Gustavo, siempre presente

Por Editorial Sudestada

El 15 de abril de 1977 el terrorismo de Estado secuestró y desapareció a Carlos Gustavo Cortiñas. Tenía 24 años. Era trabajador del INDEC. Estudiaba Ciencias económicas en la UBA y militaba en la Juventud Universitaria Peronista. Fue interceptado aquel día por un operativo ilegal de detención y posterior desaparición forzada de grupos de tareas. Sucedió en el trayecto de su domicilio a su trabajo por la zona de Castelar.

Días antes había pasado junto a su familia “Semana Santa” en la Costa, más precisamente en Mar del Tuyú. Norita y su familia lo saludaron en la terminal cuando se tomaba un micro hacia Buenos Aires. Fue la última vez que lo vieron. Hasta el día de hoy lo seguimos buscando.

Su hijo, Damián Cortiñas, le dedicó este poema:
Siempre presente
Viejo, Gustavo, Pedro, Pollito: Presente
Solidario, peronista, militante.
Presente.
Generoso, firme, coherente.
Presente.
Cariñoso, lector, consecuente.
Presente.
Estudioso, curioso, inteligente.
Presente.
Comprometido, familiero, laburante.
Presente.
Discutidor, reflexivo, pensante.
Presente.
Sensible, responsable, inclaudicable.
Presente.
Compañero, hincha de River
Cuadro político imprescindible.
Presente.
En los pibes, en los viejos, en los más humildes.
Presente.
En los Hijos, las Abuelas y las Madres.
Presente.
En las plazas, en los barrios y en las calles.
Presente.
En las marchas y en las luchas populares.
Presente.
En la fuerza y dignidad de los trabajadores.
Presente.
En tus sueños, en tus risas e ideales.
Presente.
En tu amor, tu honestidad y tu coraje.
Presente.
En la Patria Justa, Soberana y Libre.
Presente.
Presente, Ahora y Siempre

Anterior

Vanzetti y un último alegato en Turdera

Próxima

¿A la guerra con Milei?