En su ponencia destacó que la violencia estética “es sexista, ya que se impone principalmente a las mujeres”. Con un lleno total, la investigadora y feminista afrodescendiente Esther Pineda se presentó en la Feria Internacional del Libro Recoleta 2023 en Chile, y estuvo acompañada por la escritora chilena Nerea de Ugarte, fundadora del colectivo social La Rebelión del Cuerpo.
Con alta presencia de público se viene desarrollando la primera Feria Internacional del Libro de las Ciencias Sociales Recoleta 2023, que abrió sus puertas el jueves 6 de abril y verá pasar por el Zócalo de la Municipalidad de Recoleta durante 11 días a destacados escritores e intelectuales de todo el mundo.
Ayer -viernes 7 de abril- fue el turno de la feminista y escritora venezolana Esther Pineda quien ante más de 500 personas, que repletaron uno de los escenarios principales del evento, dictó su ponencia “Bellas para morir por ser mujer”, junto a la escritora chilena Nerea de Ugarte, fundadora del colectivo social La Rebelión del Cuerpo, abordando las diferentes aristas en torno a la violencia estética a la que son sometidas las mujeres.
“Esta violencia es sexista, ya que se impone principalmente a las mujeres”, señaló la académica e investigadora venezolana, quien agregó qué hay “una sociedad que sigue siendo hostil, discriminatoria e invasiva con los cuerpos de otras personas”.
En este sentido, Pineda expresó que “propongo el concepto de violencia estética, que es física, psicológica y social, porque tiene consecuencias económicas, laborales, en la forma en la que nos relacionamos con otros. Esta forma de violencia se construye a través de discursos, representaciones, interacciones e instituciones sociales que han intervenido en la concepción de belleza y en la forma que respondemos a los ideales de belleza”, recalcando que “esta violencia es sexista, ya que se impone principalmente a las mujeres”.
Junto con eso, la investigadora fue clara en señalar que una variable de la violencia estética es “el racismo, porque el ideal de belleza se construye sobre la idea de blanquitud. No ha habido un canon de belleza que reconozca la diversidad étnico-racial como bella, salvo cuando intentan alejarse de las características raciales y que te acercan a la mujer blanca”.
Por ello, explica Esther Pineda que su motivación para escribir respecto de los estereotipos de belleza, la violencia estética “es el hecho de haberla vivido por el color de nuestra piel, por la forma de nuestro cuerpo, siempre hay una cosa cosa que nos coloca en el no lugar de la belleza”.
“Si hay una sociedad que sigue siendo hostil, discriminatoria e invasiva con los cuerpos de otras personas, siempre va a tener un impacto psicológico y físico sobre ellas. Cuando reproducimos esa idea de que ‘el problema eres tú’, estamos avalando la continuidad de esa violencia y esa discriminación”, sostiene la autora venezolana, la que apunta a que “tenemos que trabajar para alcanzar una sociedad donde no hayan estas discriminaciones, donde no se reproduzcan este tipo de violencias”.
Finalmente, Pineda plantea la necesidad de que la Violencia Estética debe reconocerse como “un problema político», haciendo énfasis en que “hemos sido socializadas de una forma tan sistemática, tan histórica y tan violenta, que se nos impone la belleza como constitutivo de la feminidad, que, incluso teniendo formación feminista, hay resistencia a reconocer esta problemática como algo que se nos impone, porque es uno de los pocos espacios -la modificación del cuerpo- donde las mujeres insisten que es autónomo y porque necesitan verse bien”.
Fuente El Ciudadano
