Juicio Maxim Tabari: revictimización y transodio en Traslasierra

Maxim es una mujer trans de Villa Sarmiento, Córdoba. Hace diez años sufrió dos ataques en su casa que podían haber terminado en un travesticidio. Dos hombres ingresaron en su domicilio y la atacaron con un palo dejándole graves daños físicos y emocionales. En ese momento, Maxim estuvo hospitalizada y se abrió una causa que recién ahora esta siendo llevada a juicio. La carátula se denomina “Farías Matías Enrique y otro, por homicidio calificado por alevosía con la intervención de un menor de 18 años en grado de tentativa” y desde Casa Diversa, organización de Traslasierra, han manifestado que “en ningún lugar incluye la explicación social que generan estos crímenes, el transodio que día a día vulnera los derechos de las diversidades en este territorio”.
Además del hecho de violencia que vivió hace diez años, la justicia está vulnerando y generando un segundo grado de transodio ya que no la dejan entrar a su propio juicio y ha recibido maltrato durante el transcurso del mismo. Por intermedio de Gemma Ríos, activista, escritora y actriz trans, pudimos comunicarnos con ella para que nos relate esta situación que está viviendo y la importancia de alcanzar justicia.

Por Gemma Ríos

¿Cómo fue ese primer hecho donde vos fuiste violentada? ¿Cuándo ocurrió?
Fue en el 2011. Yo tuve problemas con Matías Farías, alias “El Forta”. Hice una denuncia porque él entró a mi casa a romper mis cosas. Me rompió la puerta, los muebles y me amenazó con un cuchillo. Por suerte me pude defender y sacarlo de mi casa. Llamé a la policía, pero llegaron mucho después para decirme que haga la denuncia. Cuando fui a hacerla, me ponían excusas y no me la querían tomar. Fui a contar todos los hechos en la radio y también conté otras situaciones que había vivido antes y que siempre se taparon. Cuando tenía 10 años fui violada por un chico de 18 años y nunca pasó nada con eso. La justicia tapó todo.
Volviendo a lo que pasó, unos años después, volví a ser atacada en mi casa por Matías Farías y otra persona que está prófugo ahora. Me pegaron muy fuerte con un palo mientras yo estaba durmiendo.
Estoy esperando que la justicia haga algo. Matías Farías está juzgado por otras causas ya que él atacó la casa de otra mujer (él vendía marihuana y había perdido cosas que entró a buscar ahí) y además apuñaló a un policía. Ahora tienen que ver si lo juzgan también por lo que hizo conmigo. Toda la vida desde la justicia decidieron sobre mí y ahora quiero saber qué van a a hacer con esto. Quiero saber si voy a lograr de una vez justicia o no. El juicio tendría que haber sido el año pasado y pareciera que quieren que siga pasando el tiempo para que prescriba. Solo quiero no seguir recibiendo tanta humillación por parte de ellos. No me dejan ni entrar al Tribunal, siendo yo la propia víctima. Después de eso estuve descompuesta una semana, con dolor de cabeza, con vómitos, con dolor de panza por la angustia y los mismos nervios que pasé.

Estamos acá también con Casa Diversa, Organización de Traslasierra de disidencias sexuales y queremos saber cuáles son las irregularidades que están sucediendo en este juicio…
Cuando Maxim declara se dan cuenta que no estaba el palo con el que le pegaron (que sería la prueba). En el expediente no dice casi nada de lo que ella cuenta ahora, después de diez años sigue habiendo cosas que no figuran ahí. Ella contó que, cuando hizo la denuncia, rompió el papel dos veces porque la persona que tomaba la denuncia no escribía lo que ella le iba narrando. Ponían otras cosas.
Cuando salió del hospital tenía coágulos en un ojo y no venía bien pero pudo leer que lo que decía la declaración que le tomó el fiscal y los abogados no era lo que ella había dicho. Ella después de un tiempo recordó todo lo que había pasado. Primero pusieron en la caratula “lesiones leves”, después “lesiones graves” y después “intento de homicidio”. No hay fotos de la escena donde ocurrió todo. Está mal instruida desde un principio la causa. En el momento del ataque recibió ayuda de un vecino y de sus hermanas. Maxim perdía mucha sangre y la policía no entraba a la casa a ayudarla.


Por oden del juez no dejan entrar a Casa Diversa y a la Mesa de DDHH al juicio. No hay muchas más razón. Es un juicio público y el mismo lunes nos enteramos que no podemos entrar. Algo de la carátula de la causa es que cuando el abogado plantea “Homicidio” nosotrxs planteamos que fue un “intento de travesticidio”. Es ya una figura legal y además planteamos que son claramente dos hechos de transodio. No es solo un hecho de violencia, sino que implica que son nuestras identidades las que son vulneradas y violentadas constantemente.
Nunca pidieron la historia clínica de Maxim y cuando ella la quiso presentar no se la recibieron. Fueron rechazadas todas las pruebas que quiso presentar a la causa. Hay testigos que no fueron llamados ni están anotados.

¿Cómo sigue adelante el juicio?
A partir de ahora, el lunes, van a hacer una revisación médica por los golpes y van a recibir el resto de las pruebas. El martes 21 de marzo hay nuevos testigos y a la semana siguiente los alegatos para poder tener una sentencia antes del primero de abril. La Fiscal se llama Eugenia Ferreyra y el presidente del tribunal Carlos Escudero son los que decidieron que no entremos al juicio. Es importante que se apoye este juicio con presencia en el Juzgado y que podamos acompañar a Maxim en este momento de pedido de justicia.

¿Querés decirnos algo más, Maxim?
Siempre trato de dejar el mismo mensaje: no se callen. Aprendan a pelear por sus sueños, por su identidad. Cada unx es dueño de su vida y escribe su propia historia. No necesitamos que nadie nos diga como tenemos que comportarnos o como ser. Somos personas libres. No le hacemos mal a nadie. Me siento que soy una persona buena: ayudo a mucha gente, estoy en un comedor donde colaboro y doy clases además para niñxs. Tenemos que aprender a soñar. Todo es posible en la vida.

Foto: @faustoruda
Foto: @faustoruda

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