Cada vez son más los varones cis y personas con pene que deciden hacerse la vasectomía porque no quieren hijxs o porque ya tuvieron y no desean tener más. En Argentina se multiplicó por 12 entre 2015 y 2019, según un informe del área de Monitoreo de la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva. Esto sucede también gracias a Ley 26.130, la de Anticoncepción Quirúrgica, que se sancionó en 2006 y garantiza el acceso a la ligadura tubaria y a la vasectomía como un derecho de todas las personas.
Por Florencia Da Silva
“Creo que las vasectomías han aumentado por varios factores. Entre ellos está el alcance a la información. También los testimonios que se generan entre los usuarios que ya se la realizaron. Dentro de la información que se pasa, está la cuestión de los tiempos de recuperación , las técnicas, las ventajas que tiene este método y la generación de conciencia popular sobre la posibilidad de que hombres sean quienes pueden participar de manera activa en la anticoncepción o el planeamiento familiar”, sostuvo en diálogo con Sudestada el urólogo Juan Pablo Fresco.
¿Pero qué es importante saber sobre la vasectomía? Es un método anticonceptivo, no protege de enfermedades de transmisión sexual ni de infecciones de transmisión sexual. Se realiza a partir de un corte pequeño y superficial en la zona de los testículos para que los espermatozoides no salgan y circulen. Se puede acceder de manera gratuita, siendo mayor de 16 años y firmando un consentimiento, en centros de salud, hospitales, obras sociales y prepagas. Alrededor de este procedimiento hay muchos mitos, miedos y se suele asociar con la pérdida de “virilidad” o “masculinidad”. Pero es importante saber que no afecta ni daña los testículos, tampoco disminuye el deseo sexual y la erección tiene la misma firmeza y duración que antes. “Vasectomía no es sinónimo de castración. Es un método anticonceptivo donde sólo se ve afectada la fertilidad del individuo, ya que se realiza una interrupción de los conductos deferentes que son los encargados de llevar espermatozoides. De esta manera la virilidad no se ve afectada. El volumen de semen sigue siendo casi el mismo. La erección no se ve afectada, esta es otra de las cuestiones que me consultan habitualmente y la virilidad que estaría en parte asociada a la testosterona tampoco”, explicó el urólogo.
Por otro lado, otra de las cuestiones que está presente cuando se habla de este tema es la reversibilidad de la cirugía. “Aunque la mayoría de los pacientes que se acercan buscan algo permanente, me gusta aclarar que si se quiere revertir es posible aunque hay limitantes. Una de ellas es el tiempo, ya que a mayor tiempo que pasa desde la realización, la posibilidad de reversión se va reduciendo. Otro factor es la técnica. Además, es importante saber la tasa de reversibilidad: el éxito es de casi 60, 65% en manos expertas. Las técnicas han ido mejorando con el tiempo y en otros países hasta se hacen en consultorios especializados”, expresó Juan Pablo Fresco.
Para más información se puede llamar a la Línea Salud Sexual 0 800 222 3444