Por Editorial Sudestada
Desde el 7 de octubre, el terrorismo israelí asesinó a casi 9 mil personas, de las cuales el 70% son niños, niñas y mujeres.
La Naciones Unidas sostuvo que “El nivel de destrucción no tiene precedentes”. A partir del ataque del Hamas, Israel profundizó el plan de exterminio hacia el pueblo palestino, con el aval de las potencias mundiales y del imperio de los EEUU, que además envió al territorio tropas de elite. Ayer mismo el ejército de Israel bombardeó Jabalia, el más grande de los ocho campos de refugiados en la Franja de Gaza. Ya lo había advertido hace unas semanas el Ministro de Seguridad israelí: “Lo único que necesita llegar a Gaza son cientos de toneladas de explosivos de la fuerza aérea, no ayuda humanitaria”. Y el genocidio que lleva décadas de operaciones y aniquilamiento hora a hora, se agudiza. Alrededor de 9 mil palestinos fueron asesinados en menos de un mes, entre ellos más de 3.500 niños y niñas, y más de 2 mil mujeres. Pero como una realidad mucho más cruda, el número aumenta a la par que la indiferencia de una gran parte del mundo que cuando ve una bandera palestina, baja la mirada. Desde Israel, y los medios cómplices, sostienen que la ofensiva es contra Hamas, cuando en realidad es contra el pueblo palestino que minuto a minuto se encuentra contra el paredón.
Para Unicef, la situación en Gaza es “Un cementerio de niños y niñas”, y las imágenes estremecen. Mientras esto sucede, las vidas arrebatadas por el terrorismo israelí practicamente no se muestran, pero sí desde los medios hegemónicos que dominan la agenda -de manera sistemática- publican las caras y las historias de vida de los rehenes israelíes.
Un cementerio de niños y niñas. Una definición que responde a cualquier duda, mala información, o incluso a quienes pretenden instalar la teoría de la “guerra” o conflicto. Esto es genocidio, llevado adelante durante décadas y con el silencio como escudo.
El presente preocupa y el futuro no visualiza otro horizonte que más muertes, bombardeos, ataques a la población civil, y con un nudo en la garganta: más niñas y niños palestinos asesinados.
