CABA: “La organización comunitaria es la que está en la primera línea”

Foto: Ojo Nomade

Estamos en un contexto de muchísima crisis económica. Las compañeras que estuvieron participando de las asambleas nos decían que están denunciando las bajas compulsivas del Potenciar Trabajo, sueldos y subsidios que no alcanzan. Un problema muy fuerte es el acceso a la vivienda, que es un determinante para poder salir de las violencias. Hay muchas jefas de hogar que están con problemas para poder alquilar, para sostener los alquileres en los barrios.

Por Lucía Cavallero, Militante de Ni Una Menos

Todas las medidas y las políticas sociales que hay, el Acompañar, el Potenciar trabajo -que además son incompatibles entre sí- están resultando insuficientes por el nivel de inflación que hay, por el ataque a los ingresos que produce el aumento permanente de precios de las corporaciones, y eso hace que incluso se complique pagar el transporte para venir a una asamblea, para poder movilizarse. Entonces, la situación la vemos muy complicada. Hay avances en algunos puntos. El Programa Acompañar no existía hace unos años. Es un avance, pero al mismo tiempo es muy corto el tiempo de acompañamiento, que son de seis meses.
Por otra parte, un problema muy grande es el acceso a la Justicia. En la Ciudad de Buenos Aires las compañeras de la Villa 31 nos contaban que no hay un centro interior de la mujer en el barrio, y es complicado el acceder a la Justicia para los sectores populares. En ese sentido, sigue siendo la organización comunitaria la que está en la primera línea, esas compañeras que hacen acompañamiento y que no tienen remuneración a ocho años del primer Ni Una Menos, son y siguen siendo las fundamentales en la prevención y el abordaje de las violencias por razones de género.

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