Lautaro Rosa: el desafío de ser padre gestante

Por: Camila Brizuela

Lautaro Rosa es un varón transexual y tiene 41 años. Desde siempre se autopercibe como masculino pero hace menos de 10 años empezó su transición: de día lo llamaban “mi pequeña traviesa” y de noche trabajaba en la zona roja. Hoy es feliz luego de ya haber gestado a sus hijes y empezar con el proceso de hormonización. 

Lautaro nació en Rosario pero se crió en Ouro Petro, un municipio brasileño del estado de Minas Gerais. Él recuerda que su autopercepción comenzó cuando tenía tres años y ya vivía en Brasil: “¿por qué yo no tengo lo mismo que tiene él si los dos somos varones?”, dijo, mientras su padre le cambiaba los pañales a su sobrino. Cuando empezó a atravesar el desarrollo corporal, a partir de los 9 años, fue cuando más sufrió la incomodidad de aparentar ser del género que le habían impuesto. 

“Yo vengo de una familia machista”, afirma Lautaro para explicar la falta de apoyo de sus padres, sumado a que él nació dos años después de la dictadura donde era muy difícil hacer una expresión de género. Él lloraba porque quería jugar con un yo-yo de Batman y unos soldaditos, pero siempre le daban los juguetes que supuestamente eran para las nenas. En el tramo que hacía para ir desde su casa hasta la escuela se tenía que cambiar porque utilizaba la ropa del hermano: “era muy revolucionario para lo que era la comunidad”, explica Lautaro y agrega que su apariencia le costó una juventud llena de golpes y por momentos de cárcel. 

En la década del 80 aún no existía el documento con el Mercosur que permitía viajar por los países miembros libremente. Entonces con su familia, cada tres meses viajaban a Rosario por un mes, para luego volver al pueblo brasileño. Su vida era un constante viaje entre Brasil y Argentina, hasta que su padre enfermó y a los 16 años se vino junto con su madre a Rosario de forma definitiva. 

La llegada del joven a su ciudad natal implicó que él se quede en la calle por problemas intrafamiliares, donde tenía dos opciones: comer todos los días los restos del Mc Donalds o tener plata en el bolsillo. Fue así que el adolescente de 16 años se crió en una esquina ubicada en la zona roja de Rosario. “El hecho de tener vagina te implica y te limita a un montón de cosas que no son buenas porque yo no las elegí, pero tenía que comer y sobrevivir”, dice.

Lautaro de día era un pibe de pantalones anchos con cabello recogido y de noche era una prostituta más de la zona. Por eso sus compañeras de trabajo la llamaban la “pequeña traviesa” durante el día y la travesti durante la noche. Él reconoce que tuvo que madurar de golpe porque su vida en la calle lo llevó a ser discriminado, perseguido por su apariencia y muchas veces violado. Si bien su vestimenta siempre fue masculina, el proceso de hormonización comenzó hace 8 años. Lautaro tenía en claro lo que quería y lo que era, el problema estaba en que si tenía que prostituirse no podía ser él.

El desafío de un varón trans y gestar

En dos oportunidades Lautaro quedó embarazado producto de abusos sexuales. Ambos hijes fueron dados en adopción: la más grande tiene 26 años y el que le sigue tiene 24. Luego llegó a su vida Marcos, hijo que adoptó a los dos días de su nacimiento y que hoy tiene 21. Hace 15 años nació Tiziana, producto de la relación con su ex mujer, con la ayuda de una inseminación artificial y un donante. “Gestados en mi vientre tuve tres pero para mí son todos iguales, entre ellos tienen muy buena relación y eso es lo que a mi me importa”.

A Lautaro al principio su hijx lo llamaba “mamá” y después pasó a ser “papá” públicamente, porque el tratamiento hormonal lo comenzó luego de ser padre. Tiziana, su hija, siempre dice que fue raro tener que llamarlo “papá” luego de decirle por varios años “mamá” pero ella explica que, en verdad, eso solo es una palabra. Para ella él es la persona que la va a cuidar siempre. Sin embargo, tanto Marcos como Tiziana fueron discriminados en la escuela por ser llamados “los hijos de la torta macumbera”.

Ser gestante no es fácil si sos un varón transexual. Lautaro recuerda que cuando ingresaba al médico por los controles de embarazo, la doctora le decía “vení mamá” y su ex mujer le corregía: “papá”. Él no se sentía cómodo con ese término, pero no por el hecho de la palabra en sí, sino que el problema recaía en lo que el otro le imponía.

Lautaro y sus hijxs: Marcos y Tiziana

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el primer hombre transexual embarazado del que se tiene conocimiento es Thomas Beatie, de Estados Unidos. Ya para julio de 2016, 23 países de Europa incluyeron la esterilización entre los requerimiento para reconocer legalmente a una persona como transexual. Y en el caso de Argentina, desde hace ya 9 años está vigente la Ley de Identidad de Género (N° 26.743).

La Ley 26.743 fue un ejemplo a nivel internacional por ser la primera en el mundo en garantizar el cambio de nombre y sexo en todos los documentos oficiales. Además de regular el acceso a la atención sanitaria integral de las personas, entre otros derechos. Pero si bien el país cuenta con un marco legal inclusivo, Lautaro demuestra desde su experiencia que tanto el sistema de salud y el educativo arrastran un gran problema: la falta de educación sexual integral (ESI). 

Él recuerda que una vez tuvo que hacerse una ecografía coronaria y para eso fue al CESAC N° 40 que cuenta con un dispositivo de salud inclusivo, pero para poder realizar el estudio lo derivaron al Pena. En este control es necesario quitarse la remera y como Lautaro no utiliza faja, no quería hacerlo. El médico lo dejó solo para que se acomode tranquilo pero cerró mal la puerta y entraron algunos enfermeros. “Si uno en la planilla lee que dice varón trans hay que saber que se tiene que tener otro recaudo, es necesario fijarse qué es lo que quiere la persona”, dice Lautaro y agrega que en ese momento él se sintió un pedazo de carne tocado por un señor de 70 años mientras todos lo miraban. 

Después de muchas situaciones de incomodidad en diferentes centros médicos, Lautaro decidió no ir más a los controles ginecológicos. Este tipo de discriminaciones las vivió también en el ámbito educativo. Cuando fue a inscribir a su hija y le pidieron los datos de los padres, la secretaria académica preguntó por la madre y Lautaro le tuvo que explicar que él fue quien la gestó a Tiziana,  entonces la mujer se disculpó porque dijo que ellos no entendían esas cosas. Lautaro comprende que ese era el sistema que iba a educar a su hija, y por eso ella abandonó la secundaria: “las personas que la van a educar no lo hacen dentro de lo que ella piensa y autopercibe, me parece que lo que falta es la ESI”.

Frente a estas situaciones que vivió en primera persona, él explica que los niños tienen que estar concientizados desde su infancia para que entiendan que los genitales no limitan a una persona. También afirma que la gente necesita ver para relacionar, por eso siempre se encasilla por lo que se ve. “No puedo ir en contra del universo a explicarle a la gente que yo me llamo Lautaro y que soy transexual”, dice y agrega que él no tiene ganas de hacerse una vasectomía porque ese es su cuerpo y por eso mismo es trans.

El aborto y los cuerpos gestantes en Argentina

La legalización del aborto en Argentina fue una victoria histórica que trajo un cambio importante para la sociedad. Un punto clave a destacar es que en el texto de la ley se usa el término “cuerpos gestantes” para incluir a todas las personas que abortan, no solo a las mujeres. Con el uso de estas dos palabras se reconoce la atención a quienes tengan capacidad de gestar: hombres trans, personas no binarias y otras identidades de género que pueden embarazarse.

El artículo 5 del proyecto indica: “el personal de salud debe observar un trato digno, respetando las convicciones personales y morales de la paciente, para erradicar prácticas que perpetúan el ejercicio de violencia contra las mujeres y personas con otras identidades de género con capacidad de gestar”. Aún así, la información es escasa e historias de vida como la de Lautaro representan las de muchos más. Por eso, la visibilización de las personas trans gestantes es parte de la militancia que todavía continúa.

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