Justicia para Luna: ¿Qué falta para que el juicio tenga fecha?

Ilustración Ro Ferrer

Luna y su mamá protectora, Yama Corín, fundadora de Mundanas Agrupación feminista, luego de más de diez años de espera y de aguantar los ataques de esta justicia patriarcal, lograron una audiencia para determinar una fecha de juicio. Por medio de un comunicado expresaron: “Queremos informar en qué situación estamos, sabiendo que solo con el compromiso colectivo pudimos dar cada paso adelante. Llevamos más de 10 años desde la denuncia de abuso sexual. Dada la contundencia de la declaración de Luna, los distintos informes profesionales y el inmenso apoyo militante, logramos la elevación a juicio oral. Ahora convocan a una audiencia para el 2/9 que tiene como objetivo admitir la prueba para el juicio. En esta instancia reclamamos: no admitir el informe del Ministerio Público Tutelar, por no tener en cuenta la declaración de Luna y por desplegar absoluta lógica SAP. Fijar fecha de Juicio para este año”. En diálogo con Sudestada la mamá de Luna nos contó sobre este nuevo tramo que les toca atravesar.
Por Natalia Bericat

¿Qué significa para vos como mamá protectora y después de más de 10 años de lucha, llegar a instancia de juicio?
La verdad es que es difícil de explicar o de transmitir porque ni siquiera yo lo tengo claro. Es una emoción enorme por un lado, porque siento que estamos por llegar a una instancia de justicia a la que por muchos momentos creí que no íbamos a llegar. Por otro lado siento mucho cansancio, mucho agotamiento. Como que cada partecita, cada escrito, cada respuesta, cada instancia en términos de lo jurídico lo hago con mucho agotamiento. Cada paso es con mucha angustia. Realmente necesito que esto cierre, pase. Me genera mucha emoción el triunfo colectivo. Lo siento como un acto de justicia que conquistamos nosotras todas juntas. Esto también la incluye a Luna que también la viene peleando, siendo ya grande ella, en el plano jurídico. Todo eso es muy emocionante.

¿Cuál es el camino que les toca transitar a las mamás protectoras a la hora de denunciar? ¿Se logró cambiar algo esta última década?
A las mamás protectoras nos toca primero, algo que yo lo digo siempre “como si nos partiera un rayo”. Enterarte que tu hijo, hija, hije fue abusadx es terrible. Es como que un rayo te destrozara en veinte pedacitos. Después nos toca agarrar esos pedazos para defender a tus hijxs y así toda mal cosida, ir a una instancia judicial que te sigue tratando de destrozar. Nos toca eso: reponernos a nuestro propio dolor para poder poner a salvo a nuestros hijxs. Creo que ese camino solo se puede hacer de forma relativamente saludable si es con mucha contención social, de amigas, de acompañamiento, con la posibilidad de pagar patrocinio jurídico (entonces ahí ya va quedando gente afuera). La posibilidad de tener acompañamiento terapéutico que eso también es costo. Es un privilegio de clase la justicia y eso en las mamás protectoras se expresa. Y aparte de sufrir la violencia propia de que no nos crean, de que nos maltraten, de que den por entendidas cosas que no tenemos por qué saber. Nadie tiene que ser abogada para cuando se enfrenta a la justicia. Nos toca atravesar un camino de mucha revictimización en un momento en el que necesitamos estar más fuertes. Entonces es muy duro. Esto se enfrenta entendiendo a las mamás protectoras como una identidad política. Eso es lo que a mí me fortalece y me hace saberme que yo no soy la única, que somos un montón. Lucho por todas las Lunas. Eso es lo que para mí es reparatorio y me da la fuerza para seguir.

Abogada y mamá de Luna

Sabemos que sos parte de una organización que lucha hace años por estas causas… ¿A qué se enfrentan en lo cotidiano cuando necesitan acompañar a las madres y a las infancias?
En esta última década ganamos un cambio de paradigma. Más allá de que la justicia sigue siendo rancia y patriarcal, creo que hay una mirada de los feminismos y los transfeminismos, puestos en la consigna de Reforma Judicial feminista, donde ya lo estamos reclamando. Hay una justicia que está siendo observada, creo que eso ya es un montón más allá de que nos falta que efectivamente cambie, pero han cambiado muchos fallos frente a un cambio de idiosincrasia tan fuerte como el que se dio en este país con la lucha del feminismo en la calle. Se avanzaron en muchos terrenos, como pensar a les niñes como sujetxs de derecho. Nos queda mucho por recorrer en términos prácticos en cuanto a cómo los fallos tendrían que dejar de ser machistas y violentos. Todavía sucede eso.
Nosotras nos enfrentamos cotidianamente a que las causas penales no avanzan porque se tratan como cualquier otro delito y este es un delito que primero siempre, o casi siempre, es cometido sin testigos, donde la víctima está atravesada por un trauma. Dar cuenta de esa situación que vivió es muy difícil. En cuanto a lo civil, como en la mayoría de los casos se trata de alguien de la familia o el progenitor, la lucha es por la no revinculación de esxs niñxs con sus abusadores. Ese es el escenario con el que nos enfrentamos casi todo el tiempo en el momento de acompañar o de mujeres adultas que tienen que luchar contra el asunto de la prescripción.

Seguimos escuchando y viendo como se aplica SAP en las causas de abuso sexual en la infancia. ¿Cómo se desarticula ese discurso?
En relación al SAP creo que ya hemos logrado que se empiece a conocer de qué se trata y cómo funciona. De hecho hubo manifiestos en diputados y senadores en contra del uso del SAP. Cuando avanza la derecha, sector antiderechos, nos damos cuenta que son los mismos que defienden abusadores y que revindican la lógica del SAP. No es casualidad. Es un sector antiderechos al cual estamos combatiendo políticamente en términos más generales. Hablan de “memoria implantada” e intentan instalar un discurso. Está en tensión, como está en tensión la lógica antiderechos contra el feminismo y el transfeminismo. Se desarticula tomándolo como bandera en el movimiento feminista activo. Creo que hay que apuntar contra el SAP con fuerza. Que se entienda de que se trata y de cómo le otorga impunidad a abusadores. Es una violencia contra las mujeres madres y contra les niñes.

Anterior

Cayó una secta acusada de trata

Próxima

Nos falta una niña