Villa Itati: “Muchas veces nos encontramos solas con la crianza de nuestras niñeces”

Vanesa Ruiz Díaz vive en Villa Itatí y es estudiante de Comunicación social en la UNQUI. Forma parte de Comunicación y Reflexión Villera y de Wakaya Itatí. Junto a otras mujeres y madres nos quiso compartir alguna de las vivencias que suelen pasar en el barrio en relación a la crianza. A partir de reuniones, en casas, en la plaza o en la calle, escriben sobre lo que les pasa de manera colectiva. Existe el abandono por parte de los padres y la presión social que tenemos muchas madres, expresó para Editorial Sudestada. Dialogamos con ella y con los espacios que se construyeron en Itatí para abordar estas temáticas.

Por Editorial Sudestada

¿Cuál es la realidad que se vive en el barrio?
La realidad de muchas mujeres acá en Villa Itatí, que somos madres, me incluyo porque soy mamá de dos pequeñas, es bastante difícil por un montón de cuestiones en las que nos vemos escasas de recursos con respecto al día a día, con el tema de la presión social, la falta de responsabilidad por parte de los padres. También queremos remarcar que nos encontramos acompañadas por muchas organizaciones sociales que se encuentran acá en Itatí, el cual nos da la posibilidad de trabajar y maternar al mismo tiempo, porque muchas de estas organizaciones cuentan con sectores de cuidados de niñeces, el cual nos permite trabajar también. En ese sentido, Villa Itatí es una comunidad muy organizada con los vecinos y las organizaciones en cuanto al cuidado en general de la comunidad. Hace poco escribimos un texto con ese sentir que se llama La educación de nuestrxs hijes en nuestra conciencia que les queremos compartir:

La educación de nuestros hijes en nuestra conciencia.
La exigencia de tener la educación de nuestros pibis en la cotidianidad a veces se vuelve algo frustrante y agotador. Lidiar con esto nos vuelve sumamente estratégicas a la hora de desenvolvernos con esta tarea.
Constantemente se suele pensar que el rol de una madre solo está en la limpieza del hogar, el trabajo y el cuidado de nuestrxs pibes. Pero… ¿Qué hay con la educación formal? ¿ Con la organización de llevarlxs a la escuela? Y la responsabilidad de asistir al establecimiento ¿Quién asume el rol de acompañar al niñx con las tareas?
¿Estamos aptas para cumplir con esto que es tan necesario para ellxs?. ¿Alguien se pregunto si se dividen estas responsabilidades? ¿O siempre somos las mismas personas las que tomamos la posta frente a estas cuestiones de nuestras niñeces? ¿Queremos hacernos cargo de estas tareas? ¿O es que nos encontramos completamente solas y nos toca forzosamente cumplir con esto que tanto nos condiciona la sociedad?

¿Cómo nace esta reflexión?
Surgió justamente a través de reuniones, de encuentros de mujeres, madres, tanto en el trabajo como en una charla de mate, en una plaza. Nosotras somos varias pibas que somos madres en un grupo de trabajo acá en Wakaya, sobre la organización social. Muchas de las integrantes somos mamás. Y bueno, no es la primera vez que escribimos un texto sobre maternidades y muchas veces estos textos se crean en base a conversaciones. Esto de lo que nos pasa el día a día, frustraciones, alegrías, enojo. Muchas veces queremos contar esa realidad también, porque a veces nos encontramos con maternidades desde la tele, desde la comunicación sumamente irreal a lo que nosotras vivimos acá en la villa, como esto, la responsabilidad de los padres, las necesidades que pasamos y cuán solas estamos a la hora de la crianza. Este último texto que tiene que ver con la educación justamente surgió así, charlando en el grupo de madres acá, de amigas, de esto, de las frustraciones, de tener que estar acompañando a los chicos y a las chicas con las tareas, con la responsabilidad de ir y volver a la escuela. Prácticamente algunas compañeras se encuentran con sus compañeros, padres de sus hijos, pero sin embargo así aún se sienten solas con la crianza, porque muchas veces pasa esto de que el rol de la mujer es maternar y muchas veces los hombres se desligan de eso, así que quisimos contar también en los textos que vamos escribiendo, estas realidades que muchas veces no son contadas.

Anterior

Por qué las mujeres y las diversidades debemos estar en la agenda del Estado

Próxima

Cromañón fue declarado Monumento Histórico Nacional