La “libertad de expresión” del fascismo

Por Editorial Sudestada

En el texto comienza hablando de la generala Richardson y la nueva doctrina de política exterior con los EEUU. De ahí -el presidente que gobierna a través de las redes, los viajes innecesarios, y sin todavía pisar un solo barrio en los 4 meses que cumple hoy de gobierno- salta a pegarle al periodismo, o en realidad -y entre líneas -a los operadores que ya no aplauden cada acción y decreto del gobierno nacional. Esto se da justo después del “rumor” de una “pelea” o “falta de negociación” entre Milei y Clarín, de las palabras y visita a lo de Fantin, de la fake y la inflación, y de que en los canales que operan para el oficialismo algunos voceros parecieran correrse un poquito al costado. El gobierno de la falsa “libertad” apunta ahora a la libertad de expresión, con el mismo manual que utilizó Clarín y La Nación -entre otros medios hegemónicos- sobre el “periodismo independiente” frente a la Ley de Medios. 

“El periodismo se ha corrompido, ensuciado y prostituido”, aseguró quien maneja un “ejército de trolls”, y además agregó que desde los medios se ejerce la “extorsión”, la “mentira, la difamación y la calumnia.”

Lo que busca el fascismo -como todo fascismo- es la opinión unilateral, la jaula del Poder apretando y señalando. ¿Tendrá miedo Milei de que sus propios operadores, y todos sus soldaditos mediáticos, se le empiecen a dar vuelta o a reclamar algo más? ¿Será que la debilidad que intenta tapar el gobierno nacional cada vez es más evidente? ¿Será que lo que se viene es tan siniestro que no pueden dejar un solo margen al descuido en la opinión pública? ¿Qué significa para Milei una “libertad de expresión” para todos? ¿Hace falta la aclaración cuando justamente se habla de la verdadera libertad?

Interrogantes, preguntas, dudas y certezas, sobre una realidad que nos golpea a diario con un gobierno en general, y un presidente en particular, fascista y grotesco, inestable y peligroso, que de la mentira y la confusión armó el propio relato que hoy pareciera le sigue funcionando.

Milei no le habla al periodismo, le habla a sus operadores. 

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