¿Todos somos Vicentin?

Sobre una de las consignas del banderazo en la localidad santafesina de Avellaneda y otros puntos del país.

No. No todos somos Vicentin. No todos somos un grupo de patrones mafiosos, de gerentes que estafaron al Estado pidiendo préstamos que nunca pagaron, de empresarios que aportaron con dinero a campaña política de Macri para garantizar la impunidad, que se la llevaron toda a sus cuentas bancarias en el exterior.

No todos somos Vicentin, no todos somos patrones que estafaron a los trabajadores y ahora pretenden que el Estado se haga cargo de las deudas, no todos somos capaces de manipular a los operadores de la prensa cómplice para que defiendan a una empresa de delincuentes y empuje una inédita marcha a favor “de la propiedad privada”.

No, no todos somos Vicentin y no todos aceptamos como verdad lo que nos inoculan a través de odio y un bombardeo sistemático de noticias todo el día. No, no todos somos Vicentin, que es una corporación que ya tiene su salvataje garantizado, porque los que hoy salen a la calle y dicen “Yo soy Vicentin”, nunca en su vida se manifestaron gritando “Yo soy uno de los 30 mil desaparecidos por la dictadura genocida”, “Yo soy un trabajador explotado y reprimido”, “Yo soy un pibe asesinado por el gatillo fácil policial”, “Yo soy un pueblo originario sin tierras ni derechos”, “Yo soy una piba de un pueblo fumigado con agrotóxicos”, “Yo soy una mujer pobre obligada a abortar en la clandestinidad”. No, no todos somos Vicentin.

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