Patricia Bullrich lanzó un nuevo spot de campaña y ni siquiera intenta disimular la convicción del PRO sobre el uso de las Fuerzas para lograr sus objetivos. “Acá nada es como debería ser y va a hacer falta mucha fuerza para recuperar el orden que perdimos”, afirmó. Además, sostuvo: “El mejor plan del mundo va a tener que defenderse, más que en la teoría económica, en la calle”, dice la precandidata a presidenta. Y agregó: “Ya vimos la agresividad con la que se resiste al cambio, y no podemos darnos el lujo de hacerlo a medias otra vez. Sino es todo, es nada”.
¿A qué se refiere Bullrich con a medias? ¿Acaso será aquello que fomentó como Ministra de Trabajo en el 2001? ¿Habla de cuando decidió recortar, junto a Cavallo, un recorte criminal del 13% a los jubilados? ¿Hablará sobre su rol como Ministra de Seguridad? ¿Se quedó corta con la represión ejecutada en la reforma previsional en el 2017? ¿Se refería al caso de Santiago Maldonado y la construcción del enemigo interno? ¿Se quedó corta cuando enalteció la doctrina Chocobar?
“Llegó el momento de generar grandes cambios estructurales y hacer lo que nunca se hizo”, dice Bullrich como si no estuviera en la política hace 50 años, como si no hubiera tenido un enorme poder de decisión en los últimos 20 años. Nuevamente nos venden lo viejo como novedad dentro de su discurso rancio y caduco.
El uso de la “fuerza” y su desprecio por la política para imponer su voluntad es el espíritu de su nuevo spot, pero también una nueva amenaza pública. Bullrich, la que dijo que la indemnización es un robo, la que no le tiembla el pulso a la hora de saquear a las personas jubiladas, la que tiene como política económica el ajuste, el recorte de presupuesto y la eliminación de los planes sociales. Patricia Bullrich: la de el spot que, aunque no sorprenda, mete miedo.
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