“La interpretación tiene un lugar dedicado a ser un puente con algo que nos une a todes”

Fotógrafa: Irina de Darás

Rocío Katz es artista, integrante de la banda Miau Trío y actualmente está en teclados y voces para el show que homenajea a Charly García, La Canción Sin Fin. En diálogo con Sudestada, habló sobre su relación con la música, el trabajo con el trío musical y su participación en el espectáculo conducido por Sebastián Furman.

Por Florencia Da Silva

¿Cuándo empieza tu interés por la música? 
No recuerdo un momento específico donde se haya despertado el interés por la música, porque creo que estuvo siempre. Siempre escuché mucha música y desde que tengo memoria canto y toco instrumentos. Tardé bastante en darme cuenta de que iba a dedicarme a esto, pero siempre fue parte de mí vida y de una forma muy natural.

¿Cómo surgió Miau Trío? ¿Y por qué eligieron el jazz de los 20, 30? No es un género que se haya abordado demasiado en nuestro país. 
Con las chicas nos conocimos estudiando música y teníamos ganas de juntarnos a tocar. Elegimos ese estilo medio de casualidad. Las tres venimos de palos muy distintos y no estudiábamos específicamente jazz, pero a todas nos gustaba mucho el swing y cuando nos juntamos a hacer una canción de las Boswell Sisters, que cantan a tres voces, fue como un flechazo. Nos enamoramos del género y de cantar juntas. Siempre lo encaramos como un disparador para experimentar, no intentamos ser una banda tributo y de hecho nuestras versiones se salen un poco de lo más tradicional. El jazz es música popular y nosotras lo mezclamos bastante con los otros géneros que nos atraviesan y conmueven. Y eso se nota mucho en el vivo también.

Foto: Sofía Martinsen

¿Cómo componen y trabajan las canciones?
Cuando empezamos a componer nos dimos cuenta de que Miau Trio es una especie de monstruo de tres cabezas, que tiene una voz distinta a la voz de cada una por separado. Nos salen canciones que son una mezcla de las tres. El hilo conductor es las tres voces sonando juntas, pero las melodías, las armonías, no se desprenden del jazz, que fue la música que empezamos haciendo, sino una mezcla de todo nuestro recorrido. Para componer trabajamos las tres juntas, a veces empezamos por una propuesta que trae alguna, pero metemos mano las tres y siempre termina siendo una artesanía en equipo.

Tienen una canción, Amiga, que es muy hermosa y distinta de las que tienen. No solo habla de la amistad, sino también de la sororidad ¿Cómo pensaron esa canción?
Compusimos Amiga en cuarentena. Como no nos podíamos ver, nos juntábamos por videollamada y hablábamos por teléfono, pero no podíamos cantar al mismo tiempo por el desfasaje de la llamada. La canción la hicimos así, por videollamada, mandandonos partes, silenciando los micrófonos para grabar pedazos, muy extraño. Nos dijimos lo que sentíamos, estábamos aisladas pero nos acompañamos mucho, desde siempre, y fue nuestra manera de estar más cerca y honrar nuestra amistad. Cuando nos pudimos juntar presencial y la cantamos fue impresionante.

Estamos en un momento en el que se valora el rol de las mujeres en la música, que tantos años quedaron en las sombras. ¿Cómo analizás esta situación mirando desde adentro? 
Creo que es como en todos los rubros: una lucha diaria. Estamos en un momento muy bisagra en ese sentido, las últimas décadas, los últimos años sobre todo. Los cambios son vertiginosos, torpes, hay de pronto mucha conciencia en muchos ambientes y espacios, y un día caes en uno que parece de la prehistoria. Todavía está todo muy en reconfiguración, nosotras mismas estamos en esa. Es un aprendizaje diario, muy motivador y esperanzador, pero sigue siendo una lucha cotidiana.

¿Qué músicas argentinas las inspiran? Con la serie de Fito estamos todes muy emocionades viendo a personajes muy queridos, pero también es un buen momento para recordarlas a ellas. 
Uf, ¡tantas! Puedo nombrar a algunas más icónicas: La Negra Sosa, María Elena Walsh, Epumer, Marta Argerich, Juana Molina, Hilda, Fabi Cantilo, pero también me inspiran las mujeres de hoy como Marilina, Noelia Recalde, les Eruca, posta siento que puedo seguir y no termino más, me inspiran diariamente las mujeres de la escena musical actual.

Foto: Nadia Guzmán

Actualmente sos parte del espectáculo La canción sin fin, que fue un éxito ¿cómo te resultó esa experiencia? ¿Qué significa para vos tocar canciones de rock, de Charly, que marcaron a tantos en la historia de nuestro país? 
Tocar en La Canción sin Fin se siente muy diferente a tocar en los otros proyectos en los que estuve o estoy. Es un poco como ser un canal para conectar a la gente con algo que es suyo. Porque estamos haciendo eso, acercando, reproduciendo, homenajeando la música de Charly, intentando ser lo más fieles posibles al disco, eso es re loco. La interpretación tiene un lugar muy específico y dedicado a ser un puente con algo que nos une a todes. Y además, es mí música favorita, me divierto y flasheo en colores tocándola. Eso también es muy distinto. Subirse a un escenario a tocar tu música favorita es rarísimo y espectacular.

¿Tienen o tenés futuros proyectos que nos quieran contar? 
Con Miau Trío estamos grabando un disco que me tiene enamorada. Son todas canciones nuestras. Es muy muy distinto a lo que venimos haciendo y es como ver crecer eso que somos juntas, la música que sale de lo que somos cuando estamos las tres. Nos sorprendemos a nosotras mismas con lo que está saliendo, es muy inesperado y divertido. Lo estamos produciendo con Tweety González, que es un motor motivador del bien, una maravilla trabajar con él. La verdad, todo el entusiasmo puesto ahí, disfrutando del proceso y esperando con ansias el estreno (pronto).

Anterior

León Ferrari: devorador de infiernos

Próxima

La reserva no se vende, se defiende