Viggo Mortensen: “Les conviene este payaso, muñeco de la derecha”

Por Editorial Sudestada

Claro y contundente Viggo, pero sobre todo con conciencia. En una entrevista en España, habló sobre la situación Argentina y hace un análisis que acá se ve y se escucha en muy pocos periodistas y comunicadores. La idea de que a ese porcentaje ínfimo de la población (el 1% empresarial, saqueador y timbero) le conviene que esté Milei. Mientras que el pueblo sufre -atravesados todos los sectores- una política de ajuste cruel, y que se promueve desde el “hay que esperar” como una salida “religiosa” que no tiene fin, pero te condena hora a hora. 

Desde el mundo ven a la Argentina como el “experimento” del fascismo más grotesco del siglo XXI, con un presidente que no habla de nada -y si se le pregunta se enoja- que sean cuestiones personales o realidades por fuera de libretos. Pero tampoco responde sobre precios de alimentos, transporte público, y necesidades del pueblo. Milei solo habla de dogmas, doctrinas en “papiros”, pactos y decretos, y de viajes místicos hacia Israel y EEUU, donde se celebra la sangre de los pueblos oprimidos.

Viggo Mortensen expone y contrarresta, lo que los medios replican: la falsa idea de que “la economía está mejorando”. El guion de los medios hegemónicos de comunicación que -tal como ordena el gobierno nacional- miran la hoja de excel y ahí repiten. ¿Qué ser humano con un poquito al menos de calle y vereda, puede asegurar que estamos mejor económicamente?

El actor con el corazón en Boedo, sabe y ahí lo comunica, que cuando todo este fascismo “liberal” se termine -inevitablemente- Milei tendrá que rajar de acá. Y la cuenta se da sola: España fue muchas veces “refugio” de traidores, empobrecedores, y asesinos de nuestra Patria, como Isabelita y López Rega por solo dar dos ejemplos.

Dicen que cuando el Poder empresarial sonríe ante un gobierno, el pueblo llora, que cuando los imperios aplauden, las balas nos apuntan a nosotros. Dicen que cuando el Poder económico arma la “fiesta”, el pueblo siempre espera afuera, hasta que se da cuenta y lucha. 

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