Unos duraznos blancos y muy dulces
Por los años 42 o 43, en Alta Gracia, mi primo y yo íbamos todos los jueves a la plaza Manuel Solares, a la hora de la retreta, para vengarnos de que no nos dejaron
Por los años 42 o 43, en Alta Gracia, mi primo y yo íbamos todos los jueves a la plaza Manuel Solares, a la hora de la retreta, para vengarnos de que no nos dejaron