Licencias parentales: en búsqueda de la igualdad en las tareas de cuidado

El pasado 16 de mayo comenzaron, en el Congreso de la Nación, las comisiones para debatir cerca de cincuenta proyectos en busca de la creación de una ley para aumentar los días de licencias parentales que otorgue una igualdad en las tareas de cuidado.

Por Celeste Almada

En la actualidad, cuando hay un nacimiento, las personas gestantes tienen 90 días de licencia laboral para el cuidado de su hije. En el caso del otrx progenitorx son sólo dos días. En ese sentido, el sistema sostiene que los cuidados de las niñeces sólo recaen en la persona que gestó.
El proyecto “Cuidar en Igualdad”,  impulsado por el Poder Ejecutivo, elaborado por el ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad junto al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, establece la creación del Sistema Integral de Cuidados de Argentina con perspectiva de género (SINCA) y la modificación del régimen de licencias en los sectores públicos y privados para ampliar los derechos de lxs trabajadorxs que se desempeñen en relación de dependencia, monotributistas, monotributistas sociales o autónomos/as.  Por otra parte  también se encuentra la propuesta de la Campaña Paternar: 30 días, 30 argumentos, en la que busca igualar condiciones de cuidado parental co-responsable.
En diálogo con Revista Sudestada, Juan Manuel Sosa, integrante de la agrupación Desarmarnos de la filial de la ciudad de Viedma, y parte de la mesa nacional de la campaña Paternar, sostuvo: “En el Congreso se abrieron comisiones donde se tratan cerca de cincuenta proyectos sobre licencias y cuidados. El que envía el Ejecutivo es uno de los proyectos. Nosotros desde la campaña habíamos presentado en su momento, 30 razones para tener 30 días de licencia. Si bien seguía siendo poco, entendíamos que era un avance ya que en actualidad las personas no gestantes sólo tenemos dos días. Cuando sos padre no te alcanza ni para hacer los trámites esos dos días, te sacás vacaciones, buscás algún certificado médico para estirar cinco días más. Es lo que se suele hacer porque es necesario”.
Las licencias parentales en la actualidad se otorgan a personas progenitoras dentro de una estructura laboral de relación de dependencia. Lo que busca esta ley es que sea más abarcativo, que sean incluidos también personas adoptantes, autónomos, monotributistas y trabajadorxs de la economía popular.
Los proyectos de ley proponen que la extensión de licencias sea progresiva. En el caso de las personas gestantes, que de 90 pasen a 126 días, mientras que para la otra persona progenitora sea en cinco fases en un lapso de ocho años.  Ni bien se establezca la ley 15 días, a los dos años 30 días, a los cuatro 45 días, a los seis años 60 días y la última fase -a los ocho años- 90 días de licencia. Los mismos derechos serían para las personas adoptantes y para todxs lxs trabajadorxs por igual.
Lo que también es interesante rescatar es que en las comisiones, las que más participan en el debate son legisladoras. En este sentido, Juan Manuel Sosa sostiene: “Cerca de un 90% de mujeres legisladoras son las que hablan, los legisladores varones son pocos y hablan poco. Es algo para analizar, ¿a quiénes se está llegando con estas campaña y quiénes realmente están poniendo el cuerpo?”.

¿Cuáles son las tareas de cuidado?
Son todas las actividades que hacemos a diario para asegurar nuestra subsistencia y la de las otras personas con las que convivimos en la casa. Cocinar, limpiar, ordenar, hacer las compras o estar al cuidado de niñxs, personas mayores o personas con discapacidad. Según un informe del INDEC,  en nuestro país, las mujeres pasan entre 5 y 7 horas por día haciendo trabajo de cuidado no remunerado, mientras que los varones dedican en promedio sólo de 2 horas diarias. 
En la pandemia, la carga de cuidado aumentó y fue absorbida sobre todo por las mujeres aproximadamente en un 65% de los casos. Esa feminización del trabajo gratuito de cuidado no solo impacta en la vida económica de las mujeres, explicando parte de la “inactividad”, el desempleo y la informalidad en Argentina, sino que también produce pobreza y desigualdad en las familias. 
Las mujeres de familias de altos ingresos pagan por los servicios de cuidado, que en su mayoría también son mujeres, lo que les permite seguir trabajando. En cambio, las que no tienen ese privilegio no pueden pagar por esos servicios y tienen que hacerse cargo ellas mismas. 7 de cada 10 hogares que dedican horas diarias de cuidado a niñxs de hasta 14 años, son hogares pobres. 
Desde algunos sectores de las comisiones en la que se trata estos proyectos de ley sostienen que la posibilidad de sumar a lxs trabajadorxs autónomos, monotributistas, o de la economía popular, exige poder realizar para eso un salario universal vital y móvil donde cubra las necesidades básicas para que puedan acceder a las licencias parentales co-responsable. Pero una vez más, para otros sectores conservadores  les brota en sus voces esquivas el discurso del gasto. En ese sentido, Sosa aseguró que “para los que plantean que es un gasto, están muy equivocados. En definitiva, es una inversión porque lo que se está haciendo es invertir en mejorar la calidad de vida de las personas. De esa manera también aumentaría la capacidad productiva en términos económicos. También en términos sociales lo que genera esto es equidad. Los varones estamos acostumbrados y chipeados de una manera en la cual nuestra crianza fue con la madre, si hay que ir al médico va la madre. Con esta ley lo que se genera es que estemos más tiempo en la crianza, involucrados sentimentalmente, porque parece que a nosotros también nos borraron los sentimientos de pibes. Me parece que ahí también hay una cuestión con esta ampliación de licencias, de empezar a trabajar un poco más la equidad dentro de los roles en el cuidado”, aseguró Juan Manuel.
La ampliación de derechos nunca es un gasto, quién comprenda como un gasto para el Estado la implementación de esta ley, que es una herramienta necesaria para la igualdad de los roles de cuidado, es cómplice de la opresión patriarcal y sosteniendo la construcción banal de que las mujeres hacen un acto de amor por realizar las tareas de cuidado.
Ojalá que lxs legisladores comprendan que es necesario la aplicación de licencias parentales co- responsables. Se debe terminar con la romantización del trabajo no pago y que de una buena vez no sólo se rompa con la brecha de género, sino que se remunere como es debido la labor de cuidado. 

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