El revisionismo anarquista en la piel del tango

“Son 100 años de un viento voraz”, esboza la letra de la canción “Oda a las Huelgas Patagónicas” que va a formar parte de su próximo álbum del Quinteto Negro La Boca, nominado al premio Carlos Gardel como mejor canción de tango.  

Por Pablo Mendoza

Un viento voraz como viene siendo la carrera artística en ascenso de esta agrupación de tango, que se distingue por fusionar su género con otros como el rock, el punk, el folclore, el chamamé, la cumbia, el trap y muchos más sonidos populares y urbanos, con letras con gran contenido anarquista, político y social.
El Quinteto está compuesto actualmente por Pablo Bernaba, dirección, bandoneón y voz; Brisa Videla, voz principal; Oscar Pitanna, contrabajo y bajo eléctrico; Maylen Otero, saxofón; Gastón Ezequiel Ruiz, guitarra y Guillermo Borghi, piano y teclado. El barrio porteño de La Boca los forjó a mediados de 2008. Este colectivo cultural, como ellxs mismo se autodenominan, lanzaron su primer disco “Tango Contaminado” en 2010, un trabajo con mayoría de clásicos versionados, una apuesta más milonguera y tradicional, según lo definió Pablo Bernaba, el fundador del Quinteto.
En 2012, llegó el turno del “Álbum Negro”, un disco con cierto intento de conceptualismo y con más cantidad de temas propios, en el cual aparece la primera versión de la canción “Severino”, en homenaje al anarquista Severino Di Giovanni, con letra de Osvaldo Bayer, cómo nos contó Bernaba.


Sobre el material “Tangos Libertarios” (2014 -15), Pablo expresó: “Es un álbum conceptual, una ópera anarquista con letras de Osvaldo Bayer, música mía y gráfica de Rep, que reivindica las luchas obreras de la primera parte del siglo XX en Argentina. También hay muchas fusiones musicales y grandes invitados como Malena D’Alessio y la murga Falta y Resto (Uruguay), entre otros”.
En 2018, fue la aparición de “Cruces Urbanos” que Bernaba lo definió como “otro disco conceptual, en dónde se exacerban las fusiones y los cruces llevando al tango a límites impensados, mezclandolo con diversos géneros musicales con protagonistas de distintos estilos como Chango Spasiuk, 2 Minutos, La Mississippi, por solo nombrar algunos y hasta un gran cruce con el gran Eduardo Galeano (en referencia a que le pusieron música al poema Los Nadies) y el arte visual de Rocambole”. Hasta el momento, su último álbum es “Cruces Urbanos Vol. 2” del 2020. Con respecto a este trabajo, el badoneonista afirmó: “es una continuidad del disco anterior, se agregan más géneros de la mano de Miss Bolivia, Dakillah, Víctor Heredia, Dancing Mood, Kapanga y Raly Barrionuevo, entre tantos otros”.
Estos dos últimos discos fueron nominados a los premios Carlos Gardel en 2019 y 2021, pero no tuvieron la fortuna de ganarlo. Sin embargo, el 16 de mayo La Molotov del Tango, como es conocido el QNLB en el universo del tango, tendrá la posibilidad de ser un viento voraz y arrasar con el premio a la mejor canción de tango.

Anterior

Oesterheld, querido viejo

Próxima

“Las mujeres seguimos estando expuestas a las violencias”