El viernes 14 de abril se presentará el libro póstumo “El Ultraje de los dioses” de Vicente Zito Lema

El viernes 14 de abril, a las 19:30hs, en Barbecho (Remedios de Escalada de San Martín 832 en la Ciudad de Buenos Aires), se llevará adelante la presentación del libro póstumo El ultraje de los dioses: el crimen de la pobreza y la belleza espantada de Vicente Zito Lema por parte de sus amigos y colegas escritores. El lugar elegido, para este momento tan importante, es un espacio que él quería mucho y que elegía para hacer muchas de sus actividades literarias y vinculadas a la psicología social. Actualmente funciona allí la escuela de arteterapia que Vicente presidía. Quienes acompañarán este momento se han expresado de diferente manera para homenajear a quien ha mancado el camino de muchas y muchos de nosotros.

Por Editorial Sudestada

Ser parte de la presentación del último libro de Vicente para mí es, como él decía, un acto de resucitación, de rememoración pero esencialmente un acto de amor. Amor que he recibido durante décadas de su parte y que me llevará toda mi vida corresponder. Para Barbecho es seguir homenajeando a un inmenso poeta, intelectual y luchador social que fue parte del nacimiento de nuestra institución. Por todo esto y muchísimo más que llevaría hojas describir. Agradezco a su eterna compañera Regine por elegirnos para la presentación del libro, a Editorial Sudestada y especialmente a Natalia Bericat por editarlo y prologarlo. Y por supuesto a todos los que siguen amando a uno de los poetas y luchadores más grandes de la historia argentina, dijo Oscar Mongiano, Director General de Barbecho: un espacio para el cuerpo y la cultura.

La presentación estará a cargo del espacio Barbecho y además acompañarán la escritora Natalia Bericat, Matías de Rioja y Fabio Lacolla, psicólogos y amigos de Vicente. Las palabras de todos serán enlazadas con el arte, la voz y la música de Julia Molinari y Martín Tesouro. Creo en la eternidad de la vida. Hemos conversado con Vicente del tiempo sin comienzo ni fin. Elegí está canción que a él le gustaba como una ofrenda, un ritual, un mantra, un viaje que sin duda nos une para siempre, expresó Julia.
Presentar el libro póstumo de Vicente es rememorar nuestras largas caminatas por la Patagonia. Ideas peripatéticas para mis libros y los suyos. Vicente era un gran preguntador se interesaba de verdad por la gente que quería. Seguir leyendo su obra es para mi la oportunidad de seguir caminado junto a él, escribió Fabio Lacolla.

HOMBRE FARO (Matías de Rioja)
Con su andar cansino,
con su segura lentitud,
con su espalda llena de historias,
Vicente va resistiendo lo irreversible del tiempo,
trayendo en cada paso una ausencia.
Vicente camina y se detiene,
alguien se acerca a pedirle un gesto,
una foto, una sonrisa, un apretón de manos.
Y entonces Vicente comienza a hablar,
saca su ametralladora de palabras,
escupiendo mariposas por la boca,
sacudiéndonos de tanta anestesia cotidiana,
convirtiendo el dolor en esperanza.
Y del otro lado las pupilas se dilatan,
los oídos se amplifican
y eso que Vicente narra es una voz polifónica,
como si en esa voz estuvieran las voces que ya no están pero persisten,
la voz de Rodolfo, la de Roby, la de Mugica, la de Julio,
y todas las voces silenciadas por los alguaciles del mal.
Y las palabras nos retuercen las vísceras,
nos golpean el rostro, nos abrazan el pecho,
volviéndonos acaso dignos por un instante.
Y tal vez el viejo no sepa que él es un Faro,
que él se ha vuelto luz para todos aquellos
que a veces nos perdemos en la miseria del mundo,
sentimos la batalla perdida,
el horizonte demasiado lejos,
y que la utopía ha cesado.
Sí, Vicente es un faro, un faro gigante y generoso,
un sabio con las patas en el barro,
que renuncia a los elogios, que reniega del poder,
aferrándose a una ética de la resistencia ya casi extinta,
irrumpiendo con ternura antes quienes inflan el pecho festejando la muerte,
enseñándonos que el amor es ante todo un acto,
y marcándonos con fuego el alma con la sensación de que se puede,
que habrá que resistir ante este mar de indiferencia,
pero que para eso están los tipos como Vicente,
para eso están los hombres faro,
para llenar de luz el horizonte,
para esquivar la noche que acecha,
para multiplicar las vidas negadas y vencer a la muerte,
porque se puede, como dice el hombre faro, claro que se puede.

Poesía para Vicente (Martín Tesouro)
Cuando una estrella y una huella se asemejan,
y es la posta encontrarnos en camino,
paso a paso por las piedras del amor,
en precipicios y tormentas,
cuando se exige al sentimiento que no mienta,
y robe o haga lo que lata en su verdad,
cuando es auténtico el tambor que nos orienta en la batalla…
damos gracias,
maravilla abismal de la magia de la vida,
por unir las ramas parias.
Acá estamos y andaremos,
Rocinantes un poco en tu ausencia,
que se hace presencia en ése perro, negro,
que le ladra a las sombras sepultadas,
en las paredes promiscuas y verdugas,
en cada loco que naufraga,
en los jardines del hospicio con sus ventanas dentadas,
en los ojos de las flores que revientan el barro a gritos,
en las trincheras cavadas en el medio del pecho,
donde acunamos entre tangos la memoria,
en el llanto del que crece entre los brazos decididos a vivir en libertad…
Vicente, tu nombre de mar, de lucha y de poesía,
nos llega en un zorzal que en los libros se suicida,
en un aullido inclemente como la luz de la mañana,
desdeñando panaceas, mariposa de vino,
como un aguayo,
una bandera de compromiso con la justicia y la belleza.

RETUMBAN TUS VERSOS (Natalia Bericat)
Retumban tus preguntas
como taladros urgentes;
vuelve tu voz y un eco
con mensajes de cristal.
Retumban tus versos
junto a la orilla del río:
trozos de viento
astillas huérfanas
y una música que ruge
en el cuerpo de los mortales;
son rayos de luna
en la boca del lobo;
son estrellas en polvo
en el corazón de la noche
“¿Qué hacías con el amor
mientras el otro sufría?”,
recita el poeta;
una gota de barro
se pega en los ojos
del que mira y no ve.
-lentes en el alma
aguacero de pena
en la tierra prometida-.
Retumban tus pasos
en el firmamento de los dioses
llegaste a la cima
de la resurrección,
estás cantando
con los ángeles rebeldes;
estás escribiendo
sobre la herida del mundo.
La eternidad es un espejo
de hojas verdes
donde los árboles nacen
cada mañana;
la poesía se burla de la muerte
y te devuelve al instante
en el que la belleza
es ese pájaro que vuela
hasta las pupilas
de la eternidad.

Foto de @chachapumafoto

*La presentación en Espacio Barbecho es libre y gratuita y podrán adquirir allí el libro de Vicente

Podés conseguir los libros de Zito Lema en Librería Sudestada

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