Justicia para Luna: última audiencia y la lucha por una condena ejemplar para su abusador

Hace casi 12 años que Yama Corín, mamá protectora de Luna e integrante de Mundanas Agrupación feminista, viene pidiendo justicia para su hija. Luna fue abusada por su progenitor y nunca fue escuchada por la justicia. En este momento, y siendo una adulta, le toca atravesar el juicio por abuso sexual en su infancia esperando una condena que pueda reparar algo de todo lo que tuvo que vivir. Desde el martes 8 de agosto que en Tribunales de Capital Federal se está llevando adelante este juicio y el próximo martes 31 es la última audiencia. Los plazos previstos fueron más que duplicados y se espera una sentencia para el mes de noviembre. En diálogo con Sudestada, conversamos con Yama sobre lo que significa hoy esta instancia que tanto costó alcanzar.

Por Editorial Sudestada

¿Cómo llegás hoy a este final de Juicio, Yama?
Llegar al juicio implicó casi 12 años de lucha. Cuando tuvimos la fecha, nos pareció increíble que fueran siete las fechas, que tuviera casi un mes de duración, porque iba a ser desde el 8 al 31 de agosto, y pensaba que iba a ser intransitable tanto tiempo, y sin embargo se extendió a tres meses, al doble de audiencias (fueron 14). Realmente la primera expectativa es realmente que esto termine. O sea, fue un tiempo como un paréntesis en nuestras vidas, como una imposibilidad de seguir con otra cosa. Es realmente tortuoso transitar un tiempo en el cual lo único que estamos haciendo es estar en un juicio, donde cada una de las audiencias tiene un impacto emocional enorme, tanto sea por lo doloroso que es escuchar lo cierto de lo que sucedió, como lo violento que es la estrategia de la defensa, que tiene que ver con el ataque a mi persona, y sobre todo argumentando la militancia feminista, y sosteniendo en esa argumentación todo un planteo político que tiene que ver con un posicionamiento antiderechos, que es lo que se está discutiendo a nivel nacional.


Por eso también es tan aberrante y provoca tanto miedo, porque lo que se está discutiendo adentro de la sala es lo que se está discutiendo también en el país. Eso es muy impactante. Lo primero que necesito es que esto termine y que empiece a ser él quien pague la condena y nosotras tener una vida libre de un proceso judicial. Escuchar los alegatos del fiscal fue realmente de un grado de impacto enorme, porque por primera vez en 12 años escuchamos de parte de alguien que es de la estructura del aparato judicial, algo que tenía que ver con la comprensión de Luna como persona, valorando su palabra, su historia y su relato como lo que es, como un ser humano, como una persona que tiene una historia, que lo que dice es porque no tiene otra razón que contar su verdad. Fue muy importante que valorara que todas las personas que declararon aportaron de forma congruente lo que tenían para decir en relación a lo que vivieron de su parte al lado nuestro. Las psicólogas y peritos, de forma contundente y científica, también aportaron lo propio.


En el caso de la defensa, lo que hizo fue defenderse desde su ONG y propósito que tiene que ver con la premisa de que “las denuncias son falsas” y la defensa al abusador y a otros abusadores trataron de forzar las pruebas en ese sentido. Realmente fue muy importante escuchar esos alegatos. Lo que sí nos pasó, me pasó a mí, nos pasó a las dos, es que no se expidió en relación al momento de cuándo debería ser detenido el acusado y para nosotras eso es muy importante porque si él es condenado, pero no tiene prisión efectiva a partir de este momento, lo que sucede es que tendríamos que esperar que quede firme y eso puede pasar en un año o dos o más. Esto implica que para nosotras sigue un proceso abierto y que él, a pesar de ser condenado, sí se vuelve a su casa, es una extensión de la impunidad con la que viene transitando efectivamente estos 12 años.
Esto es lo que en este momento a nosotras nos angustia y nos preocupa, por lo cual utilizo este espacio para reafirmar la necesidad de que este juicio termine con él empezando su condena y para nosotras terminando este proceso para poder tener una vida. Justicia es que él efectivamente empiece a pagar, o sea que la condena empieza con él condenado y en prisión.
Esta es una conquista colectiva y que el martes estemos ahí en la calle, como lo pudimos sostener todas estas fechas, es increíble porque a pesar de que se fueron extendiendo al doble las audiencias, que hayamos podido sostener los cuerpos en la calle, es una muestra enorme del compromiso y el amor colectivo.

*Ultima audiencia martes 31 de octubre a las 9:30hs en Lavalle 1171

Anterior

Gestaciones orgullosas y disidentes en la Maternidad Estela de Carlotto 

Próxima

No es de ahora: La esclipsada, ¿quién fue Lee Krasner?