Subrogar: sobre la explotación de los cuerpos de las mujeres

En nuestro país, la subrogación de vientres no está legislada. Sin embargo, a pesar de ese gris legal, existen prácticas de este estilo. En algunos casos, esa subrogación se hace a través de un vientre de una persona amiga y sin dinero de por medio, pero la mayoría de las veces esto se transforma en una transacción económica. 

Por Mariela Gurevich

La novela de Natalia Peroni indaga sobre la subrogación, práctica en la que el cuerpo de la mujer se transforma en un medio para que otra mujer pero adinerada cumpla su sueño, o capricho, de ser madre. 
Pero de alguna manera, en estas páginas aparecen otros matices. Conocemos también la frustración de Marina Regis al intentar innumerables veces ser madre: tratamientos, pastillas, shocks hormonales, bombas que atacan el cuerpo de la mujer para inducirlo a la reproducción. 
De alguna manera, la novela plantea que todos los cuerpos son violentados por la medicina pero que son las mujeres necesitadas las que acceden a gestar el hijo de otra a cambio de dinero seguro. Y aquí aparece la medicina, partícipe necesaria no solo para la concreción de un sueño sino también como siniestro propiciador del mercado de la fertilidad. Pagnaso va a ser el médico que no solo hará los tratamientos para Marina sino también el que concrete la transacción que tendrá a Ofelia como subrogante. 
En el medio, queda Inesa, la hija que Ofelia va a gestar en su vientre y que comenzará a indagar en su adolescencia sobre el origen de sus padres ¿biológicos? ¿genéticos?
La novela también pone en foco cómo los adultos dejan absolutamente de lado a la niña que nacerá. ¿Acaso a alguien le importa si esa niña quiere nacer y vivir en esas condiciones? El adultocentrismo se muestra en esta práctica como el gran enemigo de Inesa, sin importar el derecho que tiene de conocer su identidad. 
Natalia Peroni, Profesora de filosofía y formada en Bioética, nos hace reflexionar sobre una práctica polémica donde hay cuerpos usados como mercancía y hay otros cuerpos que desean cumplir con ese mandato o deseo de la maternidad a cualquier costo. Pero de todas formas, también nos propone una mirada tierna incluso en circunstancias adversas. La muerte, la enfermedad, la frustración atraviesan la trama de diferentes maneras pero pareciera que aún queda intacto el amor entre mujeres.

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