Arrullo de Sirenas: una obra sobre el cuerpo de las travestis

@titol_esgotat

Arrullo de Sirenas es un concierto de poesías y canciones protagonizada por Gemma Ríos, en canto y poesía, y por Ana Camil en acordeón. Las voces de dos travestis irrumpen en el escenario para traernos un mito y una pregunta: ¿Cómo hace un hombre para atarse a sí mismo? Asistimos a una vuelta a la historia de la literatura, al inicio de un discurso instalado y normalizado. Los versos de la Odisea de Homero y el viaje de Ulises, se resignifican en la voz de la poesía, en los destellos oníricos y en el intercambio de voces entre dos identidades femeninas. Las sirenas como sujetas de placer y locura vuelven a este guion para movilizarnos y problematizar el deseo en el cuerpo de dos travestis que viven en un archipiélago. ¿Qué cuerpos logran encantar a los viajeros?, es un interrogante que deambula por la atmósfera de esta obra que nos atraviesa y nos conmueve. En diálogo con Sudestada, hablamos con Gemma Ríos, sobre cómo nació esta obra de teatro sobre el cuerpo de las travestis.

Por Natalia Bericat

En un archipiélago, donde los hombres aun no han llegado, habitan dos sirenas de una  especie que no se encuentra en las enciclopedias. Los cuentos mitológicos no  hablan de ellas, ni siquiera los barcos piratas,  que han recorrido todos los océanos, pueden  atestiguar su existencia. El concierto atemporal que aquí se comparte es sólo un rumor, un despojo  errático, un vestigio que atraviesa el  tiempo-espacio. Una ventana a la intimidad de  las sirenas que sólo en este momento, por una gracia inexplicable, ustedes podrán vivenciar.  Ellas prefieren mantenerse en el misterio de la  duda. Saben, o intuyen, que si las encuentran  en algún momento podrían ser sometidas a las  peores formas de cosificación y demás  atrocidades humanas. 
Desde la incomodidad de tener poco  espacio, cantan y recitan historias de hombres  que se entregaron a sus arrullos pero no  supieron amarlas. Ellas desconfían de todos aquellos que,  como Ulises, se atan al mástil de su barco para  no sucumbir al canto de las sirenas. Sólo las  buscan en el secreto de la desolación de alta mar.  ¿Pero cómo hace un hombre para atarse a  sí mismo? En sus relatos, ellas son el pecado de la  carne, la tentación de la cual se resguardan  para no caer. Sin embargo, estas sirenas, saben  que de mitos están hechos los hombres. Los cuerpos recios recuerdan las bacanales  de placer y lujuria. Una vez que ellos callan  esos sentimientos, recuerdan el odio  irrefrenable que sienten hacia esa húmeda  existencia. Allí se inicia la caza incesante que  las lleva al aislamiento, a la extinción, dice la sinopsis de Arrullo de Sirenas.

¿Cómo nace esta obra, Gemma?
La idea fue armar una obra con el objetivo de girarla. Íbamos a trabajar con nuestro arte a Europa y queríamos algo que sea simple de trasladar, por lo que nos enfocamos en los vestuarios, en el maquillaje, en el acordeón y en la interpretación. Queríamos que nuestra puesta sea adaptable, con una técnica simple. Ese fue el primer objetivo. Después, si los espacios tenían recursos de luces o proyector, bueno, le íbamos sumando alguna técnica, pero nada es imprescindible. Cuando quisimos encarar este proyecto buscamos que nos pueda representar a las dos, tanto a Ana Camil como a mí y también porque no a nuestras amigas. Es ahí que encontramos una metáfora que une a las sirenas, o el cuerpo de las sirenas, con el cuerpo o la presencia de una travesti.
Hay similitudes históricas que nos llamaban la atención, analogías de amores prohibidos, del deseo reprimido, de cuerpos que no terminan siendo el de una mujer heterocisnormada, eran situaciones por lo menos que tenían un recorrido similar a lo que implica una existencia travesti en este mundo trans odiante. Nuestro desafío era ¿Cómo salirnos de lugares que nos perpetúan sólo como víctimas?. Y de ahí plantearlo desde una puesta escénica onírica nos permitió corrernos de ese estigma que llevamos las travas tanto en las obras de teatro como en los medios en general.

Hay una superposición de elementos artísticos: música, poesía, imágenes proyectadas… A eso le sumamos lo onírico. ¿Cómo lo pensaron?
Sí. Hay una puesta en escena onírica. Por eso le pusimos concierto poético, y con la necesidad de también plantear el deseo que se siente que hay sobre las sirenas, y que es reprimido en los cuentos mitológicos, cómo los hombres se ataban las manos para no caer en los encantos de las sirenas. Todas metáforas que si una las piensa son situaciones que una ha recorrido por el cuerpo y que sabemos que todavía falta. Entonces al principio por ahí disputar ese deseo con el público o nombrar a los hombres (hetero cis) como si ellos fueran los dueños de decir a quiénes desean y desde el otro lado no exista posibilidad de ser seres deseantes. Nos interesaba focalizar sobre el deseo, sobre la represión, poner en jaque la erótica heteronormada, jugarle una pulseada a lo aprendido y explicitar que nos podemos desear entre nosotras, nuestras existencias travas, que no necesitamos poner el foco en el falocentro de ningún varón hegemónico.

La poesía se vuelve protagonista en esta obra…
Recitamos textos de mi autoría tanto de Andrógina, de El veneno de estas guachitas, de La lluvia llega a todos lados, sumándole una poesía en forma de denuncia bien concreta, un texto de Claudia Rodríguez activista travesti chilena.

¿Cómo organizaron la estructura dramática?
La estructura de la obra es de tres temas. Elegimos un tango cristal que es como que contextualiza el conventillo y contextualiza el mundo de las abuelas, o sea, de las abuelas de conventillo, de las abuelas pobres, digamos. Después tenemos el vals del enamorado y la muerte, que es específicamente un personaje que viene a interactuar con el público, y el final que es Pero no te extraño de Liliana Felipe encontrando conexión con su contenido como dice el tema:
“Para cuando quieras elegir amores
sin promiscuidades como el avestruz
que come y que traga y esconde el pescuezo
como si no más le cantará yo a eso”.
Es una obra que está pensada desde nuestras existencias travestis, y vamos a estar este viernes por primera vez en Sala de Teatro La Batato. Es a La Gorra, y es en Zona Oeste.

Vestuario: @ginapeiretti

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