¿Hasta dónde tenemos que aguantar?

Texto y fotos por German Romeo Pena

Otra vez el FMI. Otra vez viejos nuevos discursos que intentan hacernos entrar en razón sobre lo conveniente de pagar deudas que no son nuestras. Otra vez los grandes medios vendiendo mierda al por mayor, acusando a quienes expresan su bronca de estar movilizados por intereses políticos. Y yo me pregunto ¿Quién no se mueve por algún interés? La diferencia, para mí, al menos, quizás peque de ingenuo, está en que esos intereses sean la expresión colectiva, que atrofiada de ser silenciada, de ser postergada, emana como puede y dice entre balbuceos: “no; otra vez no”. Es así. Los que no tienen los medios, los que no tienen los recursos, son quienes van a pagar el costo del choreo. Con piedras en la mano dicen “ya fue, ya está bien de ese cuentito”.
Tengo pocas certezas, dos de ellas son: que las estafas no se pagan, que la policía reprima una expresión popular está mal siempre, en 2017, en 2022, o cuando sea. Lo otro que me queda en la cabeza es, ¿Hasta cuándo pretenden que bajemos la cabeza? ¿Hasta dónde tenemos que aguantar? Como evidentemente soy tosco con la palabra, apelo a la imagen, esto es lo que vi, y obviamente no intenta ser objetivo.

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