Alejandro Martínez había llegado a San Clemente para emprender un negocio familiar. Tenía un dinero importante que había llevado para invertir. A raíz de una supuesta “crisis nerviosa” la policía se lo lleva esposado del hotel donde estaba alojado, y al día siguiente la policía llama a la familia para decirles que Alejandro había fallecido en la vía pública. El dinero nunca se encontró. Alejandro fue asesinado en la comisaría de San Clemente entre el 17 y 18 de noviembre del año pasado. Por ese homicidio están acusados 9 policías, tres de ellos como coautores del delito están detenidos, José Pereyra, Christian Rohr y Maximiliano Munche, y los otros 6 como partícipes secundarios, ahora en libertad, Laura Chiarullo, Evelyn Garófalo, Jaqueline Mansilla, Carla Cantarella, Sandro Mujica y Miguel Boulos.
Por Jorge Ezequiel Rodríguez
En aquellas primeras horas en que se conoció la muerte de Alejandro se dijo de todo. En La Costa las voces corrían entre la defensa de los policías, la comisaría de San Clemente con reiterados delitos de violencia institucional, Berni poniendo en duda a la autopsia y a la palabra de la familia de Alejandro, y desde el entorno de los 9 policías se amenazó a diferentes personas que apoyaron a los familiares de Alejandro, a través de mensajes, llamados u hostigamiento en redes sociales. Pasó un año, y desde Sudestada nos comunicamos con Laura Lagana, ex pareja de Alejandro, mamá de su hijo de 5 añitos, para que nos cuente quién es Alejandro, cómo fueron aquellos primeros días cuando lo asesinaron, y cómo está la causa en la actualidad.
Nos gustaría que nos cuentes de Alejandro
Alejandro era un muchacho de 35 años, trabajador que se dedicaba a la construcción, después entró a una empresa de limpieza, en 2017 tuvo un accidente laboral y quedó incapacitado de un ojo, y del otro con un 50% de la vista perdida. Tenía dos hijos, Brenda de 19 años, de otro matrimonio, y conmigo a Juan Diego de 5 añitos. Si bien nosotros estábamos separados teníamos una muy buena relación, veía mucho a sus hijos. Él era oriundo de Brandsen y se fue a San Clemente porque quería emprender una empresa familiar de cocina porque él, por el problema a raíz del accidente en la vista, no podía hacer otra actividad. Nosotros teníamos un convenio de alimentos retroactivo, y en el verano del 2021 él había cobrado un dinero de una suma importante, del que me iba a dar una parte. El día 17 de noviembre pasado, un día antes de lo que pasó, me manda un mensaje para avisarme que tenía la plata, que podía depositarme los 300 mil pesos al otro día, y ese fue el último mensaje, la última vez que hablamos, fue más o menos a las 18.30.
Cuando se comunica la policía con ustedes, ¿de qué manera les informan lo que sucedió con Alejandro?
El 18 de noviembre, a las 11.30 de la mañana recibo un mensaje, fui la primera con la que se comunicaron. Me llegó una solicitud de mensaje de Facebook, en el que una policía de La Costa me dice que se quiere comunicar con algún familiar de Alejandro. Cuando le respondo enseguida me llamaron por esa misma red social, y me dicen que Alejandro había fallecido en la vía pública por sobredosis por un infarto. De entrada ya nos mienten. El hermano de Alejandro se fue a San Clemente y cuando llega le avisan que en realidad había fallecido de sobredosis pero en el calabozo. Alejandro en ningún momento nos dijo que estaba en un hotel. Nosotros entendemos que él temía porque quizás había llegado a otros oídos que tenía esa suma de dinero, y creemos que fue al hotel por miedo. La verdad es que no sabemos bien lo que pasó en la habitación, si hubo algún tipo de amenaza o algo, pero dicen que Alejandro tuvo una crisis nerviosa. Llaman a la policía y ellos se lo llevan, cuando en realidad el protocolo de violencia institucional dice que cuando una persona está en crisis tienen que llamar primero al Same, al hospital, a un médico, y no hacer lo que hicieron, que fue llevárselo esposado del hotel. Hay imágenes, por las cámaras del hotel en que se ve cómo se lo llevan. Alejandro salió descalzo, esposado, sin sus anteojos, custodiado, sin golpes, sin fracturas, sin nada. Digo esto porque los familiares de los 9 policías involucrados quieren instalar la versión de que él se golpeó.
Y la autopsia pasó a ser determinante
Sí. Cuando le hacen la autopsia se constató que Alejandro había sufrido una asfixia, que tenía golpes y fracturas. Detienen a los policías a los pocos días y el Ministro de Seguridad de la Provincia, Berni, salió a decir en la televisión que tenía dudas de la autopsia. Berni no sólo pone en dudas lo que pasó sino que siguió la línea de estigmatizar a la víctima, decir que era un adicto a las drogas, que unos días antes estuvo detenido, que le quiso robar a unos viejitos, y es todo mentira. Y con la segunda autopsia se corrobora que Alejandro sufrió fracturas de cráneo, miembros, tórax, lesiones figuradas, marcas de borcegos. Muy fuerte todo. A los 20 días nos entregaron el cuerpo a cajón cerrado, sellado, y nosotros teníamos dudas de si era él o no. Nuestra perito de parte nos contó que en la mitad de la autopsia los peritos policías se tuvieron que ir de tantos golpes y de cómo lo habían dejado, estaba molido a palos, y no pudieron resistir. Tuve acceso a las imágenes de la autopsia, y no hay lugar, de la cabeza a los pies, que no esté golpeado o fracturado.
Después de eso los nueve policías estuvieron en prisión preventiva. En marzo la Cámara de Apelaciones dictó la falta de mérito de los seis policías “partícipes secundarios”. Y hay un testigo, el testigo protegido, que reconoce a los tres policías coautores. Él escucha y ve que están en el calabozo, le pegan a Alejandro, le ponen boca abajo, le ponen la pierna y la rodilla en la cabeza, y cómo Alejandro pedía ayuda. Esos tres policías fueron llevados a Batán.
Algo de lo que prácticamente no se habla desde aquel momento y es clave ¿Se encontró el dinero que tenía Alejandro?
Esto como decís, es algo que no se habla nunca. La plata desapareció, al igual que los documentos, las tarjetas. El teléfono lo entregan al hermano de Alejandro totalmente vacío, borraron todo.
¿Cómo está la causa?
Ahora estamos esperando que la Cámara de Apelación de Dolores confirme que los 9 vayan a juicio o vayan 3, 4, los que consideren. Nosotros lo que queremos es justicia, y que los 9 vayan a juicio, porque los coautores y los partícipes secundarios estuvieron ahí, por acción u omisión, estaban presentes y declararon que socorrieron a Alejandro, mintieron siempre, se defienden entre ellos, y jamás dijeron que fue golpeado. Pedimos que se haga justicia, que esto no quede impune.
¿De parte del gobierno se comunicaron con vos?
No, y Berni de hecho jamás salió a pedir disculpas y mucho menos a comunicarse con nosotros. Nos están acompañando en la lucha la Sub Secretaría de DDHH de la Provincia de Buenos Aires, y la Comisión provincial por la Memoria, que es también la parte querellante.
Este viernes hay un homenaje a Alejandro…
Vamos a hacer una marcha pacífica en la plaza de Brandsen a un año de su muerte. Vamos a estar familiares y amigos, los organismos de derechos humanos, para reclamar justicia, que no quede impune. Anoche mismo, eran las 2 de la mañana y mi hijo no se podía dormir, tiene cinco añitos. Le agarró una crisis de llanto porque quería que su papá baje del cielo y venga a visitarlo. No había forma de calmarlo. Me partió el alma. Que los 9 policías vayan a juicio y paguen por todo lo que hicieron a Alejandro.
Imágenes: Gentileza de la familia de Alejandro Martínez