Por Editorial Sudestada
El índice de pobreza en Argentina llegó al 44.7%, y entre niños y adolescentes al 62.9% de la población
19 millones de pobres en Argentina. A días de la salida de una gestión que prometió mucho y desarticuló todo, que aumentó la pobreza, el hambre, la exclusión, mientras respondía a intereses de bandera extranjera y opresión nacional; estas cifras duelen, lastiman, y se sienten. Estamos hablando de personas -que no son un número- sin respuestas por parte de un Estado que dejó de estar presente hace rato. De un gobierno que hizo aguas por todos lados, que tomó la decisión de las excusas y las maniobras para el sector privilegiado de siempre. De un presidente que en los últimos dos años prácticamente no se lo vio, y que hoy argumenta no comprender cómo hay trabajo y aumenta la pobreza, sin decir una palabra de la falta de políticas públicas que lograron que los sueldos no alcancen ni para comer, sumado a la precarización laboral, y los monotributistas que para las estadísticas son trabajadores formales con “salarios” a la altura.
Basta de excusas, de variables que no encajan, porque la realidad está afuera de las estadísticas, de los números fríos. Está en los barrios, en el territorio que nunca pisan, en comedores que no dan abasto, en familias que ya no comen, en centros comunitarios que -a cuatro manos y sin descanso- reparten lo que pueden y traen ellos mismos, en jubilados que hace años no llegan a fin de mes, de los precios de alimentos que nadie controla, del salario mínimo por debajo de la canasta básica, del privilegio que hoy se ha transformado en comer un churrasco, una pechuga de pollo, la leche o un maple de huevos.
19 millones de pobres en Argentina. Que no se les olvide, que no se les escape. Antes de levantar los papeles, cambiar de oficina, de salir del lugar que el pueblo confiando los ubicó, o de emigrar a otro país para que el olvido los acompañe, no miren para otro lado, aunque sea una vez. Bajen a tierra. Miren de frente. Sientan el escalofrío si es que les quedó un gramo de empatía. 19 millones de personas bajo la línea de pobreza en el territorio nacional. Ni el perdón alcanza.