La diputada catamarqueña Anahí Costa, acompañada por la agrupación Revolución de las Viejas, presentaron el pasado 6 de Julio en el Congreso de la Nación el proyecto de ley que busca eliminar la discriminación por razón de la edad. La misma define al edadismo y el viejismo desde una perspectiva de género, de derechos humanos, y la incorpora a los alcances de la ley de Antidiscriminación Argentina. El proyecto será tratado principalmente por tres comisiones: Derechos humanos, Trabajo y Presupuesto.
Por Celeste Almada.
La ley busca que haya una igualdad de oportunidades en el campo laboral, haciendo que mujeres mayores de 45 años y diversidades a partir de los 35 años sean incorporadxs al sistema del trabajo formal sin ser discriminadxs por cuestión de edad, etnia o género.
“Esta ley busca la eliminación de todas las formas de discriminación por razones de edad. Incluye las definiciones de edadismo y de viejismo como las formas de discriminación por edad que vamos sufriendo en todas nuestras vidas y que quizás se notan con más fuerza a medida que vamos avanzando en nuestras vidas. Por eso, la representación de la definición simbólica de edadismo en adultos mayores es justamente el viejismo. ¿Qué son estas definiciones? Se trata de los estereotipos, en la forma de cómo pensamos, los prejuicios, que es cómo nos sentimos, y la discriminación, que es cómo nos comportamos hacia las personas por razón de su edad”, sostuvo Alejandra Benaglia – integrante de la agrupación de Revolución de las viejas- en diálogo con Revista Sudestada.
El texto parlamentario propone instaurar la transversalidad de los principios y valores consagrados en el proyecto de ley para evitar el edadismo en todos los órdenes del Estado, y establece la necesidad de una capacitación en edadismo a los funcionarios y personal que pertenezca a la repartición pública.
A su vez también proponen que se impida que los contratos fijen condiciones que perjudiquen a las personas en razón de su edad. Establece la necesidad de desarrollar medidas de acción para revertir la desigualdad que sufren algunos colectivos sociales por razones de edad y promueve los llamados “curriculums ciegos” con el objetivo de evitar la discriminación por edad en el empleo.
En este sentido Benaglia enfatizó: “Esta ley abarca una parte que tiene que ver con el trabajo, porque por supuesto las mujeres a partir de los 40 años, por ejemplo, aquellas que han decidido quizás priorizar tener una familia y quieren volver a reinsertarse, se encuentran con estos pedidos laborales, estas formas de ofrecer empleo que ponen límites de edad. Entonces fomentamos lo que se llama el currículum ciego, sin foto y sin edad, para priorizar las capacidades profesionales por sobre la apariencia y la edad. También tiene un sistema de cupos y un sistema de promociones para las mujeres a partir de los 45 años y para las diversidades a partir de los 35. Hay todo un capítulo que tiene que ver con los derechos de las personas mayores, también basado en la Convención Interamericana de las Personas Mayores que fue aprobada en el 2015”.
En la propuesta del proyecto se abre la posibilidad del acceso al trabajo a personas discriminadas en razón de su edad mediante regímenes de promoción y cupos. Por otra parte también se debe resaltar que el proyecto impide la difusión de representaciones discriminatorias en los medios de comunicación audiovisual y que también promociona la educación a lo largo de todo el ciclo de vida, e incorpora a las personas mayores dentro de la Educación Sexual Integral.
“No debería haber ningún tipo de discriminación por edad. Sin embargo, la sufrimos. Y también sucede en el ámbito de la educación, por eso desde este proyecto de ley se establece, se fomenta y promueve la educación a lo largo de todo el ciclo de vida, incorpora a las personas mayores dentro de la educación sexual integral, promueve la vigencia de prácticas y valores orientados a eliminar la discriminación por razones de edad, tales como la igualdad de género, la igualdad de oportunidades, el principio de envejecimiento activo tan importante. Cuando vivimos en un mundo en el cual los avances científicos y la medicina han estirado el promedio de vida del ser humano, lo que notamos es que vivir más no es necesariamente vivir mejor, por eso necesitamos generar políticas públicas, leyes y fundamentalmente lograr un cambio cultural que haga que esta etapa, que es la más larga de nuestra vida, la vivamos mejor”, sostiene Alejandra Benaglia.
En definitiva la edad es un número que cuantifica la experiencia y años de las personas, pero no por ello tienen que ser descartadas de la sociedad cómo objetos que tienen fecha de vencimiento. La discriminación por edadismo es una de las causas de la exclusión laboral: lo vemos en los avisos clasificados cuando ponen como condición no superar los 40 años, dando a entender que por la edad no son dichosxs de estar dentro del mercado de trabajo. En el caso de las mujeres y disidencias eso se incrementa.
Es por eso que esta ley busca la igualdad de derechos para todxs, porque tenemos derecho de vivir la vida en plenitud, sin que la cuestión etaria sea una barrera que construye la sociedad patriarcal y cómo tal esa también se va a caer.