Sin protocolos no hay salud

Argentina registra 5.167.733 casos de Covid-19 y 111.270 muertes desde el inicio de la pandemia. Allá por 2020 el tema principal fue cómo se iba a resolver que los chicos vayan a las escuelas, hoy el asunto sigue siendo fundamental. Ya hace meses que se empezó a retomar de a poco la presencialidad, porque lxs docentxs nunca dejaron de dar clase, como se quiso instalar, siguieron de manera virtual y hasta triplicaron sus esfuerzos. La presencialidad cuidada es algo que quieren todxs pero no todas las situaciones son iguales en las aulas de CABA. 

Por Nicolas Yoice

En la ciudad de Buenos Aires hay un total de 245 mil alumnos según datos oficiales, que se dividen en 148.500 estudiantes en las escuelas primarias y 97 mil en las secundarias. El mayor problema cuando las clases presenciales se pausaron, allá por abril de este año, era por la suba de circulación en el transporte público que empezó a ser utilizado por todas las familias que llevaban a lxs niñxs a las escuelas. 
Si bien la oposición afirmaba que las aulas no generaban un problema con respecto a la circulación del virus, hay aulas de CABA que no tienen todas las condiciones sanitarias necesarias. Amancay Calizaya representante del centro de estudiantes del Liceo 9 remarca que la situación en el colegio de Belgrano R varía, pero en algunos casos es crítica. “En algunas aulas no hay distanciamiento, porque son muy chicas, hay chicos amontonados, sin ventilación” afirma. Además, aquellos chicxs que tienen enfermedades de riesgo no tienen clase de ningún tipo, ya que la infraestructura del Liceo no lo permite, solo se le sube material para que trabajen. 
El gobierno porteño tiene una bajada de línea muy marcada, que viene bombeando desde hace meses: la presencialidad es a costa de todo, tanto de alumnos como docentes. La opinión de los que concurren a las escuelas es borrada, no es tenida en cuenta. Así, las burbujas en cada colegio fueron desapareciendo y los contagios aumentaron. 

La presencialidad cuidada se fue desvaneciendo, no se está pidiendo que se deje de ir al colegio, sino que la salud esté garantizada, que por lo menos vuelvan las burbujas de ir una semana y otra hacerla virtual. ”En general lxs chicxs en la escuela respetan los protocolos, nadie anda sin barbijo por las salas comunes, se ventila lo más posible, pero aun así la situación es complicada” asegura Amancay. Horacio Rodríguez Larreta hace oídos sordos a estos pedidos y aún hoy no pudieron hablar con algún dirigente para que los ayude. 
“El @centroliceo9 quiere visibilizar la situación y que la voz de los estudiantes esté presente, que no se borre y que sea escuchada” cierra Calizaya. Porque en definitiva son ellos los que concurren al establecimiento y corren riesgo. Organizan marchas y piden algo tan sencillo como protocolos ajustados a su situación, todos los colegios son diferentes, no en todas entran treinta alumnos en un aula, no en todas se puede ventilar libremente y no en todas aquellos exceptuados con enfermedades de riesgo son incluidos.
Los riesgos de la presencialidad sin protocolos en provincia de Buenos Aires tampoco son muy distintos, se quieren quitar esos dos metros de distancia entre alumnos, además de borrar burbujas por aulas. Eso garantiza que si se contagia un alumno de esa aula, no contagié al resto del colegio. En la Pampa la vuelta a la presencialidad será distinta, gradual y progresiva, en Mendoza, Chubut y Neuquén la presencialidad venía desde hace unas semanas y se terminará de intensificar este mes. En Santa Fe y Catamarca, por ejemplo, se volvió a la presencialidad con 90 centímetros de distancia. Y por último, unas de las provincias que más mantuvo los cuidados fue Entre Ríos, que dejó las burbujas por aula, sigue la ventilación cruzada y el control en el ingreso y egreso al colegio. 
El esquema de vacunación en el país avanza de manera firme y se espera llegar al 70% de vacunados antes que la variante Delta esté circulando de manera comunitaria. En el transcurso de este mes se acelerará aún más en todo el país la presencialidad en todos los colegios, se retira lo virtual (por el momento) y todos los alumnos volverán a las aulas. Teniendo en cuenta esto, los chicos necesitan imperiosamente ir tranquilos al colegio, transitar ese camino feliz, no de manera traumática, tal vez, contagiando a un familiar. Entonces el gran desafío es mantener esas prevenciones tanto en escuelas privadas como públicas, tanto de los alumnos como de los docentes, porque sin estos últimos dos no hay clase que valga.

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