“Las feministas no tenemos odio, tenemos bronca”

Imagen: Sara Gallardo

El 10 de enero de 2011 nos dejaba la enorme María Elena Walsh, aquella mujer que no solo dirigió la banda sonora de la infancia de tantxs, sino que también fue poeta, rebelde y feminista. María Elena supo dejar su mirada cargada de sentido político y social en sus canciones para niñeces, en su poesía y también en otras para adultxs como “Como la Cigarra” y “Las Obreras”, con Leda Valladares.

Leda y María Elena


Escribió libros como “Dailan Kifki” y “Manuelita, ¿dónde vas?”, y otros como el poemario “Otoño imperdonable” y la novela autobiográfica “Fantasmas en el parque”. También escribió artículos como el titulado “Sepa por qué es usted machista” y “Carta a una compatriota”.


María Elena fue la que se envevió en el folklore, la que escribió poesía y publicó por primera vez a los 17 años. Fue la que dijo “las feministas no tenemos odio, tenemos bronca” y también la que le pidió a Alfonsín que legalizara la interrupción voluntaria del embarazo. Fue la amiga de escritores como Julio Cortázar, la vivió una enorme historia de amor con la reconocida fotógrafa Sara Facio y a la que Victoria Ocampo le escribió una carta en la que le decía: “Tus canciones para Mirar bañan en esa atmósfera poética latente en todas partes (…) Y así, por influjo personal, hipnotizas a los niños que escuchan, fascinados, lo que no pueden entender del todo (…) Es una hazaña. No la realiza, en esos medios, sino una poeta que lo es de veras”.
No todxs conocen todo lo que hizo la gran María Elena, que conocimos gracias a esas enormes canciones infantiles, pero que no dudó en posicionarse y dejar una huella poética que nos enamoró a la gran mayoría que estaremos eternamente agradecidxs por lo que tanto nos dejó antes de partir.

Compartimos dos de los tantos enormes textos que compuso María Elena:

Sepa por qué usted es machista / Por María Elena Walsh
1. Porque le falta el principal de los sentidos: el del humor.
2. Porque se siente Dios, aunque no sea Ministro.
3. Porque cree todo lo que le dicen los medios (o miedos) de difusión de la Argentina actual, y ya tiene el cerebro más lavado que mate cebado por un polaco.
4. Porque su mamá es una santa, por lo tanto las demás mujeres son unas brujas.
5. Porque su mamá es una bruja, por lo tanto las demás mujeres también.
6. Porque no tiene mamá y no consigue quien lo mime.
7. Porque en realidad le gustan más los hombres, aunque no ejerza.
8. Porque quiere hacer mérito ante los centros de poder, exclusivamente masculinos: empresariado, Fuerzas Armadas, animadores de TV, deporte, sindicatos, clero, pompas fúnebres, etcétera.
9. Porque todo ese asunto de la gestación y el parto le da miedo y asquete, como la educación sexual al Ministro de Educación.
10. Porque usted tiene los mismos atributos de Woody Allen pero no le dan el mismo resultado.
11. Porque no soporta la idea de un rechazo sexual hacia usted o hacia otro, y cree que la bella siempre debe estar a disposición de la bestia.
12. Porque usted no vive en el presente (y para eso lo ayudan mucho) sino en la prehistoria mental, y se da manija con tangos del 40.
13. Porque usted es burro y en lugar de corregirlo con tiempo y esfuerzo lo disimula con agresividad.
14. Porque usted es culto pero culturiza fuera de la maceta, y leyó a Julián Marías y no a Simone de Beauvoir.
15. Porque en el fondo es antisemita, antinegro, antiobrero, antijoven, pero como eso ya no corre se desquita con la misoginia, que aquí y ahora viene con premio (pero no se descuide: por poco tiempo más).
16. Porque usted ama el orden por sobre todo, y cada cosa en su lugar las mujeres en la cocina (o en cueros en tapas de revistas), y Pinochet, Castro y García Meza en el poder.
17. Porque cree que la inepcia es cuestión de sexo, que es como creer en la cigueña o en elecciones inminentes.
18. Porque teme que las mujeres hagamos rancho aparte, y no piensa que son los hombres quienes lo inventaron y perpetúan. (Ver punto 8.)
19. Porque supone que la mujer quiere imitar al varón, y no sabe que antes muerta que imitar a semejante fabricante de desastres, desde la guerra atómica hasta el IVA.
20. Porque le gusta que al mundo lo manejen los colectiveros.
21. Porque tiene mucha paciencia para dejarse pisar la cabeza por cualquier matón y muy poca para comprender errores de mujeres, que al fin y al cabo son, históricamente, debutantes en la mayoría de las profesiones.
22. Porque teme que las mujeres “pierdan la femineidad”, cosa imposible de perder, salvo que usted llame así a cosméticos y pilchas.
23. Porque usted teme que le roben algo y no sabe bien qué, a pesar de que a diario lo saqueen y basureen, y no precisamente las mujeres.
24. Porque es sincero, y vale más machista recuperable que “feminista” patrocinante como un papito que a las pretensiones femeninas dice que sí PERO…
Ahora ya sabe. Con estos 24 puntos usted ahorra años y fortunas en psicoanálisis. Usted puede ser hombre o mujer, el machismo tampoco es cuestión de genes: poca gente más machista que algunas mujeres, sólo que ellas lo son por instinto de conservación, por despiste, por imitar a los hombres, por comodidad o porque así las dejan hablar por TV. Usted también lo es por todas estas razones pero además porque se cree superiorcito: hace unos 10.000 años que le pasan el aviso y claro, usted sigue comprando un producto inexistente. Ahora puede seguir siendo machista, pero con apoyo logístico. No se trata tampoco de ejercer la represión desde estas páginas. Es posible que la perseverancia le acarree aplausos y sensación de deber cumplido, amén de las palmadas de la patota. Pero ojo que no hay premio mayor que saberse persona inteligente y civilizada. Si no opta por eso, estará contribuyendo a la contaminación mental, que es la que nos mata. Y no la humedad.
Estará inflando la maquinaria del prejuicio y la prepotencia y al fin se va a quedar solo como un ciempiés, de luto, convertido en drácula de utilería y en hazmerreír de las criaturas primaverales.

La feminista
Sucede que ya no aguanto
que en la calle me grités
a la primera de cambio:
“¡Tenías que ser mujer!”
Soy mujer y me equivoco
pero vos, ¿quién te creés?
¿Valentina la astronauta,
Evita, sor Juana Inés?
Sos el león de la Metro,
mucha porra y poco rey.
No me vengas con rugidos
que no hay selva por acá
y no soy ninguna fiera
ni la mona de Tarzán.
Yo fallo por accidente
y no por fatalidad.
Cuando agarre la manija
no sé si lo haré tan mal
como ustedes, que arremeten
gobernando marcha atrás.
Conmigo te equivocaste
de programa y de canal.
Me tomaste por tu abuela
que aguantó sin pestañear.
Si tenés el monopolio
del acierto universal
yo te dejo vía libre
pero vos, dejame en paz.
Y cuando las papas quemen
¡arreglate sin mamá!

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