Obra “El aparato”: un futuro distópico y la historia que acontece

Foto: La Nación

Muchas veces, y me animo a decir que en la gran mayoría de los casos, luego de apreciar y dejar que una obra de arte nos atraviese y perfore por dentro – cual proceso de maceración que un alimento hace para impregnarse de aromas y nutrientes – relacionamos un cuadro, una pintura, una foto con los hechos y los contextos históricos y sociales en la que fue producida, con el año en los que transcurrieron tales acontecimientos, con el autor de un clásico, con un libro, una obra de teatro. Linkear se llama esa acción. Y este fue el caso, cuando fui a ver la obra de Carlos Belloso en el hermoso teatro de Almagro llamado Muy Teatro.

Por Meli Cuitiño

Si el líder dice de tal evento esto no ocurrió,
pues no ocurrió. Si dice que dos y dos son cinco,
pues dos y dos son cinco.
Esta perspectiva me preocupa
mucho más que las bombas. 
G. Orwell

Considerando que nos encontramos, podría denominarlo de la siguiente manera, en la sociedad del Linkeo – porque para justificarme diré que es más apropiado usar el verbo de algo que realizamos constantemente en nuestro cotidiano como linkear, conectar, relacionar, unir una idea con otra, enlazar, vincular – es que me encuentro escribiendo este texto. Y eso es a lo que me llevó la obra El Aparato, el unipersonal de este increíble actor que la rompe en cualquier formato, y el público se lo agradece. Aterrizó en mi memoria, mientras lo veía en escena, aquella película maravillosa y de culto estrenada en 1971, el largometraje THX 1138 dirigido por un joven y pretencioso George Lucas, producido por Francis Ford Coppola y protagonizado por Robert Duvall. Todo programado para homogeneizar a los habitantes consumidores en un mundo controlado por la tecnología y lo digital. 
La historia está basada en un futuro distópico, un sistema que controla y esclaviza seres humanos, los castiga y manipula dentro de una realidad apocalíptica. Cualquier semejanza con la actualidad…bueno, ya sabemos. En la obra como en la película, existe un aparato de control policial, represivo que prohíbe ciertas conductas del ciudadano trabajador, y la presencia de un “Gran Otro” que todo lo ve, todo lo sabe y observa desde un lugar remoto, como en el clásico de la literatura, el libro 1984 que escribió George Orwell en 1948 para referirse a la sociedad del consumo, la vigilancia y la tortura. En estas obras, hay hologramas dentro de un régimen dictatorial, no puede discernirse muchas veces lo real de la ficción, lo que supera a una y a otra, y así se construyen las verdades y se pregunta cuánto es 2 más 2 en un futuro que ya llegó. Parece que la evolución de la sociedad es el control del buen trabajador que funciona acorde a las reglas del juego: sí señor, sí señor! y todo es una parajoda – jugando un poco con la paradoja – dice Wilson que, dicho sea de paso, no es uruguayo y repite hasta el cansancio que lo torturen por favor. 

Despiertos o dormidos, trabajando o comiendo, en casa o en la calle, en el baño o en la cama, no había escape. Nada era del individuo a no ser unos cuantos centímetros cúbicos dentro de su cráneo. 
G. Orwell 

En este régimen donde impera la figura del Gran Otro, existe un sótano de la verdad porque afuera está la verdadera manipulación de la propaganda política, compuesta de personas no personas que no piensan, pero qué es lo real, lo verdaderamente real? habrá que ir a teatro a ver de qué se trata; yo no pude dejar de pensar en el caos que opera en lo social de la ficción y el control absoluto de un gobierno – también de ficción parecido al de la película y el libro, una sociedad futura con personas que han dejado de pensar, tal como dice la sinopsis de la obra de Belloso. Y como yo soy actriz, voy a dejarme llevar y enamorarme de la actuación para perderme dentro de este cuento teatral que me remite a hechos reales y artísticos como las obras de los Georges, Lucas y Orwell, que en distintos tiempos retrataron versiones de mundos un poquito parecidas a estas sociedades controladas de nuestro mundo de hoy. Y para terminar, como soy una novata autodidacta en críticas y reseñas de cualquier tipo, me doy el permiso de citar este fragmento atinado al momento: 
Desde donde Winston se hallaba, podían leerse, adheridas sobre su blanca fachada en letras de elegante forma, las tres consignas del Partido: 

LA GUERRA ES LA PAZ 
LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD 
LA IGNORANCIA ES LA FUERZA 
G. Orwell

Créditos de la crítica de la obra 
Periodista: Melisa Cuitiño
Actor: Carlos Belloso
Dirección: Hernán “Curly” Jiménez
Duración: 60 minutos 

*Podés ir a ver la obra en enero los Miércoles a 20:30 hs – Del 17/01/2024 al 24/01/2024 en Chacarerean Teatre y adquirir entradas en el siguiente link

 

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