El colonialismo interno racista en jujuy se rompió 

Foto: @susi.maresca

La situación de Jujuy nos invita a reflexionar sobre el racismo sistémico que deviene de 500 años de saqueo, explotación y de Estados construidos bajo las lógicas dominantes del colonialismo. 

Por Eugenia @soymujercolla

Hace 18 días que docentes, estudiantes, trabajadorxs y pueblos indígenas se encuentran movilizados en la calle, sosteniendo los cortes de rutas en contra de una reforma que se aprobó de forma expresa el día martes, a espalda del pueblo, y que desató una feroz represión a puro palo y balas de gomas que ordenó el dictador Gerardo Morales. Estos hechos de violencia institucional y violación de los derechos humanos, nos obligan a tener una responsabilidad política y memoria histórica para repudiar toda acción que silencia la revuelta popular por la defensa de la lucha por derechos.  
Para entender la reforma en términos de materia indígena, hay que destacar primero que no cumple con el consentimiento y consulta libre e informada del convenio 169 de la OIT, esta Constitución va en contra de la vida en los territorios indígenas. Está en peligro la supervivencia, porque el articulado en la Constitución afecta a las comunidades: no solamente las desestructura sino que las elimina, por eso es importante la supervivencia de las comunidades con su identidad, espiritualidad, su cosmovisión y sobre todo su territorio. Las comunidades indígenas son las primeras en proteger la biodiversidad del país.
Otro punto a desentrañar es que no hay ningún punto de la Constitución de Morales que hable del fortalecimiento de los pueblos indígenas, donde se pueden abordar muchos aspectos, empezando con la educación intercultural bilingüe, siguiendo con salud intercultural y el desarrollo intelectual que es tan valioso en estos tiempos individualistas y consumista. Por último, la conservación de los antigales ancestrales en los territorios indígenas.
La disputa extractivista es por el litio presente en el territorio de las comunidades indígenas del norte. La comunidad colla de Caspala meses atrás denunciaba la usurpación de su territorio por el gobierno de Gerardo Morales, ya se anunciaba el plan sistemático que se quería desarrollar y que afectaría no solos a las comunidades indígenas sino a todos los sectores sociales.
El avance de los gobiernos dictatoriales sucede, en el norte argentino, Ecuador y Perú, y en todos los territorios con población indígenas. No es un hecho aislado, es el neocolonialismo en su pura expresión.
Estamos atravesando un año donde el escenario político pasa por Twitter y el sistema es cada vez menos representativo. La democracia no existe en Jujuy.  
El camino hacia la descolonización de la práctica política nos la están marcando los Pueblos indígenas. La demostración histórica y política de la democracia que queremos está en la resistencia del pueblo jujeño.
Por último, quiero hacer un llamado de atención a aquellos medios de comunicación hegemónicos que estigmatizan, generan estereotipos racistas y clasistas sobre la población jujeña.  
La consigna es clara:  abajo la reforma, arriba la whipala, arriba los salarios, abajo el gobierno de Gerardo Morales. 

Jallalla, el Pueblo Vencerá ✊🏾

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