Spinetta de la A a la Z

Las palabras, efímeras e incompletas, de vez en cuando nos permiten acercarnos a las cosas. En la obra gigante de Luis Alberto Spinetta, las palabras acarician sensaciones, climas, silencios y pasiones. Como signos del alma, como un lenguaje secreto que pocos conocen, fueron un puente con quienes escuchamos su música. Y en este juego infinito de intentar atraparlas, borroneamos un diccionario pleno de mística y evocaciones. Un pequeño diccionario spinettiano para abrir la ventana de la nostalgia.

Agresividad
“Quizás esa sea la música que más me gustaría tocar [en referencia a la música de Los Socios del Desierto], pero cuando veo que se comienzan a golpear en los recitales… ‘No, flaco, no, tranquilizate y vení que toco lo que quieras. Sí, no te golpées mientras yo estoy tocando, no te lastimes’. Yo que soy papá, cuando tocábamos con Los Socios del Desierto veía a un pendejo de la edad de Valentino reventándose la cabeza contra otro, con un hilo de sangre en la cara, y ya no te daban ganas de tocar. Y a la vez son cosas de una juventud que se acostumbró a esa agresividad”.
(Entrevista con Sergio Marchi, publicada en Página/12, 11 de septiembre de 2005)

Almendra
“Era un conjunto de familia, autodidacta, un grupo que se proponía hacer algo que rompiese con todo. Ya existía una banda brillante en Uruguay, Los Shakers, y luego aparecieron Los Gatos, con Litto Nebbia, un gran maestro que nos reubicó a todos con sus letras en castellano. Los Shakers eran un grupo increíble, eran como los Beatles pero con sus propios temas, una música que me pareció impresionante. Esas fueron dos grandes influencias de Almendra. Cuando la formamos lo compartíamos todo, éramos compañeros de colegio… Queríamos imprimir un carácter revolucionario a nuestro trabajo, algo que se logró, pues con nuestra música se terminó la ‘Nueva Ola’ de artistas como Palito Ortega, que hacían temas con un gran éxito comercial, pero con resultados musicales nefastos. Almendra es el grupo más importante en el que yo he estado porque es el que fijó mi camino artístico: musicalidad sin concesiones y lírica sin concesiones. Al final de la historia de Almendra, la compañía nos propuso hacer cosas que no nos agradaban. Nuestra música no era popular, no teníamos apoyo. Luego la compañía se inventó un disco horrible a nuestro nombre, con grabaciones… Ese no es un disco mío, siempre lo rechacé. Por otro lado, hubo diferencias personales que marcaron su fin”.
(Entrevista con Ernesto Piedra, Madrid, 2002)

Amor
“Amo una creación sin concesiones. No tengo concesiones con los monstruos que tengo en la cabeza que me llevan a crear. Mirá, la ecología empieza por casa; si sos un contaminado no podés gritar que el mundo se está pudriendo. Es fundamental hacer las cosas para darle una mano al tipo que la necesita, no vivimos en una sociedad de tipos solos. Lo que amo es eso: la ideología que empieza por casa. Tener conciencia de todo lo que debo darle a mi hijo; conciencia de cómo debo utilizar mis instrumentos de trabajo; de cómo no tengo que permitir que mis instrumentos se rompan; de cómo cuidarlos porque para mí son oro”.
(Entrevista publicada en revista Pelo, 1977)

Beatles
“No sé, los músicos que niegan a los Beatles… No sé, si los niegan como imágenes, no los entendieron. Si los niegan musicalmente, tal vez estén encontrándose a sí mismos; se niegan también ellos. Nosotros una vez encontramos a un tipo que los negaba. Los negaba mientras los estábamos escuchando; temas viejos que son geniales… Y el tipo los negaba totalmente. El otro día estuvimos escuchando un tema de los Beatles, nos reíamos porque era totalmente psicodélico; es una premonición, una premonición de un sonido, de una necesidad de ahora. ‘Cada pequeña cosa’, se llama… Creo que los Beatles anticiparon todo ya. Es una cosa de la cual esta cultura tomó solamente una parte. Y chau”.
(Entrevista con Emilio Giménez Zapiola, publicada en Gente, noviembre 1972)

Bolas
“Simplemente hay que tener las bolas puestas para decidir cosas que son fundamentales. Nunca le vendería mi música a Knorr Suiza para hacer una propaganda, ni a Quilmes, ni a nada. Yo no le quiero vender nada a la gente, ni mi música. ¿Encima le voy a vender una Coca-Cola? Yo adoro la Coca-Cola, pero es para tomar, no para que yo la publicite. No me siento para nada cómodo. ¿Te imaginás a mí, cantando: ‘Coca-Cola y el Flaco, una pa­sión’?
¡Es horroroso! Es como romperle el espejo a un montón de gente que no le gusta eso de los artistas que adoran. No hay que hacer esas cosas. No hay que usar la música para que te dé guita y olvidarte de realmente para qué la estás haciendo. Porque básicamente lo que te va a dar es guita, nada más. Van a decir: ‘Mirá, este pelotudo también hace propagandas. Es lo único que faltaba: el Flaco hace propagandas, la Argentina está dada vuelta’. Yo no lo haría, otros lo hacen, pues joder”.
(Entrevista con Julieta Aíortati, publicada en marzo de 2012)

Castaneda
“La literatura latinoamericana se divide en antes y después de Castaneda, y lo mismo sucede con la cultura iberoamericana. Es la única literatura de este continente capaz de responder a tanta obra de arte y tanta magia de la cultura precolombina. Creo que existió una época donde había muchos tipos como Don Juan Matus, miles de ellos, y cada uno intentaba hacer su propio viaje de poder”.
(Entrevista con Eduardo Berti, publicada en el libro Spinetta. Crónica e iluminaciones)

Cosmos
“Quiero crecer hasta que mi alma siga viajando, quiero crecer para que mi viaje no se corte, no quede en el vacío. Quiero conocer a Dios. Quiero hacer mi música para el espacio, para los planetas. Me resisto a pensar que tengo que cumplir una misión para los hombres y chau. Quiero cumplir una misión para el cosmos, en resumidas cuentas”.
(Entrevista con la revista Pelo, 1977)

Cromañón
“Es como la Puerta 12 del fútbol. Ni la banda, ni los propietarios ni nadie iba a calcular que podía ocurrir una cosa así, tan dolorosa para todos. Nadie va a premeditar eso ni a tener una idea delictiva. Pero la gente quiere ese pan y circo de la justicia también. Quiere un ajusticiado, quiere que rueden las cabezas. Pienso que es una vergüenza que Omar Chabán se haya ido del lugar, aunque no lo considero un asesino. En mi deseo de que fuera justo todo, me da vergüenza que se haya ido y no se haya puesto él a hacerle respiración boca a boca a la gente. Sería distinto si lo hubiesen encontrado peleando”.
(Entrevista con Sergio Marchi, publicada en Página/12, 11 de septiembre de 2005)

Denuncia
“Denuncio a los representantes y productores en general, y los merodeadores de éstos sin excepción, por indefinición ideológica y especulación comercial. Ya que estos no se diferencian de los patrones de empresa que resultan explotadores de sus obreros. O sea, por ser los engranajes de un pensamiento de liberación a quienes no les interesa que toda la pieza se mueva, dado que al producirse el más mínimo movimiento, serían los primeros en autoreprimirse y dejarían por tanto de participar en ‘la cosa’…”.
(Comunicado de Luis Alberto Spinetta, 1973) 

Despegar
“La violencia de la música y de los nombres del grupo y del disco eran un armamento para luchar contra la mediocridad y evitar que se estableciera un vínculo en base a la chatura de algo anterior. Siempre temí que a la gente le quede lo menos sustancioso y perdure una imagen de vos que no tolerás. Desatormentándonos era oponerse a esa mentalidad argentina que erige ídolos para luego desmitificarlos. Yo esperaba que esa violencia reaccionase por medio de la creatividad, porque si uno se expresa no puede estar atormentado por las cosas. La creatividad sería una forma de suprimir el dolor que da despegar, sería una forma de despegar sin pensar que es algo imperativo, sino que el hecho de despegar sea siempre lo presente”. (Entrevista con Eduardo Berti, publicada en el libro Spinetta. Crónica e iluminaciones)

Elecciones
“Voy a votar por el candidato que más se asemeje a lo que yo quiero, a pesar de que los veo a todos demasiado adustos, solemnes, histéricos y cabezones”.
(Entrevista publicada en la revista Pelo, octubre de 1983)

Fe
“Tengo fe en la humanidad ante todo, en las personas, tengo fe en el amor, en todo lo que adoro, en las violas, en mi música, en mis nietos, en mis hijos, en mis padres, en los seres queridos, ¿entendés? Tengo una gran fe. Quisiera contagiarla, eso es todo, contagiarle a la gente más fe, que la gente se mire para ser solidaria y no para tenerse miedo. Ahora pasa un pibe mal vestidito y creés que te va a robar. Típico, es una escalada de miedo de la cual no te podés eludir, entonces algo siempre está minando la tranquilidad. Me genera mucha bronca la injusticia, la cana, la puta que lo tiró. De nuevo vuelve a ser aquel aparato siniestro que comete unos crímenes horribles cuando asesinan pendejas, las violan. No es que me gustaría que todo el mundo se dé la mano, sino que la gente realmente se ponga las pilas para laburar, que venga un gobierno que te quite la guita, lo que sea, pero que la ponga donde la tiene que poner. Salud y educación, cabeza nueva, pibes que sean jueces con la cabeza incorruptible, sanos. Sanos espiritualmente”. (Entrevista con Julieta Aíortati, publicada en marzo de 2012) Fofedad “Hay gente que se dedica a la joda tocando rock, lisa y llanamente. Tocan estando falopeados y no lo advierten quizás, pero hay un montón de gente que está esperando ver polenta y energía, no fofedad. Generalmente el consumo de drogas lleva a una fofedad total en cuanto a ideas y a fuerza para llevar adelante los proyectos. Hay muchas bandas cuya propuesta es que la gente se hunda y a la gente hay que darle algo más up, con mayor espiritualidad, para que vean un poquito más por encima del horizonte”.
(Entrevista inédita con Luz Kogiso, 1998)

Fútbol
“El fútbol tiene música, es un arte mayor. El murmullo del público, la cancha, la gente, la pelota, los jugadores, todo eso solamente es superado para mí por un escenario. El buen fútbol, el fútbol bien jugado, es un regocijo y representa una manera de expresarse, la armonía del cuerpo, la manera de encarar el espacio… Soy muy respetuoso de los jugadores que están ahí ganándose el pan en una cancha, por eso me hacen mal algunas actitudes, por ejemplo cuando la gente los insulta. Recuerdo que durante el Mundial del 78 un espectador a mi lado lo insultaba a Luque. Y el pobre Luque estaba ahí matándose, con un hermano muerto, el brazo y la nariz rota. Sentía una indignación que me dieron ganas de llorar, una indignación en el fondo de mi ser”.
(Entrevista con Daniel Roncoli, publicada en revista El Gráfico, 1989)

Futuro
“Este concierto se lo dedicamos a todos los marginados y alienados del mundo, porque cada vez se comprueba más que, en el futuro, serán ellos los que van a regir la raza humana”.
(Palabras antes de un concierto de Invisible en Canal 11, el 2 de enero de 1976) 

Gatillar
“Una buena letra dice algo que hiende al tipo que la escucha y le provoca visiones, pensamientos adversos o no… Le hace gatillar algo interno que permanecía escondido”.
(Entrevista con Daniel Riera y Fernando Sánchez, publicada en la revista La Maga, en octubre de 1991)

Gigante
“Yo venía de la muerte de mi viejo, que me tocó muy duro, y ahora tengo a mi viejita bastante viejita, pero lúcida y muy genia. Y como el sanatorio donde estaba Gustavo está muy cerca de donde vive mi madre, me fui a cuidarla inmediatamente. Eso fue lo que sentí. Una necesidad de abrigo y cuidado. No soy el mismo tras visitar a ese gigante dormido”.
(Entrevista con el diario La Tercera de Chile, 11 de junio de 2011) 

Imaginación
“Nunca me paré frente a una sociedad. Me encuentro con gente que quiere estar cuando hago lo que sé hacer. No me planteé que las características de ese público fueran mutando. Ahora, si me preguntan por qué antes, cuando aparecía un conjunto acústico en medio de un montón de grupos pesados, la gente no le tiraba nada, creo que es producto de todo el mal que se ha hecho. A través de la corrupción, del abuso de poder. Hoy te tiran con lo que venga porque antes les tiraron a ellos con lo que venía. Hay apartheids… Pienso en qué nos pasó para haber llegado a esto: que no puedan juntarse los Redondos con Soda Stereo y que crean que uno es falso y el Indio Solari no lo es… O, mejor dicho, que crean que el único que es certero es el Indio por que no concede reportajes. Y yo tengo muchísimo respeto por los Redondos, por su actitud combativa. Pero hay bandas con mucha más imaginación y la gente no puede hermanarse con ellas. A pesar de la libertad de la música y de las ideas de las letras del Indio, por poner un ejemplo de un pibe que tiene cosas para decir, sería imposible que yo pudiera compartir un escenario con los Redondos”.
(Entrevista con Oscar Finkelstein y Javier Rombouts, publicada en diario Clarín, 1998)

Infancia
“Fui muy enamoradizo en la primaria. Vivíamos en Arribeños y Congreso. Por Congreso subía el frío del río en invierno… Por otro lado nuestra familia era humilde, entonces siempre había oportunidad de cagarse de frío bañándose con la serpentina de alcohol de quemar? ¿Ahhh? ¿Y el alcohol? ¡Se apagó! Yo me rehusaba al delantal almidonado porque me lastimaba el borde del cuello en los días de frío. Uy, y yo peinado a la gomina ¡era una tortura! Y empezaba: ‘Sarmiento y la madre que te parió, ¿por qué inventaste la escuela?’. Yo estaba cabrón con cosas que me parecían injustas. Bueno, ahora pienso que es con educación que las cosas van a mejorar”.
(Entrevista de Rodolfo Braceli, publicada en La Nación, 22 de noviembre de 2008)

Infinito
“Me gusta: absolutamente todo. Me disgusta: los uniformes, la insinceridad y la castidad. Mi meta es el infinito y pienso que la ciudad sería linda si no tuviera domingos. Salud”.
(Entrevista publicada en la revista Pinap, julio de 1969)

Inútil
“Estamos en un punto crítico: pocas veces la historia concede las oportunidades que hay ahora para la Argentina. De nosotros depende construir con educación y salud, o volver a traicionar a quienes dieron su sangre para hacernos una nación. Soy optimista, en tanto y en cuanto retomemos una mirada muy clara de lo que significa el respeto por la vida. En general, al rockero pelotudo le cuesta imponerse esas visiones porque, como tal, no le importa nada de la gente y preferiría estar drogado, estar al pedo y ganar guita y minas, creyendo que es sólo una estrella. No es mi caso, nunca me vi así en mi vida. No desarrollé ese costado de ‘rockero inútil’ porque siempre estuve ocupado en servir a quienes amo”.
(Entrevista con Santiago Delucchi, publicada en Los Inrockuptibles, agosto de 2008)

Juego
“Hay tanta música que tengo que hacer, que si pienso en el producto de lo que ya hice, es como que me quedo pensando en lo que tendría que hacer y quizá no lo haría, por miedo, porque  no sería del todo libre. Estoy encerrado en un mundo que finalmente también ha logrado esclavizarme en parte. Me exigió que me mueva solamente así, tratando siempre de sorprender y que una canción brinde algo nuevo que alguna otra no haya dado. Es como un juego también en el que yo intento no repetirme para nada nunca. A la vez me repito en no querer repetirme. Lograr un efecto en tu alma, eso es lo único importante, lo demás es cartón pintado. A mí no me importa componer una sinfonía alucinante y que todo el mundo me diga ‘maestro’. Eso es una vanagloria y no sirve para dar testimonio de la fe de uno en la vida. Te podés llenar de guita, te pueden escuchar quinientos o cinco, que es lo mismo, solamente inflás el globo del ego y lo desinflás. La conciencia sobre lo que produzco es un trámite burdo dentro de mi burocracia”.
(Entrevista con Julieta Aíortati, publicada en marzo de 2012)

Kamikaze
“Vivimos calificando entre los rubros de nuestra ignorancia. Es por eso que admiro profundamente la decisión de aquellos jóvenes kamikazes al margen de la abominación de la guerra. Su proporción de sensibilidad es dramáticamente más profunda que la de haber permanecido escuchando estas canciones esperando por papá y mamá. ¿Lamentablemente no hay más kamikazes en la vida creativa? Muchos han sido enrolados en la necesidad de crear una oferta para ser consumida. Poco ha quedado del verdadero proyecto de ser este sinnúmero de cualidades entre las que nos movemos. Y encima sé que muchos no advierten acerca de la direccionalidad de escapar del desafío de vivir, pensando que todo se resuelve con un poco de rock & roll”.
(Texto publicado en el sobre interno del disco Kamikaze)

Led Zeppelin
“A mí eso me hace acordar a la vida de Jesucristo cuando todo el mundo esperaba que fuera una especie de luz por la calle, resultó que era un tipo. Los músicos también son tipos, ¿te das cuenta? Por eso lo que no nos enloquece es mucho más fácil de juzgar objetivamente, porque si algo te fascina buscás la perfección obsesivamente y en esa locura podés morir. A mí el grupo que más me llega es Zeppelin. Me conmociona mucho, cada día más. Dicen que el segundo LP de ellos es obsesivamente comercial. Se equivocan, yo no sé qué esperan. Todos los conjuntos están integrados por mutantes, pero Led Zeppelin es uno de los más rayados y mutantes: se arriesga a cambiar su música y sigue siendo, por sobre todas las cosas, Led Zeppelin. La evolución es algo que crece, lo que crece tiene una raíz y lo que tiene una raíz también tiene una base que no se puede cambiar con el tiempo. No se puede empezar un edificio por el primer piso…”.
(Entrevista publicada en la revista Pelo, 1971)

Lenguaje
“En mi caso, veintidós discos creo que avalan un intento serio por hablar de la Argentina y de los argentinos, como base, un intento para aquellos que tenían ganas de abrir un poco sus cabezas y pensar que hay un modo diferente al que encontró el tango o el folklore. Otro tipo de lenguaje, de acercamiento. Creo que basta citar dos o tres casos (entre los que podría incluirme) para demostrar que esa búsqueda dio frutos. Todos saben bien de qué se estaba hablando cuando Charly cantaba ‘Los dinosaurios’ o con Invisible tocábamos ‘Golondrinas de Plaza de Mayo’. Para muchos de los músicos que participaron en la gira de Amnesty, el lugar era la Argentina, porque saben que esto no es Biafra, que acá hay gente despierta, una nacionalidad. Lo cual habla de un sentido que ha llegado al mundo, pero no con la llaga de la propuesta militante o la revuelta armada. Es un tipo de militancia diferente, que busca como efecto desalmidonar un poco y salir a la realidad más cruda con menos miedos”.
(Entrevista con Jorge Warley y Juan José Salinas, publicada en la revista El Porteño, 1989)

Libertad
“La ‘responsabilidad’ de continuar haciendo buena música y buenas letras no te ata a ninguna presión sino que es el elemento más importante de tu libertad. Además, eso te da mucha confianza y fe porque genera el amor del público”.
(Entrevista con Germán Arrascaeta, 24 de agosto de 2005)

Locura
“Quisiera haber cantado un tema con Piazzolla. Me arrepiento de no haber querido hacerlo cuando él me lo propuso. Pensé que no estaba a la altura de las circunstancias. Me pareció que era una osadía y que teníamos poco tiempo… No sabíamos bien qué íbamos a hacer. Estábamos a días de un show muy grande que él hizo en el Luna Park. Fue en el 80, 81. Y no me vi tocando al lado de él. Yo me veo escuchándolo. No hubiese salido nada, no se justificaba. Y por ahí hoy me arriesgaría… pero en ese momento no me sentía a la altura del compromiso. Siempre traté de ir a verlo, antes y después de eso. Y lo vi varias veces. Todas las veces morí. Es una locura. Piazzolla es una locura. El ‘Concierto para bandoneón y orquesta’ es una obra de arte. De punta a punta. Y no ha tenido la trascendencia que merece. Y toda su obra ha sido pasada por una especie de picadora de carne…”.
(Entrevista con Gloria Guerrero, publicada en Rolling Stone, 1 de julio de 2001) 

Malvinas 
“Me acuerdo de tener un rapto de felicidad por pensar que finalmente algo que pertenece territorialmente a nuestro país iba a ser reconquistado pero inmediatamente después, como si fuera la sombra de un objeto sobre un fondo, surge la desgracia de que no solamente eso no era posible por ese método sino que además es el último ardid de una dictadura horrible. Un montón de pibes milicos fueron abandonados a su suerte, una impericia por parte de los comandantes. En definitiva, no era una intención tan patriótica, querían salvar algo que no se podía salvar. Yo lo viví como una pesadilla y además empezaron a pasar en todas las radios música nacional, lo cual era prácticamente una ofensa, porque pareciera ser que teníamos que entrar en guerra con un país sajón para que dejaran de pasar música en inglés. Influyó mucho el hecho de que tuviéramos que hacer un festival para Malvinas y uno tuviera que estar y decirles, como yo les dije a los chicos por el micrófono, ‘lamento tener que estar cantando porque hay una guerra, me encantaría que esto fuera un festival de la paz y no de la guerra’. Así que fue un momento muy difícil, fue horrible, no sé en qué nos benefició. Yo estaba al borde de la locura porque aunque no quería, no podíamos dejar de tocar porque había autoridades presionando con mucha fuerza y uno estaba obligado a ir”.
(Entrevista inédita con Luz Kogiso, 1998)

Militancia
“Yo iba a reuniones de las Juventudes Argentinas para la Emancipación Nacional, la organización dirigida, entre otros, por Rodolfo Galimberti. Íbamos con Emilio del Guercio, éramos militantes. Y no sabíamos bien hacia qué lado girábamos. Por ejemplo, se hablaba de que la Patagonia era un plan judío, por lo cual se encendían ideas antisemitas; o se hablaba de la globalización del mundo y había historiadores y gente que daba clases… porque eran como clinics de política y de historia. Después pasaron otras cosas. Porque con Emilio fuimos a la primera manifestación y, cuando en Plaza Once nos dieron con gases lacrimógenos, nos vinimos los dos y nos quisimos morir y dijimos: ‘No vamos más, loco… toquemos la viola, viste, que se maten ellos’”.
(Entrevista con Gloria Guerrero, publicada en Rolling Stone, 1 de julio de 2001)

Muerte
“Bueno, es quien nos acompaña, ¿no? Está presente siempre, hasta que finalmente nos toca. La muerte lejos no puede estar. Porque somos burbujas que se rompen con una facilidad absoluta. Pero ella no es una presencia que me impida cantar, ni ser feliz, hoy. Si la ignoramos demasiado somos unos ridículos, como ese que se pega un pedo tremendo y sale a 180 y mata gente… Algo más: creo que si sos una persona enfermiza con la muerte, te vas a hacer muy amigo y te va a llevar antes. Importa darse cuenta de la devoración que sucede en el universo. Prestar atención, astronómicamente hablando, tanto a la devoración como al nacimiento que se produce constantemente de a trillones de partículas. Un fragor debe haber en todo esto… Si no entiendo esto, no podría crear. Perece una cosa y nace otra. Frente a tal magnitud, si uno se queda pensando en eso, pucha, empieza la tragedia. Un amigo me decía: ‘Me imagino que cuando me muera vendrá un tipo con una risotada jo jo jo … Vení, boludo, me dirá el tipo parecido a Papá Noel’. Ese jo jo jo vendría a ser la risa de Dios”.
(Entrevista con Rodolfo Braceli, publicada en La Nación, 22 de noviembre de 2008)

Música
“La pregunta principal es: ¿Dónde ha quedado el nivel de las letras en castellano? Parece que todo el mundo se dedica a escribir idioteces, con palabras vulgares. Yo siempre he cuidado cada palabra. A veces siento que la calidad no vende y odio ese sentido determinante porque la música buena cura a la gente, le hace bien a la gente. ¿Por qué la gente tiene que soportar esa música horrible por la radio? La música es otra cosa. La lírica es… como Piazzolla. Yo recuerdo sus conciertos y era algo maravilloso, no había ni un truco, todo era melodía, una melodía bellísima, cada nota que él tocaba era una hermosura. Eso para mí es música. La gente necesita la música, curarse con algo feliz, que se eleve por encima de la miseria humana. La música es eso, ese es el anhelo de la poesía y la lírica. La letra de una canción, ¡tiene que ser hermosa! Decir algo que llegue al alma de la gente, que llegue a su corazón y le saque la mierda de adentro. Ese es mi intento”.
(Entrevista con Ernesto Piedra, Madrid, 2002)

Obliterar
“Tuve un tiempo de mucho César Vallejo. Hoy Borges me resulta un poeta conmovedor, y me gusta mucho Alejandra Pizarnik. Idea Vilariño tiene una profundidad desgarradora, siempre vuelvo a Baudelaire, a Rimbaud. Tengo cerca unos haiku que no paro de leer. Es un librito pequeño de Bashö, del año 1600 y pico… Bashö por ahí está dando unas clases de literatura y un alumno le dice: ‘Mire lo que escribí, maestro: Hermosas libélulas, quitadle las alas, son pimientos’. Y Bashö le responde: ‘Mirá, por qué no lo ves así: Hermosos pimientos, agregadle alas, son libélulas’. Obliterar y rellenar, ¿no? Ese proceder del bocho está latente: podemos distinguir lo que tiene sentido de lo que es una escaramuza”.
(Entrevista con Rodolfo Braceli, publicada en La Nación, 22 de noviembre de 2008)

Oficio
“A veces escucho algunas bandas de rock nacional que parece que fueron influenciadas por la Mona Jiménez, pero honestamente la gente que toca bien y que toca música que a mí me agrada aprecia un trabajo consistente. Yo creo que la regularidad, la intención del trabajo y el cuidado para escribir canciones que fueran constantemente diferentes fueron rasgos de mi trabajo a lo largo de los años. Si quisiera hacer cosas más simples por ahí no me saldrían, ya sean simples o complicadas. La música aparece y vos tratás de encausarla de acuerdo con lo que has aprendido, pero es un constante saber que se renueva y que adquiere mucha importancia para uno. Es como un pintor que está muy celoso con su propio cuadro y hasta que no da los últimos retoques no está tranquilo. Algo de eso hay en este oficio y me encanta saber que hay un montón de gente a la que le agrada mi trabajo, pero no me considero tan influyente como ninguno en especial ni menos tampoco. Sin negarme valor tampoco me considero tan influyente, hay otros artistas muy influyentes”.
(Entrevista inédita con Luz Kogiso, 1998) 

Pan
 “En definitiva, para nosotros fue una etapa maravillosa. La de Almendra, la de Pescado también y la de Invisible ni hablar. Y así sucesivamente. Cuando termina Invisible nace Dante y termina mi vida de irresponsable… Hay que hacer los deberes para que coman los críos y hacer las cosas como corresponde, y seguir la intuición, y seguir el corazón, y nunca darle de comer a mi hijo con un pan proveniente de una actitud comercial o prostituida como rock o como música. Gracias a Dios eso persiste, y es también lo que a mí me mantiene fuerte, a mis 58. El hecho de haber persistido en algo te hace fuerte. Y empezás a confiar en esa fuerza, que te lleva hacia nuevas cositas. Cositas nada más, no hablemos de grandes hallazgos de música. Entonces por ahí no brillará tanto, pero es un carril muy piola de transitar y uno va creciendo a la par de ese camino, también”.
(Entrevista con Claudio Kleiman, publicada en Rolling Stone, septiembre de 2008)

Parodia
“Capusotto es genial, me muero con sus programas desde un comienzo. En Luis Almirante Brown es muy respetuoso. El personaje no se parece en nada a mí, y sólo utiliza la metáfora, a veces grotescamente desmedida, para referirse a mí. Me muero de risa. A veces, sus temas arrancan muy bien, haciendo alarde de convicciones spinétticas y tonos con vuelo, pero después mira de costado por encima de los lentes y se pudre todo… en casa morimos. Por suerte, yo no caigo en sus lapsus comerciales ¡por ahora!”. 
(Entrevista con Cristian Vitale, Página/12, 29 de junio de 2008) 

Paz
“Espero que sea un homenaje a la paz y no a la guerra, como se puede llegar a pensar desde algunas ópticas. Como músicos libres de nuestro país, nosotros estamos totalmente convencidos de que la escalada bélica debe terminar. Por otro lado, se tienen que dar pautas para que en la Argentina, ni bien terminen estas negociaciones geopolíticas, se pueda reconstruir… Para que una cultura que ahora nos nuclea a través de este evento –que desde mi punto de vista no es alegre sino triste– esté constituida por más gente con fines realmente más valiosos que la guerra”. 
(Entrevista con la revista Pan Caliente, junio de 1982, en referencia al Festival de la Solidaridad Latinoamericana de Obras Sanitarias del 16 de mayo de ese año) 

Poder 
“El poder que yo tengo en un escenario es como una fuerza del alma. No es un poder político, un poder manifiesto a través de una finalidad implícita, es un poder de adentro, mágico. Lo que pasa es que estamos acostumbrados a ver el poder como nos enseñaron, y como se lo practica. Ese poder de someter a la gente y a ciertas cosas, de absolver y condenar. Mi poder es humilde, consiste en alcanzar simplemente un estado que me haga disfrutar, que me dé placer”. 
(Entrevista con Mariano del Mazo, publicada en Cerdos & Peces)

Quesito
“Pienso que la longevidad es del largo del escarbadientes de Dios, hasta que nos toma como un quesito de la picada”.
(Entrevista de Rodolfo Braceli, La Nación, 22 de noviembre de 2008)

 Quiero
“Me he negado sistemáticamente a participar de muchos comerciales. Si hice una propaganda de violas, como ahora para Taylor, es porque primero me regalaron violas y después me propusieron hacer fotos. Y si yo les decía que no, las violas no me las iban a quitar. Jamás voy a aceptar hacer una publicidad en particular con mi música. Hace poco me hicieron una oferta realmente muy conveniente para mi cuenta bancaria. Mi cuenta bancaria dice ‘venga, venga’, y mi corazón dice ‘que no venga nada, Flaco, olvidate’. No es para mí, no me quiero ver nunca en esa situación. Y yo creo que Lennon no hubiera hecho nunca una publicidad de Pepsi ni de ningún carajo, como no la hacen los músicos más o menos serios que habitan el mundo. Honestamente, no vinimos para eso a hacer música. Vinimos para crear una música que no se detenga en su evolución. Si antes uno empujaba como un tren por ciertas y determinadas condiciones, ahora por ahí empuja más como una carreta, porque estás más viejito, pero en la intensidad del empuje también se puede arrastrar más que un tren. Eso también forma parte de una línea a seguir, para uno, que contenga energía. Si esto no hubiese estado apoyado con una dosis de música más o menos viable, no estaríamos haciendo este reportaje… Y bueno, mucha gente piensa que lo único bueno que hice es eso. Pero yo hago lo que yo quiero”.
(Entrevista con Claudio Kleiman, publicada en Rolling Stone, septiembre de 2008)

Religiones
“Bueno, son el show business de Dios. Para poner a Dios en escena se tienen que hacer cargo los hombres, que están constituidos por cagadas y errores. Por lo tanto, envilecerse a través de Dios o del dinero o de la música es muy fácil. Las religiones son como una especie de excrecencia de la peor porquería, porque es como el pedo que se va tirando Dios a través de la institución. Huele mal. En todas las religiones hay unas sanatas tremendas. Y están metidos con los que tienen el Poder. Las guerras religiosas, ¿nos van a azotar hasta el fin del tiempo?… Y entonces esas religiones, ¿qué hacen?, ¡compran las armas!”. 
(Entrevista con Rodolfo Braceli, La Nación, 22 de noviembre de 2008) 

Rock
 “Pasó a ser decorativo, pero descartable. Pasó a portar menos dosis de intelecto para ser reconocido. Apela menos a la sensibilidad, se animalizó, de alguna manera. Es más burdo. Más fácil de escuchar y de acordarse. Pero dura lo que un pedo en una canasta. Y desaparece. ¿Es tan efímero eso como Tales from Topographic Oceans [de Yes]? ¡No! Topographic… es un enigma musical y lo otro es una cosa totalmente olvidable. No marca nada ni a nadie. Una pendeja se calentó una noche en una fiesta, y escuchó esa porquería y le gustó. Hay una música que está hecha un poco como una excrecencia de toda la actividad musical de todos lados. Además, hay un motor de música que no se detiene, porque es un arte infinito. Y no es nada que tenga que ver ni con los productores, ni con los Grammy, ni con las fabricaciones de los discos, ni las tapas, ni un carajo. Es la música. Y eso es lo que está faltando. La propia creatividad de una música que intente destacarse por su vuelo, por su imaginación. No hay energía para volar, y con los pies sobre la tierra te vas hundiendo. No podemos pretender que hoy sea como en aquellos otros años en los que toda una sociedad descubrió, por los Beatles, por Timothy Leary, por Kennedy, por Mandela, no sé, descubrió que había un mundo para crear. Y la música era una explosión constante en cada artista. Yo sigo viviendo en esa época. De alguna manera, me quedé. Estoy tan convencido de lo que hice siempre, y que lo quiero seguir haciendo, que lo otro no me importa. El rock no va a ser nunca como fue en la época de Led Zeppelin ni como en la época del ‘yeah, yeah, yeah’. Hay que volver a hacerlo cada día. Hay quienes van a preferir que el músico sea un indolente y que no le importe un carajo de nada excepto su ego, y que le garpen todos sus caprichos. Y hay otros que van a preferir construir sobre bases más sólidas”. 
(Entrevista con Claudio Kleiman, publicada en Rolling Stone, septiembre de 2008)

Trampas 
“Mi vida creativa y la llama rebelde y artística que siempre me guió no sufrirá merma alguna de no publicarse este, mi último trabajo. Tarde o temprano algún sello reclamará mi obra y aceptará mis exigencias. Eso me fortalece. Quizá mis discos se hayan vendido de a poco, y sin un boom de ventas, pero han vendido constantemente desde siempre, hasta convertirse en material de catálogo o colección. Estos mismos sellos discográficos que ofrecen sólo viles miñangas por una nueva obra de Spinetta se licencian entre sí los antiguos masters de Invisible y Pescado Rabioso, cambiando el arte original y sin ningún respeto por los artistas que los realizaron, ya que a cambio pagan la antigua regalía, la cual avergüenza… Señores: no me constituiré en empresa ya que se contradice con mi filosofía de vida; ni siquiera consideraré las intenciones que se esconden en su mediocre propuesta, que es la misma que han tenido para con todos los artistas verdaderos… Es cierto que nunca antes me esforcé tan directamente para hacer pública una declaración como ésta; pero es mi obligación como padre la de advertir, a todos los pibes que hacen buena música, de las trampas que les esperan y alentar en ellos el valor que necesitarán para sortearlas”. (Comunicado de Spinetta ante la negativa de edición del primer disco de Los Socios del Desierto, octubre de 1996) 

Utopía 
“La música pertenece a una naturaleza aérea, no puede ser confinada a los pensamientos ni a la retórica. Tiene un código. En Occidente ese código es muy estricto, suena bien o suena mal, es evidente. Cuando se hace silencio, la música está igual, aunque nosotros no la escuchemos. Por lo tanto, no es algo que podamos administrar como la palabra. La palabra tiene signos, la música tiene moléculas de aire que hacen vibrar los tímpanos. Teniendo en cuenta que los latidos de nuestro propio cuerpo ya son música, que el sonido de las ramas al vibrar fueron música… La música existió antes de que el hombre organizara la materia sonora y va a existir aunque no haya instrumentos. Entonces, digamos, es una de las pocas cosas que no podemos usar para destruir. Pienso, igual, que la mala música enferma a la gente y la destruye, y ése es un proceso muy lento y muy difícil de comprobar. Es cierto que la buena música eleva el espíritu: cuanto mejor escrita esté, más feliz es el alma. Quizá yo pueda ayudar a la gente y curarla con la música. Es una buena meta, pero es un poco utópica”.
(Entrevista con Julieta Aíortati, publicada en marzo de 2012) 

Vida
“Una de las cosas que se piensa es en la posibilidad de aniquilarse. O sea, en la imposibilidad de controlar una aniquilación propuesta por la naturaleza y por una supuesta certeza de interpretación de todas las mentes. Y otra cosa es convertir el mundo en un mundo totalmente a favor, donde no existan más muertes y se llegue a un nivel de espiritualidad potente. La música está tendiendo a liberar el bocho de los hombres. Es una fuerza de vida, porque está basada en el conocimiento real de las cosas y no en el conocimiento que se ha tenido de las cosas a través de la historia hasta llegar a nosotros. Es decir, propone un replanteo, pero no un replanteo filosófico, porque ya se dijo todo también… un replanteo a nivel perceptivo. Que de repente nuestras orejas se comiencen a mover de nuevo, como cuando los hombres vivían en las cavernas. O sea cambiar realmente y pasar a otra dimensión y a otra cosa. A otra cosa real en la cual ninguno de nuestros presagios ni de nuestras suposiciones tengan cabida, indudablemente. O sea, a lo sumo estaremos profetizando, como actitud biológica, como actitud fundamental para todos los que nos rodea. Pero como sabemos que no somos profetas, simplemente tocamos. Eso es lo que pasa en la gente que toca rock. O sea, que en este momento el tipo que maneja un lenguaje musical de rock maneja una pulsación vital en la cual los sucesos recientes tienen forma y donde eso predomina sobre el dogma posible de todos los sucesos. Ahora, a la vez, pensamos que el rock no es el único sonido. Es el sonido en el que nosotros mejor funcionamos”. 
(Entrevista con Emilio Giménez Zapiola, publicada en la revista Gente, noviembre 1972).

Esta nota se publicó originalmente en la edición gráfica de Sudestada y pertenece a la revista especial nro. 11 “Todos estos años de Spinetta”.


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