Perspectiva de género en el cine: un clic necesario

Foto: Connie Martin

La mayoría de los contenidos audiovisuales argentinos, que llegan a los grandes cines y plataformas, no reflejan el cambio que construimos con la lucha feminista. Leemos en las carteleras los mismos nombres hace años y las temáticas se repiten. Cada vez somos más las personas a las que nos hace mucho ruido el contenido audiovisual que se repite en la televisión, porque reproduce violencias y refuerza estereotipos. ¿Por qué sucede esto? ¿Qué hay detrás de las películas y series que miramos?

Por Florencia Da Silva

Más del 70% de las películas nacionales de 2020 fueron dirigidas por hombres, mientras que el 21,50% por mujeres y un 7,52% mixto, según indicó el Colectivo de Cineastas. Además, según un informe publicado por INDEC en 2018, las mujeres representan el 61% del total de egresades en artes audiovisuales; sin embargo, solo el 38% ocupan puestos laborales en la industria audiovisual.
“Dentro de esas mujeres que están trabajando en la industria hay muy pocas que pueden ser cabezas de equipo. En los últimos años cambió un poco, pero no se llegó a una paridad ni mucho menos. Hace muy pocos días, hubo una resolución del Instituto Nacional del Cine. Se estipuló el costo medio para una película nacional de ficción y se le agregó el incentivo por Paridad de Género, un porcentaje del 10% cuando cumplís una determinada cantidad de cabezas de equipo que sean mujeres. Hay un estímulo para que haya mujeres en cargos jerárquicos, pero yo a esta altura exigiría que por lo menos por una década se obligue a que exista un mayor porcentaje en los cupos laborales”, explicó la directora de cine Lucía Vassalo en diálogo con Sudestada.
Al igual que en otros rubros, los varones cis son los que están en los cargos más altos y mejor asalariados. En este rubro, las mujeres son cabezas de equipo en los rubros que fueron estereotipados para mujeres, como el vestuario, la peluquería y el maquillaje. El 85% son líderes de equipos en maquillaje, un 37% de asistente de dirección, y un 12% en dirección de fotografía. 
“La idea no es ser cabeza de equipo o nada, no es que vale más una cabeza de equipo que una asistente. Pero la verdad es que la impronta, las decisiones, el dinero que se gana y un montón de cuestiones se terminan de definir en las cabezas de equipo y por eso es importante que también estemos ahí”, sostuvo Vasallo. También, agregó: “La mayoría de las películas que tienen grandes presupuestos las dirigen varones heterocis que tienen más de 50 años. En los Martin Fierro sigue existiendo la categoría mejor director, sin incluir ‘o directora’. Además, los tres nominados eran varones, reconocidos, con mucha experiencia en televisión”, expresó Vassalo.


De este tema habló Victoria Bornaz, integrante de Mujeres Audiovisuales, en dialogo con Sudestada: “Cómo productora mantengo el compromiso de formar equipos con determinadas características y trabajar en esa dirección siempre. Por otro lado la desigualdad histórica dificulta el acceso a convocatorias , puntos. Creo que la renovación generacional es clave, desde las escuelas de cine las egresadas de todas las áreas llegan a los sets generando una nueva impronta . A veces veo fotos de fin de rodaje donde son todos varones y lo veo como algo “demodé” , sin embargo sigue existiendo. Creo que en los equipos diversos se dan otros aprendizajes que traspasan los contenidos y que esa es la verdadera revolución”.  
Hablamos de representación no solo porque queremos que mujeres cis, trans y disidencias ocupen cargos de poder, sino porque también como consumidores de esos contenidos culturales queremos encontrarnos en la pantalla. Crecimos viendo contenidos en donde se contaban historias que no eran parecidas a las nuestras en ningún sentido, con personas que tampoco se nos parecían porque cumplían con cada mandato de belleza. En las películas no se encontraban las gordas, las lesbianas, las travestis, las bisexuales, las negras. Y si lo hacían, estaban caracterizadas desde el falso humor, como villanas o “locas”. Encontramos de manera repetida a personajes principales que entraron en el estereotipo de belleza, quienes tenían la piel blanca, la juventud, la delgadez y la belleza hegemónica. Un método para evidenciar la escasez de paridad en las producciones es el Test de Bechdel, que evalúa la brecha de género dentro de películas, obras de teatro, comics o series. Para aprobarlos deben aparecer al menos dos mujeres hablando entre ellas y la conversación que mantengan no tiene que estar basada en un varón. Sin embargo, esta evaluación no es suficiente porque no nos garantiza que no sea machista su contenido, que haya equidad en los puestos laborales y tampoco se tiene en cuenta a la diversidad en otras identidades, corporalidades y etnias.
De esto opinó Victoria Bornaz: “La perspectiva de género es tan necesaria en las producciones audiovisuales como en todas las demás áreas de producción cultural que existen. La televisión, el cine, los contenidos para las plataformas digitales son dispositivos de transmisión masiva que no deberían seguir reproduciendo viejos estereotipos de género, sexuales y de belleza, más bien todo lo contrario. Las pantallas son un territorio fértil para sembrar nuevos imaginarios y contribuir a esta transformación urgente y necesaria en la sociedad. Considero que quienes hacemos contenidos audiovisuales debemos asumir un compromiso en este punto, no se puede producir cualquier cosa. Por eso es tan importante que en los equipos haya equidad de géneros, desde la preproducción. Una mínima reflexión es necesaria para darnos cuenta cuánto hemos aprendido mirando películas y lo poderoso de la herramienta. Con cada clic, con cada encendido y tenemos la oportunidad de repensarnos y cambiarlas”.
Además, Lucía Vassalo, que también forma parte del colectivo Cartelera Transfeminista, declaró: “Es muy diferente la mirada, el sello y la impronta cuando dirige una mujer. Lo mismo cuando escriben, son muy importantes las guionistas. Lo mismo con las productoras, porque las ejecutivas arman los equipos, y al armar un equipo le das un corte a esa dirección, a esa mirada que se va a generar, porque no deja de ser un trabajo en equipo el cine, la televisión. Entre todes vamos construyendo una mirada, pero en general el 80% de esos puestos de trabajo los tienen varones cis blancos, de aproximadamente 50 años y que viven en Capital Federal. Y así nos criamos, mirando ese tipo de contenidos hechos por ellos. Y no digo que no tienen que trabajar, simplemente que haya otros contenidos”.
¿Quiénes son las directoras independientes de nuestro país? Muchas y cada vez más. Las encontramos en los cines más pequeños, en cine.ar, en festivales y en el boca en boca. Le preguntamos a Vassalo si podría recomendarnos a algunas de ellas, y nos respondió: “Clarisa Navas, Inés Barrionuevo, Agustina Comedi, todas mis compañeras de cartelera, Albertina Carri, Silvia Esteve, Virna Molina que ahora están pasando “Retratos del futuro” en el Centro Cultural San Martín”.
Pero ¿Cómo llegamos a esas historias? Hay otra manera de consumir contenidos audiovisuales más allá de las plataformas gigantes de streaming y los grandes cines que pasan por obligación pocas películas producidas en el país, sin embargo no todas las personas tienen la información sobre el cómo llegar a esas otras producciones. “Con cartelera hacemos muchos ciclos, tanto online como con otros espacios. En este momento hay uno en Córdoba que es a la gorra. Y las chicas de Somos Fancine son como cazadoras de películas online y publican en su Instagram. A veces hay contenidos difíciles de ver y ellas comparten esa información, como hicieron el otro día con la película “Quién lo impide”, de Jonás Trueba. Después en Capital Federal está el 25 de mayo haciendo ciclos muy interesantes”. 

Anterior

Parto ¿respetado?

Próxima

Atahualpa Yupanqui: Arriero de voces