Con todo el circo armado en TN, que celebró el acuerdo macrista-liberal, llegaron anoche Javier Milei y Patricia Bullrich para abrazarse ante las cámaras. Una foto con miradas incómodas de los protagonistas, pero con la sonrisa estampada de los operadores que los rodeaban como a una cumpleañera de 15. “Qué revolución armamos”, llegó a decir el “gatito mimoso” a la ex “montonera asesina”, y el grotesco siguió su camino. Una foto con el “león y el pato”, una amistosa reunión en un canal que de operaciones, transas, y acuerdos por la espalda, conoce y mucho, y una perlita en el detrás de cámara que parece haber pasado desapercibida: “Estos dos siempre consiguen todo”, dice Bullrich sobre Marcelo Bonelli y Edgardo Alfano.
Con pedidos de disculpas de por medio, Ministerios prometidos, un “enemigo común”, y el mandato del “jefe” Mauricio que se sienta lejos de la escena, la alianza abrió un nuevo escenario rompiendo incluso sus propias estructuras. Juntos por el Cambio y el mismo PRO desmantelado, y La Libertad Avanza con bajas importantes, broncas internas, decepciones, y días determinantes para que este sacudón acomode o tire la estantería.
Falta poco para el 19 de noviembre, pero mucho por el minuto a minuto de estrategias, pujas, y arreglos de cara al balotaje. El día a día será determinante como también una elección en la que la ultraderecha se afila detrás del “odio” y de “exterminar” a un partido político. Una acción que la historia conoce, que el pueblo con Memoria no olvida, y que los reivindicadores de la peor “violencia política” hoy se juegan su carta más importante.
Editorial Sudestada
