Seis años sin Lohana Berkins: legado, furia y emoción

Foto: Florencia Guimaraes

Este 5 de febrero se cumplen 6 años de la partida física de la compañera, amiga, hermana, travesti, Lohana Berkins. La recordamos a través del ojo, relato y voz de Florencia Guimaraes, activista travesti y amiga de Lohana. 
“Son 6 años de extrañarla, de pensarla, de necesitarla en términos colectivos, no solo como comunidad travesti-trans, sino también desde algunos sectores de los feminismos y de muchos sectores de los derechos humanos, porque Lohana logró trascender las fronteras del activismo travesti y ser reconocida, respetada, escuchada y abrazada por los movimientos populares y por otros sectores que eran impensados para las travestis”, narra Guimaraes. 
Lohana Berkins fue una mariposa que organizaba, que lograba organizar incluso a compañeres que tenían muchísimas diferencias. Una defensora inclaudicable de la identidad travesti, que la entendía como una identidad política, sudaca, anticolonial, invisibilizada. Una Lohana que dejó muchos legados en muchas compañeras. Una Lohana feminista, comunista, boliviana, católica, que marchaba los 24 de marzo, que exigía por la legalización del aborto, que luchaba por los derechos travestis-trans, contra la represión policial y que logró la Ley de Identidad de Género. 
“Quienes compartimos muchos momentos con ella recordamos su voz, su tonada, sus formas de hablar, sus palabras siempre de aliento, que siempre incentivan y que infundían una terrible confianza. Era una persona que todo el tiempo buscaba que sus compañeras travestis recuperen un poco la autoestima tan golpeada. Pensar en Lohana es pensar en lucha, organización, resistencia, desobediencia, en furia travesti”, dice Guimaraes. 
Florencia nos cuenta que Lohana se fue en época de carnaval y retoma un significado enorme para sus compañeras travestis. “Los carnavales travestis son los que tanto disfrutaba en su juventud, en su provincia natal Salta, con la murga, los caballeros de la noche. Salía cada febrero de carnaval con sus amigas, con su amiga Leila, entre plumas, strass, purpurina y risas. Es muy significativo que se haya ido Berkins en un carnaval porque tiene que ver con la alegría”. 
Los carnavales siempre han sido una trinchera para las travestis y un lugar de resistencia durante muchos años. Los micros se colmaban de la alegría travesti, con sus chongos, con la música de los bombos, la cumbia, el copeteo y las risas.“Era el único lugar público en el que teníamos aceptado sin ir presas, o sin ser golpeadas o prostituidas. Ese lugar público que teníamos para mostrar nuestros cuerpos travestis, para reírnos, para comernos un chongo, para enamorarnos, para cagarnos de risa y saber que volvíamos vivas”.
Lohana luchó hasta sus últimos días. Uno de sus últimos proyectos fue la Ley de Reparación Histórica, para todas aquellas compañeras travestis sobrevivientes de la represión social y estatal. Para aquellas que fueron arrestadas, encarceladas, reprimidas, torturadas, violentadas, que no podían habitar el espacio público, que no podíamos salir a comprar el pan porque nos llevaban presa, porque terminaban 10 días en una comisaría. “Buscaba una reparación en términos económicos y simbólicos. Sin embargo, no hay reparación para todas nuestras compañeras muertas, que fallecieron de las maneras más terribles, pero necesitamos que el Estado se haga cargo de todo el daño que han hecho a nuestra comunidad. Eso Lohana lo tenía bien claro”.
Por otro lado, Berkins luchó contra el sistema prostituyente y repitió a sus compañeras hasta los últimos días en el hospital que quería que se sepa que su muerte era causada por la prostitución. “Una de sus ultimas batallas fue el armado de la coordinación de justicia por Diana Sacayán, el armado de la estrategia política ante el asesinato de su pequeña saltamontes, como ella le decía. Pidió justicia, entendió que el juicio de Diana era el de todas las travas, que en la figura de Diana teníamos a miles de compañeras asesinadas, desaparecidas, víctimas del travesticidio social, que terminaron en el anonimato, que sus muertes no fueron visibilizadas y las veces que estuvieron en los medios fue para la estigmatización, criminalización, para el morbo”.
Guimaraes sostiene que es importante destacar y repensar cómo se recuerda a una travesti, cómo debemos recordar a una mariposa revolucionaria. “Que nadie llore, quiero que toquen cumbia”, pidió Lohana cuando ya comenzaban a entristecerse sus compañeras en el hospital.  “Es imposible recordar a Lohana sin una sonrisa. La recordamos siempre riéndose de ella misma, con sonrisas cómplices con sus compañeras, una Lohana siempre sonriente hasta en los momentos más adversos, tal vez como un mecanismo de defensa para poder sobrevivir en esta sociedad”.
Este año se realiza por sexta vez la jornada conmemorativa “Celebrándote Lohana”. “Queremos conmemorarla de una manera que le hubiera gustado mucho, haciendo rondas de tejes travestis y trans con textos, con videos de Lohana para que podamos trabajar colectivamente sobre su pensamiento, su teoría. Va a ser una jornada cargada de furia trava política y de mucha emoción”, sostuvo Guimaraes. El evento será en la Casa de Lohana y Diana en Echeverria 4422, Gregorio de Laferrere de 19 a 22. 

Compartime!

Anterior

Los adioses

Próxima

El extractivismo que viene: del coltán a las “tierras raras”