Por Editorial Sudestada
Sobre el “discurso” del diputado radical y la condena al pueblo argentino
Vota a favor de la Ley de Bases pero larga un “discurso” contra Milei y el gobierno nacional. Ejecuta oficialismo y juega a oposición. Su bloque le delega las facultades extraordinarias al presidente pero “lo van a estar observando”. Votan a favor de la destrucción y de la condena a nuestro país, pero “la soberanía y el ajuste…”. De Loredo -uno de los traidores de la patria que hoy volvieron a entregarnos- es el fiel reflejo de la clase política especuladora, transa, “dialoguista” -que significa negociar por detrás- y la representación de la UCR frente al neoliberalismo salvaje, empobrecedor y su complicidad histórica con el modelo entreguista.
De Loredo, hace justo una semana, salió a “movilizarse” por la educación pública y las universidades nacionales, y fue escrachado. Al otro día, cuando se podía debatir sobre el presupuesto de las universidades, su bloque -y él- “abandonaron y no dieron quórum”. Y cuando salió luego de eso a la vereda a decir que “la gente me trata bien en la calle”, un colectivero lo expuso de una manera notable. El juego a dos puntas de De Loredo es peor que los traidores a la patria que levantan la mano y se hacen cargo. El “no quedar pegado” demuestra que lo que hoy se aprobó es una condena que viene a arrasar estas tierras con todos los que estamos adentro.
La Ley de Bases, un recorte de la Ley Ómnibus, fue aprobada en general, y ahora se votará en lo particular. Los traidores a la patria desfilan detrás de más de 20 horas de “debate”, y días anteriores de negociados. Lo que nos espera de cara al futuro es mucho peor de lo que pensábamos. Este plan no solo lo propone el gobierno nacional, sino que está respaldado por el Congreso, que nos entrega, que nos condena, que firma el “remate” de la Argentina, pero que cuando se discursea o salen a hablar en los medios, dicen “estar en otra vereda”.
De Loredo y toda esta runfla de funcionales al fascismo, hoy nos vendieron al mejor postor. Hoy en el Congreso de la Nación firmaron la sentencia del pueblo argentino.
