El “homenaje” de la casta menemista

Por Editorial Sudestada

Luego del “Salón de los próceres” con Menem entre San Martín y Belgrano, ahora le sacan las telarañas al busto de mármol del ex presidente para la reivindicación neoliberal, corrupta y saqueadora de los 90.

Hace instantes inauguraron el busto que estuvo guardado por años. Zulemita Menem le exigió al gobierno de Macri y de Alberto este “homenaje” pero no se concretó. Y ahora Milei, entre patillas y sueños riojanos, intenta lavarle la cara al máximo símbolo de la corrupción nacional, el de las privatizaciones y la venta de armas. 

El de la explosión de Río Tercero y la pizza con champagne. El del indulto con los genocidas libres y el intento de demoler a la Ex ESMA. El de “ramal que para, ramal que cierra” y los pueblos “fantasmas”. El presidente de las “relaciones carnales” que puso siempre a los empresarios por sobre el trabajador, a la frivolidad yanqui, a los country y Miami por sobre el arte y la cultura. El de “los sobres”, el “robo para la Corona”, los atentados, el empobrecimiento, y el estallido final. El que proponía un cambio, una nueva Argentina y replicó lo mismo que Martínez de Hoz. El que hizo de la propia corrupción un chiste nacional, mientras en los barrios el hambre se multiplicaba, los jubilados lloraban y gritaban como Norma Plá, y el laburante sufría el presente y el futuro, como ahora.

“Estamos mal pero venimos bien”, decía Menem allá por los 90, una réplica del discurso del gobierno nacional actual, que bajo las mismas políticas, sumado al fascismo que los caracteriza, los decretos sin necesidad ni urgencia, las privatizaciones indiscriminadas, y lo grotesco que ahonda todo este séquito, hoy reivindica a uno de los peores presidentes de la historia argentina.

Por esa razón atentan contra la memoria, para volver a repetir la historia, abrazarse al olvido, y poder vender -otra vez- los mismos espejitos de colores, las mismas promesas, y reivindicar a quien tiene hoy a parte de su familia y de la casta menemista en la misma Rosada.

Anterior

Nicolás Márquez: “Los desaparecidos no son personas”

Próxima

Genocidio israelí: Destruyen y queman camiones de ayuda humanitaria