Postales del Encuentro Plurinacional en Furilofche

Desde cada rincón del país fueron llegando compañerxs hasta la Patagonia para abrazarnos en el 36 Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Intersexuales y no Binaries en Furilofche (Bariloche). Con esa alegría y con esa rabia contenida de saber que la calle es ese lugar que nos reúne para seguir peleando por nuestros derechos. En cada escuela, en cada taller, en cada ronda, pudimos escucharnos y entender que si no estamos juntxs, en este contexto donde intentan arrebatarnos todo, no hay manera de defender cada una de las conquistas alcanzadas. Como esas primeras mujeres que eran pocas pero estaban convencidas de que en el encuentro estaba la salida, generamos redes fuertes en un espacio plurinacional donde nadie quede afuera. En territorio sagrado de nuestras hermanas mapuche, escuchamos a cada una sintiendo esa sangre ancestral que nos recorre el cuerpo. Rebeldes, luchadoras y con el corazón en la mano, cada compañera de la comunidad nos recibió con ese abrazo que nos llena de fuerza. Ahí estuvieron también las compañeras travesti trans, con su resistencia y su dulzura, gritando con nosotrxs para que de una vez por todas se entienda que el encuentro es con las disidencias, con quienes vienen recibiendo la violencia machista hace décadas, con quienes vienen levantando las banderas por el cupo laboral trans y contra los travesticidios. Sin ellas esta lucha no sería la misma.
Marchamos con la vista a la montaña y al lago Nahuel Huapi en una imagen poderosa donde miles nos movilizamos en un día histórico para la ciudad de Furilofche donde por unos días el General genocida Roca estuvo escondido bajo un cultrún mapuche.
El grito de todxs se escuchó fuerte contra los discursos de odio y una derecha que intenta volver para quitarnos lo que es nuestro. Que se enteren los machistas que acá no se rinde nadie y que, como siempre, saldremos a luchar contra la violencia y la misoginia y por cada una de nuestras hermanas que nos arrancaron.
Nos vemos en Jujuy, compañerxs.

Por Editorial Sudestada

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