Stella Calloni: “Soy una militante por la verdad”

Imagen: Revista Haroldo

En dialogo con Revista Sudestada, en el marco del día del periodista, la escritora, poeta, periodista, y militante política Stella Calloni habló sobre su trayectoria y qué significó ser una de las primeras comunicadoras internacionales, su visión del feminismo y el rol que en la actualidad tiene el periodismo.

Por Gaby  Ratner @gabyratner  y  Celeste Almada @cele.almada

El periodismo se ejerce con valentía y con pasión, con la decisión íntima de sabernos responsables porque entendemos el inmenso poder de la palabra y su impacto. El periodismo que defendemos es aquel donde se pone el cuerpo y donde las convicciones son brújulas muchas veces en medio de un laberinto de interrogantes. Donde no nos quedamos con una primera impresión, sino que interpelamos nuestras certezas y vamos un paso más allá, porque en el acto de comunicar abrazamos a una sociedad.
Oriunda de la provincia de Entre Ríos, hija de una maestra rural que luchaba por los derechos de sus alumnxs, Stella Manuela Juliana Calloni construyó una identidad en el periodismo popular. A los quince años tomó sus cosas y se independizó. Empezó a trabajar dando clases particulares para poder sostener el alquiler de una pieza en una pensión. A temprana edad sabía hacia dónde quería ir, con el tiempo empezó a escribir y entró al mundo del periodismo.
Sus primeros caminos fueron en revistas populares. En su exilio en la última dictadura cívico militar de la argentina, se fue a México y comenzó a escribir en Unomásuno. Allí la mandaron como corresponsal de guerra a El Salvador.
“Las mujeres en el periodismo no podemos permitir que la mentira destruya a nuestros pueblos. Yo como periodista y militante confié en mi trabajo. Soy una militante por la verdad. La verdad es la que nos salva y la que nos libera”, expresó Calloni.  Ella en ese sentido, plantea que no sintió la desigualdad de género con sus colegas en su corresponsalía en El Salvador. No fue tan así en las redacciones porteñas: “En Argentina había y aún hay un machismo muy grande en el ámbito intelectual. A mí me costaba mucho, siendo mujer, que me dejaran hablar de política internacional, pero yo lo hacía igual”.
De su experiencia en El Salvador, nos cuenta que Monseñor Oscar Romero fue una de las personas que más la marcó en su carrera. ”Toda Centroamérica estaba tomada por dictaduras, el primer paso que da el imperio. Las luchas fueron muy heroicas. Los pueblos se levantaron.  Para  mí conocer a Monseñor Romero en El Salvador fue una de las experiencias más hermosas en mi vida”, sostuvo la periodista. 
El sacerdote fue asesinado el 24 de marzo de 1980, de un tiro en el pecho mientras daba la liturgia religiosa en la capilla de la Divina Providencia en San Salvador. La trágica muerte de Monseñor Romero desató una violenta guerra civil que se extendió hasta 1993. Casi treinta años después se reveló que había sido asesinado por un francotirador que pertenecía a las fuerzas de la guardia nacional salvadoreña de extrema derecha.
En este sentido, Stella Calloni comentó: “Cuando fui al Salvador, me encuentro con un ser de otro mundo. Era de una familia muy importante, llega y se da cuenta de lo que estaba sucediendo”. En la entrevista que le hace a Romero, Calloni cuenta que “Tomamos un té y me empezó a narrar todo lo que había visto. No se podía abstraer de la realidad. Y a mi me llamaba la atención la manera que la gente lo escuchaba. El gobierno estaba golpeando al pueblo, y monseñor estaba con el pueblo como pastor. Una definición política clarísima”. 
En el transcurso de su carrera Calloni entrevistó a personajes que marcaron un antes y un después en la historia latinoamericana: Evo Morales, Rafael Correa, Hugo Chávez, entre otros. Pero de los grandes líderes latinoamericanos, tenía una estrecha relación de amistad con Fidel Castro al que le dedicó un poema el libro titulado Donde baila la tierra: Antología poética, que marcaba su gran admiración por su amigo y líder cubano: Comandante: gladiador de palabras armadas para el hombre más simple, nunca te irás de nuestros fuegos que arden en la noche de los imperios sin rumbo.
Stella Calloni fue una de las primeras periodistas que se pone hablar sobre la existencia de la Operación del Plan Cóndor en los pueblos latinoamericanos. En 1990 llegaría uno de los grandes hitos de su carrera: la aparición en Paraguay de los Archivos del Terror, un conjunto de documentos de la dictadura  paraguaya de Alfredo Stroessner que se encontraban tirados en una comisaría. Calloni trabajó un largo tiempo para desenmarañar esos papeles. Lo importante de esa investigación fue que estaban los documentos que comprueban la existencia de la Operación Cóndor y del aval y apoyo de los Estados Unidos. Su tarea de reconstrucción y análisis terminaron en los libros Los años del lobo: la Operación Cóndor (1999) y Operación Cóndor, pacto criminal (2006)


Entre toda la historia que se puede hablar de Stella Calloni, su trayectoria fue reconocida varias veces con infinitos premios. Cómo fueron: Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí (1986), Premio Escuela de Periodismo TEA (2003), Premio Rodolfo Walsh de la Universidad de La Plata (2012), entre otros. El último en su haber fue este año, donde fue homenajeada junto a otras 14 profesionales por parte del colectivo Periodistas Argentinas, en el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
A la profesión la llevo como bandera de militancia: “La mujer tiene un papel muy grande en el cambio de la sociedad, un papel liberador. Tenemos que independizarnos como república, y nuestro rol es clave en las guerras contra el imperialismo. Las Madres de Plaza de Mayo tenían tan sólo un pañuelo para su lucha.  Los pueblos del mundo tienen derecho a la información veraz”, aseguró la periodista.
Mientras escuchábamos a Stella, pensamos en el ejercicio del periodista. La escaleta de preguntas fue tomando su propio curso y la charla nos fue llevando hacia otro puerto de aguas desconocidas y apasionantes. Y decidís sumergirte en esa historia, en esa vida que vas desovillando de a poco, en un relato que hoy es noticia y tal vez dure apenas un rato o dos. 
En la trastienda de esta profesión hay horas de grabaciones y desgrabaciones, hojas en blanco o llenas de frases con letra ilegible, producto del apuro para que esa imagen no se escape de la mente.
 Noches de observar cara a cara el cursor que titila, aunque para nosotrxs esté quieto. 
 A veces conseguir un contacto te lleva días, y mirás la fecha de cierre de reojo; pero no bajás los brazos, porque conocés de memoria la adrenalina de dar con el dato que tanto buscabas.
Y en el medio dudás, le exigís a la vocación, creés que la pregunta tiene que sonar interesante, que las palabras complejas te respaldan. Pero pasa el tiempo, y te reís de esa etapa, porque estás segurx que cuando la palabra es simple y honesta lxs otrxs logran escuchar tu voz mientras te leen. 
En esta trastienda hay cuadernos de diferentes tamaños, lapiceras y resaltadores, porque nada más lindo que tomar notas, tachar, pasar en limpio, leer en voz alta una y otra vez, cambiar una coma y percibir la epifanía de haber encontrado el tono que tanto buscabas. 
Y quisieras explicar ese momento en el que los dedos vuelan, que el punto final llega a tiempo con la satisfacción íntima de saber que pudiste expresar libremente tus ideas; que una parte de vos está ahí, como arcilla que se termina de modelar con la sumatoria de las voces de lxs lectorxs.
Hoy en el día del y la periodista, homenajeamos a la gran Stella Calloni. Escuchándola e imaginándola, yendo y viniendo de cada entrevista. Con ella sus palabras crean las imágenes que nos trasmiten sus ideales y convicciones. Esta mujer que en medio de una guerra civil tuvo el coraje de estar contando la realidad para toda América Latina. 
Existe algo que trasciende cualquier época, esa comunión casi indisoluble con lxs lectorxs. Un contrato tácito sin letra chica, donde reina el respeto mutuo y el agradecimiento que Stella Calloni supo enaltecer.  Una militante de la verdad y del periodismo popular latinoamericano. 

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