Ayer, docentes de la escuela donde asistía una niña que murió a causa de desnutrición en la ciudad de Buenos Aires, publicaron un comunicado responsabilizando al Estado por esta enorme pérdida: “Hoy estamos atravesades por el dolor, la impotencia y la bronca frente a la pérdida de una niña de nuestra escuela, consecuencia de la ausencia y la desidia del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires que sistemáticamente vulnera los derechos de nuestres pibis”.
La pequeña tenía 11 años y venía siendo acompañada por la escuela desde el 2017. No solo recibió refuerzo escolar durante este último periodo sino que además la escuela le brindó abrigo y almuerzo para que pudiese estudiar. El Estado no garantizó las necesidades de la niña y su realidad fue empeorando cada día hasta la triste noticia de su pérdida.
Miles de niñes en nuestro país solo comen en las escuelas. Son lxs docentxs y directivos lxs que luchan por un plato de comida diario para estas infancias. Es el Estado ausente el que les niega la posibilidad de llenar el estómago y de tener una mejor calidad de vida.
“El viernes 12 de agosto, llegó a la escuela y se descompensó”, informaron lxs docentes en el comunicado. Una realidad que está naturalizada en las escuelas cuando es evidente que llegan a la escuela sin nada en la panza. “El lunes 15, la niña ingresó a la guardia del Hospital Penna, donde ya no hubo nada que hacer por ella”, dijeron. “Nada que hacer”: un final que se podría haber evitado y que terminó con la peor de las noticias.
En el mes de las infancias, otra deuda de la democracia. Otra niña muere por desidia del Estado, otra niña más que nos falta en este sistema al que no le importan les niñes ni un poco.
