Con la presencia de Evo Morales se estrenó “Seremos millones”

Registro: Festival de cine

El día sábado, y en el marco del 37 festival de Cine Internacional en Mar del Plata, se estrenó la película “Seremos millones“, dirigida por Santiago Vivacqua y Diego Briata, donde se abordan 40 años de historia del pueblo boliviano siguiendo el camino político de Evo Morales Ayma. El documental logró sintetizar de manera poderosa y sensible, cuatro décadas en una hora y media en la pantalla grande y desde Sudestada estuvimos presentes para registrar y dialogar con uno de sus directores.

Por Natalia Bericat

Desde muy temprano, la gente comenzó a llegar a la puerta del Teatro Colón de la ciudad de Mar del Plata con las banderas de Bolivia y los colores de la Wipala. Los rumores sobre la llegada de Evo comenzaban a escucharse por la calle Hipólito Irigoyen. Abrazos y encuentros, una fila de dos cuadras aguardaba para conseguir su entrada para la película. A las 19 horas se dio puerta y en el escenario estaba esperando al público nada menos que León Gieco. Con su guitarra, su armónica y esa voz que nos atraviesa el cuerpo. el tiempo previo de espera se convirtió en un regalo para los presentes.
De a poco se iban llenando las butacas del teatro y la alegría en cada gesto fue completa. Junto con Joselo Chuap, el Ministro de Cultura de Misiones, León cantó a duo esas canciones que marcaron la historia de nuestro pueblo latinoamericano.


El Teatro Colón fue una fiesta. El contraste del “Descubridor de América”, en el nombre del Teatro, con los colores de las comunidades originarias, generaron esa conciencia donde se podía ver que en este territorio no hubo descubrimiento, sino que desde muchos siglos atrás, latía la sangre de nuestros ancestros. Los pueblos que habitaron este suelo y este cielo de América Latina, estaban ahora presentes para contar la historia que durante tiempo fue invisibilizada y acallada. No hubo descubrimiento, hubo genocidio, y eso también estuvo presente en la película.


La llegada de Evo revolucionó la sala y las emociones transcurrieron durante todo el documental. Lágrimas, aplausos y emociones fueron parte de una tarde donde el arte dio cuenta de la importancia de mostrar el otro lado del relato. Narrar la lucha de un pueblo es tomar el compromiso político de hacer visible lo oculto, de develar un secreto escondido en los cajones de la humanidad. “Un gobierno que se dice revolucionario debe ser antimperialista”, dijo Evo en una de las entrevistas que sirvieron de material para el documental.
Nada más acorde a la realidad que vivimos los y las latinoamericanas, atravesadas por el extractivismo y el saqueo desde hace tantos siglos, que realizar un proyecto cinematográfico que ponga en debate el destino de nuestros recursos, que ponga en debate el rol del Estado y las respuestas que el movimiento popular en las calles realiza para resistir estas políticas. Miramos este documental también, desde el grito de las mujeres, desde las voces de nuestra tierra que una vez más nos marcan el rumbo a la libertad y la soberanía sobre nuestros cuerpos.

Bolivia es una muy linda manera de pensar América Latina (Santiago Vivacqua)

¿Cuál fue el desafío, Santiago, de narrar la vida de Evo entendiendo su figura como parte de la historia política de América Latina?
Contar a Evo es un desafío enorme. Como toda gran figura de la historia, no solo de la política sino desde cualquier personaje histórico que uno aborde, significa un desafío muy grande. A mí, y a Diego con quien dirigimos esta película, se nos planteó una responsabilidad. No es solamente las ganas de hacerlo, sino una profunda responsabilidad de poder hacer nuestra versión de Evo.
Trabajamos muchísimo, junto con el guionista, haciendo la investigación muy responsablemente, ocupando casi 40 años de la historia reciente de Bolivia. Si tuviera que resumir, creo que estamos contando la historia de Evo que es un líder, un líder natural, que sabe sintetizar el sentimiento del pueblo, que sabe leer en cada momento de la historia cuál es el eje del conflicto y simbólicamente cómo capitalizarlo para el bien del pueblo. Y sabe construir ideas potentes pero sencillas. Y uno de los ejes que atraviesa a toda la película es el tema de la unidad, la unidad de lo popular en pos de un proyecto que sea transformador.
Y esto es de alguna manera el Evo que nosotros construimos: el Evo en la que la película cuenta su vida pero siempre desde un proceso político. La película no busca retorcer la personalidad y la intimidad del líder, sino que busca mostrar a una persona que toda su vida estuvo a disposición de un proyecto político en el que creía y para el que puso su vida entera. Esta idea de que la gente del Altiplano es calladita y tranquila, ese no es Evo. Es una persona que está constantemente haciendo cosas, que va de reunión en reunión, en su agenda mete todo el tiempo cosas en el medio, y dentro de ese medio nos metió a nosotros para acompañarnos en el trabajo de esta película.


Valoramos muchísimos momentos, como por ejemplo haber ido a visitar su casa natal. Cuando vio el primer corte de la película, no solo se puso a disposición, y empezó a producir archivos y cosas que podían sumar, sino que además nos dijo “tenemos que ir a mi casa natal y poder contarles de dónde salí yo”. No para contar su origen personal sino para construir la idea de que cualquiera puede ser presidente, como ese niño que nació, de siete hermanos, terminó siendo el primer presidente indígena de Bolivia. Por estas y por muchísimas razones es un personaje que nos motivó para abordar, no solo a él, sino al pueblo boliviano en su conjunto, y este proceso político maravilloso que llevan adelante hasta hoy, y que fue el motor que nos llevó a este trabajo.

Si hablamos de América Latina, y lo pensamos como un territorio con origen anclado en la oralidad, podemos pensar en la importancia de estas voces que circulan en este documental. Incluso que estén Gustavo Santaolalla, León y Miss Bolivia hace que eso se potencie…
Si. Es así. Desde el principio apareció como un dispositivo narrativo de la película. La película está narrada por una voz femenina, joven, boliviana, que cuenta como una militante más, como una persona más que es parte de este proceso político, la historia de ese pueblo. Entonces los personajes se presentan oralmente, la historia se cuenta desde una narración oral, y realmente ordena muchísimo a la película, incluso por momentos pareciera audios de autodescripción.

Incluso nos conecta con lo originario y las diversidades
El proceso boliviano es eso, es la inclusión. Cuando se fundó el país, la Constitución no incluyó a ninguna mujer, a ningún indígena, a ningún campesino, y éran el 80 % de la población. Y hoy están refundando el país. Bolivia se refundó. Era una República y pasó a ser un Estado Plurinacional donde cambió la historia y las reglas de juego del país. Es enorme el proceso histórico de Bolivia, y para nosotros fue un desafío enorme poder intentar contar, humildemente, más de 40 años de historia en una hora y media, y enmarcarlo en los 500 años de historia y de saqueo que ha vivido el continente.
Bolivia es una muy linda manera de pensar América Latina, porque por ejemplo la presencia del imperialismo se manifestaba de muchas maneras. Hay que entender que Sánchez Lozada, que fue dos veces presidente de Bolivia, no hablaba español, su lengua nativa era el inglés. También la historia de Evo tiene algo de “cuento” universal, de un personaje líder, que salió de un pueblo, y que le cambió la vida a su país. Y está presentada un poco así la película, roza también lo ancestral, la leyenda.


Tiene un par de condimentos que hace que la película no sea un simple documental de entrevista y archivo, sino que proponga algunos formatos para que pueda ser interesante incluso para quienes no adhieran políticamente. Obviamente está plantada en un punto de vista de Evo, trabajamos siempre desde la investigación biográfica desde su punto de vista, y está montada desde ahí. No está hecha desde el punto de vista de los directores, sino del protagonista. Y este laburo refuerza el trabajo colectivo, con la dirección, con la música pasó lo mismo, con la participación de músicos de primer nivel, laburar con Santaolalla ha sido un placer, con León, con Miss Bolivia, para darle un cierre a la peli hace que el marco del cierre sea alucinante. Y estamos muy felices por eso, y felices por las más de dos cuadras de cola, la sala llena.

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