Orgullo es Diana

Por Florencia Guimaraes

Pasaron 8 años de aquel día en el que nuestra compañera y referenta fue víctima de travesticidio en manos de Gabriel David Marino, y otro hombre que aún el Estado sigue sin encontrar.
El asesinato de Diana fue un travesticidio. Es importante reconocer y seguir exigiendo a la justicia que estos asesinatos sean reconocidos como crímenes de odio. Fuimos las propias travestis quienes pusimos nombre tanto a los crímenes, como a las muertes tempranas evitables, es por eso que hacemos la diferenciación entre travesticidio y travesticidio social. 
Ahora, si bien luego del crimen de Diana pudimos instalar en los medios de comunicación, y en parte de la sociedad este concepto, las violencias sistemáticas y estructurales siguen vigentes. Siempre nos preguntamos ¿Por qué no se investigan las muertes travestis y trans?


Cuando asesinaron a Diana surgieron objetivos y preguntas tales como ¿Cuál es la interpretación de justicia de las travestis? Porque si algo hemos vivido casi toda travesti por parte de la justicia, es el maltrato, exclusión, estigmatización y condenas. A Diana, la asesinaron por travesti. Recuerdo que en una de las audiencias, donde estaba sentado, riéndose el asesino, Mónica, una compañera travesti que vivía con Diana dijo textual ” Si a Diana la mataron así que me queda a mí que no soy nadie”. Amancay Diana Sacayán nos fue arrebatada a sus 39 años. Hoy es sin dudas parte imborrable de la lucha por los derechos humanos, quien logró no sólo que las travestis seamos reconocidas como sujetas políticas en nuestros territorios, sino en el mundo, intentando día a día que se nos quite de encima el estigma, los prejuicios, la condena a la prostitución, a la muerte, sino del amor único trava que trascienden todo discurso político y barreras de lo imposible.
Diana era una militante de la tierra, sudaca, matancera, piquetera, feminista, abolicionista, profundamente anti capitalista y una incansable luchadora contra el sistema prostituyente, es por eso que batalló durante años por una política pública que arranque de las esquinas a sus hermanas travas, logrando un mes antes de su asesinato, que se aprobase la Ley de cupo laboral travesti trans.

Hoy ante otro aniversario del travesticidio de Diana y ante un contexto de avanzada de los sectores más rancios de las derechas seguimos luchando contra toda forma de violencia y discriminación, tal como lo hicieron Lohana y Diana, quienes se amaban locamente, siempre desde la misma trinchera. Por último, seguir abrazando a la familia constituida por sus hermanes, sobrines, visibilizando y derribando el mito de que las travestis no tenemos familias que nos acompañen y sostengan nuestro derecho a existir, nuestra identidad travesti está también construida por todas aquellas personas que nos rodean, aman, lloran y afirman, como dijera Lohana Berkins que: “En un mundo de gusanos capitalistas hay que tener coraje para ser mariposas”.
Orgullo es Diana.

Florencia Guimaraes, activista travesti, Presidenta de La Casa de Lohana y Diana e Impulsora de la Comisión oficial organizadora de la Marcha del Orgullo de La Matanza.

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