El cuento de la criada: una ficción no tan alejada de la realidad

Por  Sofia F. Monje 

El libro de Margaret Atwood, en el que se basa la serie, está influenciado por la Alemania Nazi y la Unión Soviética (orden, estética y propaganda), las dictaduras militares de Argentina (robo de bebés) y la dictadura comunista de Pol Pot en Camboya (ruralización y reeducación). La cuarta temporada de “El cuento de la criada” (The Handmaid ‘s tale) llega con la tan esperada venganza encabezada por June Osborne, papel interpretado por Elizabeth Moss, quien esta vez ha dirigido tres capítulos. 
En esta temporada June, logra escapar de Gilead con la ayuda de su amiga Moira, mientras su hija queda allí. En Canadá la justicia le pide a June que testifique en contra de los Waterford, quienes la sometieron a innumerables maltratos y torturas, desde golpes hasta violaciones. Luego del tan ansiado testimonio ante el tribunal, ella y todos los que la apoyan esperan que se haga justicia. Sin embargo unos días después le comunican que sus torturadores van a ser liberados.

La impunidad no es cosa de ficción, en la actualidad son innumerables las causas de violencia de género que son demoradas y son cientos los agresores que están libres o que no se les da la condena que merecen. Una justicia lenta, patriarcal y que pone en duda el testimonio de las mujeres no sucede solo en “El cuento de la criada”. En una escena vemos una protesta en contra de June y a favor de los Waterford, sus victimarios. La duda sobre la mujer siempre está y en nuestro día a día lo podemos ver.
Por suerte son muchas las mujeres que luchan para poder erradicar el machismo y apoyarnos unas a otras. En internet se pueden encontrar una gran variedad de análisis en medios de comunicación sobre la decisión de la protagonista de pedir ayuda a Nick, un comandante con el cual tiene una relación amorosa y es padre de una de sus hijas.
Por otro lado, el personaje siente una angustia constante ya que una de sus hijas sigue en Gilead y otra está en Canadá y no logra poder estar a salvo con ambas. Su deseo de hacer justicia se antepone a todo, haciendo que su venganza en el final de la temporada tenga como única salida abandonar a sus dos hijas y escapar. Las decisiones que toman las mujeres que sobreviven al horror son personalísimas y el cuento de la criada lo marca. Hay que dejar de lado nuestras certezas para abrirnos a semejantes historias.

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